El rostro de Julian se llenó de disgusto al mencionar a la madre de Kirsi.

“Es por eso que mostré mi misericordia y no oculté tu existencia. Gracias a Dios, tu madre falleció temprano. Si los demás no hubieran sabido de ti, ¿crees que aún te hubiera traído de vuelta? Ni siquiera me molesté en comprobar si eras mi hija porque simplemente no me importaba. Para mí, Lumi es mi única hija. Te criamos de la misma manera que hubiéramos criado a una huérfana para que fueras compañía para Lumi. No debiste existir en primer lugar. ¡Si no hubieras aparecido, nada esto habría sucedido en absoluto!”.

El rostro de Julian estaba extremadamente sombrío. Él no tenía dudas en desahogar todas aquellas cosas que mantuvo escondidas en su corazón durante tantos años.

Sabía que esto dañaría a una chica inocente, pero el daño que esto le hizo a su familia era lo suficientemente grande.

¿Qué fue lo que él hizo mal?

Su amor por Mia estaba para siempre manchado y eso nunca podría borrarse.

Kirsi se quedó a