Esmeralda y Fiorela entran a la mansión Guidacci sin que Lino ni nadie pudiera detenerlas.

Ellas quedan sorprendidas al ver tanto lujo, nunca habían visto una casa tan hermosa.

Los empleados de la casa le dan la bienvenida por órdenes de Braulio, él era el encargado de proteger a Esmeralda.

Pero apenas ellas habían entrado, cuando Carlota las recibe diciéndoles.

_¡¿Qué hacen aquí?! ¡Fuera de esta casa!.

_¿Otra? Ella es Esmeralda, la nueva dueña de todo esto, así que no nos vamos_ Le responde Fiorela.

_¡Lino! No permitas que estas mujeres entren a esta casa_ Grita Carlota furiosa e indignada.

_Ella es la nueva heredera tía, al menos eso dice el supuesto testamento, Pero no te preocupes, no van a durar mucho aquí, yo me voy a encargar que más temprano que tarde se larguen de esta casa, o mejor, terminen en la cárcel por falsificar el testamento de mi abuelo.

_Nosotras no hemos falsificado nada, si estamos aquí es por....

_No hija, no des explicaciones, tu tienes todo el derecho y punto_ La interrumpe Fiorela.

_Jajaja ¿Todo el derecho? No señora, está mujer no tiene ningún derecho, así que nisiquiera se acomoden, porque las sacaré de aquí como lo que son ¡UNAS IMPOSTORAS!_ Les grita Lino con gran odio.

Esmeralda lo mira directamente a los ojos, mientras él hace lo mismo.

Pero a pesar de los insultos.

Esmeralda y su tía se instalan en una de las habitaciones principales de la mansión, ella no quería estar sola, le daba mucho miedo Lino.

_¿Tía? Creo que es mejor que nos vayamos, mira como ese hombre nos quería sacar.

_No, no nos vamos, Esmeralda, escúchame muy bien, tu padre, fue el que empezó todo ese negocio de hotelería, él gasto cada centavo que tenía para lograr sus sueños, pero lamentablemente, cometió un error, confío en un desconocido que le prometió el cielo y las estrellas, tu padre le creyó porque era un hombre con mucha más experiencia que él, pero cuando vio que tu padre era mucho más inteligente y que era más capaz que él, lo hizo trabajar de sol a sol para luego quitarle todo a fuerzas de engaños y mentiras.

_Pero tía, nos odian, además se nota que no saben nada de lo que hizo ese señor, ellos creen que somos unas oportunistas, que alteramos el dichoso testamento, para ellos somos unas delicuentes.

_¿Y? Allá ellos, van a tener que bajar del pedestal donde tienen a ese hombre cuando lo sepan todo, yo me encargaré de decircelos, será un placer.

Esmeralda aprieta los labios y luego cierra los ojos, para ella todo era muy difícil.

Mientras tanto en el estudio.

_¡No puedes permitir que esa mujer este en esta casa!_ Le grita Carlota furiosa a Lino.

_Ya te lo dije tía, no va a durar mucho.

_Porque no respetamos el testamento de Don Dimarco y ya_Dice Sora.

_¿Qué? ¿Estás loca? Si dejamos que esa se quede con todo nosotros nos quedaremos en la calle, tendremos que salir de esta casa ¿Y dónde vamos a ir Sora?_ Le responde furiosa Carlota.

_¡Ya basta! Ya les dije que no se preocuparan_ Les responde Lino.

Saliendo del estudio, Lino ve a Braulio bajando las escaleras.

_¡Tú! Ahora mismo me vas a explicar por qué trajiste a esa mujer a la casa.

_Señor, usted sabe que el señor Dimarco lo dejó así en el testamento, además, creo que está olvidando algo, su abuelo quería que usted hiciera lo que él le iba a pedir en el testamento, ¿No recuerda?_ Le contesta Braulio.

En ese momento, Lino empieza a recordar la promesa que le había hecho a su abuelo, La promesa de hacer lo que él en el testamento le pediría, es decir, casarse con Esmeralda.

_No puede ser, no Braulio, mi abuelo no pudo hacer eso ¿Porque? Tu debes de saberlo ¿Esas mujeres lo tenían amenazado? ¿Son unas criminales? ¡¿Quiénes son?! ¡Dime ya!.

_Señor, yo no puedo decir nada, pero lo único que sí le digo, es que si usted no se casa con la señorita Esmeralda la familia lo va a perder absolutamente todo, y no tiene mucho tiempo señor.

_¿Pero esa mujer porque se quiere casar conmigo?.

_No, ella no sabe esa parte del testamento, ella no sabe que si no acepta casarse con usted, será ella la que pierda todo.

_¿Qué? ¿Qué juego enfermo es este Braulio?_ Le Pregunta confundido Lino.

