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CAPITULO 6   “Bendición materna”

(septiembre 20, 2004 Jacksonville, Carolina del Norte)

(Coronel Retirado James Richard Jhons)

            Media hora después, cuando estaban por sentarse a la mesa, llamaron a la puerta, por lo que Richard mi hijo fue a abrir.

-buenas noches Capitán Jhons, está el coronel? – escucho que preguntan

-si pase mayor Stuart, mi padre está en la sala.  – dijo mi hijo

-papá, te busca el Mayor Stuart. – dijo mi hijo mientras entraba en la sala seguido del Mayor.

-pase Mayor, en que lo puedo servir? - Le pregunto

-vine a preguntar a qué hora tengo que pasar por la pequeña para llevarla a la escuela, si he de investigar, lo de los ataques que la pequeña ha sufrido en la escuela y el deportivo, puedo llevarla conmigo y vigilarla; ¿sabe que hay un reporte contra la pequeña? y el General ordeno que investigara, pues tras conocer a la pequeña no creyó lo escrito en dicho reporte. – dijo el Mayor Stuart

-pero ha dicho que han atacado a mi hija, como es eso? Pregunto Liz entrando en la sala.

-al parecer tres chicos más grandes que ella, han estado atacándola y lo peor es que un incidente el sábado pasado, provoco un reporte por parte del subdirector del deportivo y eso es lo que el General McKenzie quiere que investigue, no debe preocuparse Capitán, yo estaré investigando y también la entrenare en defensa, artes marciales y más, ya que está decidida a ser un marine a los quince años.

-Cómo? ¿Cuándo dijo eso? – pregunto mi hijo

-esta tarde, creo que malentendió lo que queríamos decirle y lo tomo muy literal, y pues que tu hija ha decidido ser un mejor marine que tú y que el mayor a la edad de quince años, ya sabes cómo es. - le respondí a mi hijo

-pero como salió eso? - Pregunto mi nuera Liz.

-bueno, cuando pregunto si la enseñaría a disparar, le dije que era muy pequeña, que tendría que esperar y que si entrenaba bien podría ser un marine como usted. – le respondió sinceramente el Mayor

-ya entiendo. - dijo Liz

-bueno es que no solo quiere ser un marine, sino un Seal y como vera…

-Ha ya, y mi hija lo tomo tal cual y ahora quiere ser como mi marido, vaya trabajo que tienen por delante caballeros, puede que yo no esté con ella todo el tiempo, pero conozco a mi hija, es tan obstinada como su padre y como él tiene de donde heredarlo, ni que hablar de mi suegra, si ella ha dicho que será Seal de la marina, solo me queda dar mi aprobación, puede que algo bueno salga de todo esto. – nos dice una muy sonriente Liz

-pero Elizabeth, es solo una niña, se aburrirá pronto. – dijo mi hijo

-eso te crees tú Richard, yo solo les doy mi bendición a los cuatro, pues se han topado con la horma de su zapato. – dijo Liz riendo

- ¿Cuatro, a quienes te refieres? -  le pregunto.

-a usted suegro por consentidor, a mi marido por incrédulo, al mayor por retar a mi hija y al General que fue quien aprobó toda esta aventura. – respondió Liz sonriendo y se escuchó la carcajada de Victoria al salir de la cocina y entrando al comedor.

-vaya y James que temía tú reacción y fue mejor que la mía, ya estaba pensando como quitarle esa idea de la cabeza a la niña. – dijo Victoria

-para nada, así al menos aprenderá disciplina, y sabré lo que hace, ya me parecía que el haber visto su nombre en las listas de nuevos accesos de seguridad a la base debía ser por algo, ahora hay que ver como lo harán. – respondió Liz ante la mirada de asombro de tres marines, mi hijo, el mayor y Yo.

-Bueno Mayor, se quedará a cenar, ¿verdad? –pregunta mi esposa

-no quisiera molestar

-no es molestia, Liz indícale al Mayor donde puede lavarse, ya que tenemos mucho de qué hablar.

            Minutos después, todos estábamos sentados a la mesa, el Mayor quedo sentado frente a Ángel, que no dejaba de verlo.

- ¿Mayor, vino usted a vigilar que me coma toda mi cena y vaya a dormir temprano? – escucho preguntar a la pequeña

-No, pero ya que lo dices, creo que deberé hacerlo, un marine come de todo, desde los vegetales que le sirven en las comidas, hasta cosas que encuentra en los lugares de despliegue. – le responde el Mayor Alexander Stuart.

-cómo qué?

