Antes de que Nicole pudiera hablar, Tina rompió en llanto. Apretó los dientes y le hizo una oferta tentadora.

“No tengo amigos. ¡Si vienes y me acompañas, te venderé las acciones de la compañía de Zach que obtendré del divorcio!”.

Tina sabía que Nicole no tenía una amistad profunda con ella.

Nicole no vendría si Tina no le ofrecía algún beneficio.

Efectivamente, Nicole se levantó de la cama y se vistió mientras contestaba el teléfono con voz educada: “Qué tonta de tu parte. Como mujer, puedo entender cómo te sientes, de verdad…”.

Nicole no se vistió demasiado lujosa. Eligió un discreto vestido largo de color crema con un cárdigan fino que le combinaba y salió por la puerta.

Cuando llegó a la casa de Tina, se sorprendió al ver el estilo extravagante que era típico de un nuevo rico.

La casa estaba tan abarrotada que no había espacio para que ella caminara.

Nicole miró de cerca y vio montones de dinero en efectivo sobre la mesa.

También había muchas joyas de oro.

Tina le dio la