Pero Braulio no podía decirle más.

Los días iban pasando y el tiempo se agotaba.

_Si Lino no se casa, mejor decimos adiós de una vez a esta casa Carlota_ Dice Anthony_ Mientras se arregla para irse al club.

_No, yo no dejo esta casa y mucho menos mi herencia.

_¿No te das cuenta? Lino no se quiere casar con ella, eso quiere decir que todo será para esa muchacha, la verdad no sé porque no quiere, está muy linda.

_¡Cállate! O el que va a salir de esta casa serás tú_ Le responde enojada Carlota a su marido.

Ese mismo día, Braulio lleva a Esmeralda a tomar posesión de su fortuna.

_Buenas tardes, aquí está la señorita Esmeralda abogado, viene a tomar posesión de la herencia.

_Claro, adelante, mi nombre es Paulo Domenini, fui el abogado de confianza del señor Dimarco.

_Gracias señor Domenini, me gustaría saber algo ¿Puedo dejarles la casa a la familia Guidacci y después regresar a Italia?_ Pregunta Esmeralda.

El abogado mira a Braulio sorprendido y luego Pregunta.

_¿No le has dicho nada?.

_No, quería que fuera usted quien lo hiciera_ Le contesta Braulio al abogado.

_¿De que están hablando? ¿Qué es lo que no le han dicho a mi sobrina?_ Pregunta Fiorela.

_La señorita Esmeralda, efectivamente es la heredera de Don Dimarco, pero.... Él dejo unas condiciones o cláusulas para que ella pueda recibir lo que le corresponde.

_¿Cómo que condiciones? No entiendo, se supone que ese señor me está devolviendo lo que le robo a mi padre_ Pregunta confundida Esmeralda.

_Asi es, pero también dejo estipulado, que para recibir su herencia, usted y el señor Lino Guidacci, deben casarse.

_¿Qué? ¡No! Eso es una locura ¿Cómo que casarme con ese hombre?_ Pregunta asombrada Esmeralda.

_¿De que está hablando? ¿Osea que todo esto fue una burla de ese hombre? ¿Se burló de nosotras o estaba mal de la cabeza?_ Pregunta furiosa Fiorela.

_Miren, las razones del matrimonio no la sabemos, Don Dimarco solo dejo un par de cartas que deben ser entregadas cuando se cumpla la fecha de esa condición, una para su sobrina y la otra para el señor Lino.

_¿Cómo que la fecha de su condición?_ Pregunta Esmeralda.

_Si, el señor Dimarco estableció como mínimo dos años de matrimonio_ Le responde el abogado a Esmeralda.

_Esto no puede ser, ese señor no estaba bien de la cabeza, a quien se le ocurre algo así, no tía, yo no voy a casarme con nadie, mejor regresamos a Italia y que ellos se queden con su herencia, al final, no necesitamos esa herencia_ Dice Esmeralda segura de su decisión.

_¡Espera hija! ¿Qué pasa si mi sobrina se casa con ese hombre?.

_La mitad de la herencia será de ella, todo será partido por la mitad, pero si el señor Lino se divorcia de ella antes de los dos años, toda la fortuna será de la señorita Esmeralda, igual pasará si es ella quien se divorcia.

_¿Y si él no quiere casarse?.

_La señorita Esmeralda será la única dueña, ellos tendrán que dejar la casa e irse, si ninguno de los dos se quieren casar, todo pasará a manos de la beneficencia.

Esmeralda mira a su tía y luego le dice.

_No lo haré tía, deja de hacer tantas preguntas, hoy mismo nos regresamos a Italia.

Esmeralda sale de la oficina del abogado, para luego hacerlo Braulio y Fiorela.

Durante el camino, Fiorela le dice a su sobrina.

_¿Dejaras que ellos se queden con lo que le pertenece a tu padre?.

_Tia, todo esto es una locura, no tiene sentido, parece una novela de misterio, ese señor pone unas condiciones extrañas, luego y que hay unas cartas que solo pueden ser entregadas en dos años ¿Qué es eso?.

_Si, es muy loco e irreal, pero es la única manera de recuperar lo que ese hombre le robo a tu padre, solo serán dos años, ese dinero nos va a servir para mucho hija, para que vuelvas a estudiar, termines tu profesión, para tener una casa que no se moje por todos lados cuando llueva, y lo más importante, para hacer justicia, tú no viste a tu padre trabajar como mula, pero yo sí, tú no viste morir a tu madre por falta de dinero, Pero yo sí, nada de eso hubiera ocurrido si ese hombre no le roba a tu padre, es tiempo de hacer justicia.

Esmeralda mira a su tía y luego mira por la ventana del auto, todo eso era demasiado para ella.

¿Qué debía hacer? ¿Irse, o luchar por lo que le respondía?.