-Bueno digamos que nos envían al desierto y te quedas sin raciones, pero vez una serpiente de cascabel, las matas, las limpias y la asas al fuego; saben a pollo.

-Y usted me llevara de campamento para eso? – escucho preguntar a mi nieta, y veo que todos vemos al Mayor esperando su respuesta.

-No cariño, eso aún no, pero pueden hacerlo cuando seas mayor, ahora estas muy chica. - interviene su madre, salvando al Mayor.

-Además, puedes ir de campamento en verano, como tu hermano. – le dijo Victoria.

-pero a mí no me gusta el futbol como a James. – replica la pequeña, pues su hermano mayor va a campamentos de futbol en el verano.

-No, pero hay muchos campamentos en donde puedes aprender muchas cosas, pensé que podrías ir el próximo verano a un campamento de equitación. – le dijo Victoria lo que hizo a Ángel sonreír

-Ok, a mí me gusta montar.

-y a qué hora entras a la escuela? - le pregunta el Mayor

-el Bus de la escuela, nos recoge a las siete y yo entro a las siete y media.

-bien, pasare por ti mañana a las siete y cuarto. – le dice el Mayor, y veo a mi pequeño Ángel abrir mucho los ojos y pregunta.

-pero por qué? Pensé que entrenaríamos por la tarde.

-el general ordeno que hiciera unas investigaciones y también quiero saber qué haces todo el día, para ver cómo podemos aprovecharlo mejor.

-Ha sí, lo del guardaespaldas, Mamá Victoria, tendrás que hacerme lonche doble, el mayor también debe comer. – dice Ángel con toda naturalidad.

-claro princesa, yo me encargo, que deseas ensalada de Atún y galletas de Nuez?

-sí, no olvides la limonada.

- ¿Nunca lo haría, rosa Verdad?

-clarooo.

            Al terminar de cenar, todos pasamos a la sala, salvo mi mujer y mi nuera que recogían el comedor tras la cena.

-Buenas noches, yo me retiro, recuerda Ángel mañana a las siete y cuarto en la puerta.

-si Mayor Stuart.

-Te recomiendo que prepares tus cosas y te laves para dormir, no querrás quedarte dormida en la escuela.

-yo no me duermo en la escuela y aún tengo tiempo para irme a la cama, además ya me bañé y me lave el pelo, solo debo ponerme el pijama y llevarme a Alex a la cama para dormir.

-Alex? Yo me llamo Alex o mejor dicho Alexander, pero me dicen Alex, lo que no me agrada mucho. - dijo el Mayor

-mmm, hablaba de mi oso, no creo que usted quepa en mi cama, es muy grande. - le responde Ángel, causando que tanto el Mayor como yo soltemos la carcajada, mientras mi hijo le llama la atención.

-Ivanna!!!

-porque se ríen? Es la verdad, mi cama es muy pequeña para que el mayor quepa en ella, es muy alto. – dice la pequeña muy seria.

-en eso tienes razón princesa, tu cama le quedaría corta al Mayor, pero aun te sirve por un par de años más, luego compraremos una cama digna de una princesa como tú. – le digo aun riendo, pues sé que no le gusta que la traten como niña chiquita a pesar de solo tener cinco años.

-entonces mientras duermas, el oso Alex te cuidara y yo lo hare de día, está claro. - le dice el Mayor sonriendo.

(septiembre 20, 2004 Jacksonville, Carolina del Norte)

(Capitán Richard Jhons)

            Conozco al mayor Alexander Stuart desde hace varios años y sé que es un hombre muy serio y sobre todo muy reservado, por lo general no se ríe con nadie por muy bueno que sea el chiste que se diga, y casi nunca le he visto sonreír realmente,

Pero esta noche lo he visto sonreír durante toda la cena, y conversando en su mayor parte con mi hija, y eso me extraña en verdad, pues a pesar de que Ángel es muy risueña y amistosa, no con todos se abre tanto como lo hizo con el Mayor Stuart, además de que él tiene fama de ser frio y un tanto amargado.

(septiembre 20, 2004 Jacksonville, Carolina del Norte)

(Mayor Alexander Stuart)

            Esta mañana recibí una llamada ordenándome fuera a la oficina del General, solo para decirme que la Señora Victoria Jhons, esposa del coronel retirado James Richard Jhons solicitaba le enseñara defensa personal y artes marciales a su nieta, que al parecer ha estado siendo acosada por algún chico, yo no vi ningún inconveniente en ello por lo que acepte.

            Por la tarde fui llamado a la oficina del General para conocer a mi nueva alumna, y cuál no sería mi sorpresa al ver que era una niña pequeña que apenas si levantaba un metro del suelo. Por lo que dije.

