Nicole y Clayton caminaron lentamente durante unos cuarenta minutos antes de llegar a la comunidad de lujo donde vivían.

Clayton no estaba cansado mientras empujaba a Nicole y conversaba con ella.

Cuando llegaron hacia el portón, el guardia de seguridad adentro salió corriendo a saludarlos.

Clayton bajó la cabeza y le preguntó: "¿Quieres un poco de agua?".

Después de conversar durante todo el viaje, Nicole tenía mucha sed, entonces asintió.

Clayton fue al cuarto de seguridad para buscar agua.

Nicole estaba sentada en una silla de ruedas mientras miraba a su alrededor. El paisaje era hermoso y tranquilo.

A lo lejos, un hombre alto y delgado paseaba un samoyedo, el cual se dirigía hacia Nicole.

Cuando el samoyedo vio a Nicole, quería correr hacia ella.

El hombre fue arrastrado por su perro mientras lo maldecía.

Nicole no pudo evitar reírse. El hombre le resultaba familiar. Probablemente, él era un residente aquí.

El hombre se sorprendió al ver a Nicole. Él sonrió y dijo: “¡Señ