Los labios del hombre se curvaron mientras sus ojos se fijaban en el rostro de Nicole.

Aunque estaba pálida y débil, era difícil ocultar la belleza deslumbrante de sus rasgos.

Él no podía evitar extender la mano y acariciar su rostro. Esa sensación era como una serpiente venenosa siseando con la lengua afuera, haciendo que Nicole sintiera un escalofrío en su espalda.

Ella apartó la cabeza. Su mirada era fría y repugnante.

El hombre se rio. "Lo sabrás cuando llegues allí".

Él miró hacia afuera y entrecerró los ojos. “Ya estamos en la frontera, así que ya no te daré ningún medicamento. Pórtate bien, ¿de acuerdo?”.

Nicole frunció los labios y no dijo nada.

Su mente estalló de miedo.

¿La frontera?

¿Cuántos días habían pasado?

¿Había estado inconsciente durante los últimos días porque el hombre la había drogado?

Nicole no podía evitar sentir unos escalofríos en su corazón. Se preguntaba si Clayton estaba preocupado ahora. Definitivamente, la familia Stanton también lo sabría.

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