-Esto es una broma General? En verdad me pide que enseñe técnicas de lucha cuerpo a cuerpo y artes marciales a una bebe de pañales?

-Hay Dios No. - dijo el Coronel Retirado cuando siento un fuerte golpe en mi espinilla y uno aún más fuerte en mi entrepierna, lo que hace que me doble del dolor y la sorpresa. Mientras escucho a la pequeña decir

-Yo no soy una bebe de pañales, tengo cinco años y voy solita al baño. - él General soltó una carcajada.

-Ángel, eso no se hace. – la reprende su abuelo

-él dijo que uso pañales, sabes bien que no es cierto. –

-Ángel tienes que disculparte; Ahora¡¡¡- le ordeno su abuelo, yo solo puedo ver cómo nos observa al General y a mi antes de decir algo.

-A ver pequeña, no te molesto que te llamara bebe, ¿sino que dijera que usas pañales? – le pregunta el General.

-así es, los bebes son llorones y delicados y hay que cuidarlos, no saben ir al baño, yo si, por eso ya no uso pañales, el me ofendió. – respondía mostrando un puchero en su dulce carita y cruzándose de brazos.

-me disculpo por eso, así que tienes cinco años, pues pegas duro para tan corta edad. – le digo seriamente.

-gracias, yo me disculpo por pegarle, no debí hacerlo, si mamá grande se entera, no me dará postre en la cena. – dijo la pequeña mientras veía la cara de su abuelo.

-bueno caballeros, creo que este incidente deberá quedar como secreto, no podemos negarle su postre en la cena a la pequeña. – dijo en ese momento el General sonriendo.

-así será General. - le respondo.

-gracias. - dijo la pequeña sonriendo, se ve que es una niña dulce y frágil no entiendo porque quiere aprender artes marciales.

            Tras hablar un poco con el General y el abuelo de la pequeña, pues en verdad es muy pequeña para enseñarla, prefiero preguntarle a ella directamente por su interés en aprender a pelear.

- ¿A ver pequeña, porque quieres aprender a pelear? - Le preguntó

-porque soy pequeña y en el deportivo y la escuela los chicos mayores me molestan y me pegan. –  me respondió, es obvio que escuchar eso no me gusto, verla es recordar aquel pequeño ángel que mi madre ponía en la punta del pino en la época de navidad, tan bella y frágil; ¿quién se atrevería a lastimarla? Por lo que le pregunto bajándome a su altura para verla a la cara. Mientras veo al General, sé que este aun no da respuesta al reporte de la teniente Simmons y quería saber qué había sucedido.

-mmm, me quieres contar como es eso?

-bueno pues lo último fue el sábado en el deportivo, fui con James mi hermano mayor, y me iba a subir al tobogán, pero Tobías, Louis y Max no me dejaban, siempre me insultan llamándome enana, pulga, mocosa y otras cosas por el estilo, como no les hice caso, me empujaron, así que les dije que se iban a arrepentir, ellos se burlaron, en eso me llamo mi hermano y yo quise alcanzarlo en el tobogán, pero Tobías me sujeto del brazo y me tiró al suelo, fue tan fuerte que me marco sus dedos, miren. – me responde enseñándome su pequeño y delicado brazo en donde se aprecian claramente los moretones que le dejaran.

-que más paso? – le pregunto

-James vino y me defendió, como le pegaban entre los tres yo me metí a la pelea y mordí a Tobías en la oreja tras lanzarme a su espalda, Louis me jalo bajándome y a él lo mordí en el brazo, Max quiso sujetarme por detrás y me tapo la boca, por lo que le di de pisotones y cuando me soltó un poco le mordí la mano, A mi hermano le dejaron un ojo morado. Todo está en el video que el director del deportivo le mostro a mi papá.

-así que hay un video? - Pregunto el General

-si pregúntele a mi papa, él lo vio. – le responde

-ya me encargare de eso mañana, Mayor cómo ve la pequeña tiene carácter y podría aprender algunas cosas que la ayuden a defenderse. – dijo el general

-A ver Ángel, ¿qué edad tienen los que te atacaron? – le preguntó

-Tobías tiene once, cumple doce en noviembre, Louis acaba de cumplir diez y Max cumple diez el próximo veinte de octubre, lo sé porque no ha dejado de decirlo en la escuela y es unos días antes de mi competencia.

-así que tienen el doble de tu edad, y siempre te molestan? – le pregunto viendo a los dos hombres tras ella.

-sí, Tobías siempre lo hace, busca cualquier momento para molestarme y cuando me ve sola, me pega, me quita la comida que mi abuela me pone para los descansos, hoy me quito las galletas de nuez, las tiro al piso y las pisoteo, y como papá me regaño por morderlo no le hice nada, no quiero que me castiguen.

-vaya, que desperdicio, yo sé que esas galletas son deliciosas. - le digo

-sí, y yo no pude comer ninguna, y también me quito mi dinero. – dice mirando a su abuelo.

-No te preocupes Ángel, yo te lo vuelvo a dar, ¿pero dime te lastimo? – pregunto su abuelo, puedo ver que ella no desea hablar, acaso la tienen amenazada o les tiene terror. Pero escucho al General decir

-sabes que ese gafete que llevas, te pone bajo mis órdenes y que si te pregunto algo debes contestar, ¿verdad?

-sí,

-bien, dime ese tal Tobías te lastimo esta mañana? – pregunto el General

-sí, me pego y me doblo el brazo. – le contestó

-dime como te pego y te doblo el brazo, repítelo conmigo. - le pido, aunque tengo sospechas de lo que le hicieron.

-el tomo mi brazo y lo jalo para atrás, y me pego una patada en la parte trasera de la rodilla, para tirarme al piso. – dijo la pequeña, al ver que ella no puede hacer la maniobra que se es dolorosa le pido a su abuelo.

-podría ayudarme coronel? – y me levanto

-claro que debo hacer. – dijo su abuelo

-usted es Tobías y yo sobre Ángel, a ver pequeña Tobías hizo esto? – hacemos la maniobra y ella nos observa diciendo

-sí, así fue, pero también jalo mi cabello hacia atrás. –

-entiendo. – dijo el General

-yo también, así que mi pequeña ha estado siendo víctima del abusador de la escuela, porque no me dijiste nada, habría hecho algo mucho antes. – dijo su abuelo molesto.

-porque me dijiste que no debía pelear, solo defenderme, pero desde que estoy en las clases avanzadas se ha puesto peor. – dice la pequeña

-bien, creo que podemos corregir esto, te voy a enseñar a defenderte, te entrenare en artes marciales, pero dejaremos los combates hasta que encuentre a alguien adecuado para ti, también te entrenare en todo, no quiero replicas, serás uno más de mis reclutas en entrenamiento, está claro? – Le indico, ella está muy atenta a mis palabras.  Hablamos de sus horarios y de que tendría que dejar alguna de sus actividades, en fin, que ella tiene dos semanas para aprender a patinar en hielo y yo debo darme una que otra vuelta por su escuela. Pues resulto que el general quiere que investigue la verdad sobre el reporte que tiene del deportivo. Fue entonces que el General dijo.

-entonces mayor se encargará de investigar esto, no es bueno tener un chico, ladronzuelo y abusivo en el deportivo, usted estará encargado de proteger y entrenar a la nueva recluta.

-perdón, proteger? – le pregunto

-así es, ya que tiene que investigar a esos chicos, bien puede proteger a la pequeña y enseñarle algo de defensa. –

-pero señor, estaré de niñera? ¿Quién entrenara a los hombres? 

-Mayor, tiene de las siete a las diez de la mañana para entrenarlos y después de la salida escolar para hacerlo y si no estará en misión especial por dos semanas, ya otro lo cubrirá. – ordeno el general

-misión especial por dos semanas, señor llámelo como quiera, pero me pone de niñera. – me quejó y la escucho decir

-yo no necesito una niñera, Señor, lo que necesito es aprender a defenderme y pelear. – le digo al general, quien poniéndose a su altura le dice.

-sé que no necesitas una niñera, pero si un oficial entrenado en disuadir ataques, se les llama guardaespaldas y el mayor puede hacer ese trabajo muy bien, mientras investiga algunas cosas para mí. Mayor este es el expediente del reporte de deportivo, investigue esto; quiero saber porque la teniente Simmons escribió lo que aquí dice, para poder actuar en consecuencia. – dijo el General entregándome un folder.

-sí señor. – respondo ante la orden del General.

            Pero al parecer cometí un error pues en un momento ella pregunta si la enseñare a disparar y terminamos con que ella será un marine y no solo eso un Seal de la marina a los quince años.

Esta noche voy a su casa y termino quedándome a cenar, le doy instrucciones de que pasare a recogerla a las siete y cuarto de la mañana para llevarla a la escuela,

Esta noche he hablado más tiempo con una mujer que en los últimos cinco años y solo tiene cinco años, que tiene Ángel que me hace desear protegerla aun cuando la razón me dice que estoy mal.

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