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CAPITULO 5   “La recluta más joven del mundo”

(septiembre 20, 2004 Jacksonville, Carolina del Norte)

(Victoria Ángel Ivanna Jhons)

-General puedo preguntar algo? – pregunto al general.

-si dime que deseas saber?

-como recluta de la base, me van a enseñar a disparar esas armas que llevan? – les pregunto señalando las pistolas reglamentarias que tanto el general como el mayor portan al cinto.

-Te gustaría aprender eso? – pregunto el General

-si

-pero eres muy pequeña aun, ya veremos, por lo pronto comencemos con disciplina y artes marciales y después con otras cosas está bien?

-si está bien. – le respondo

-dime quieres ser un marine como tu papá y como yo? – me pregunta el mayor.

-no

-entonces? – pregunta el General

-quiero ser mejor, o no dicen que el alumno debe superar al maestro?

-ANGEL!!! - grita mi abuelo llamándome la atención

-cielos, es cierto. - dice el general sonriendo

-entonces quieres ser mejor que tu papá y yo cuando tengas mi edad, no? – pregunta el mayor

-no

-no comprendo, pero acabas de decir. – dijo mi abuelo.

-yo quiero ser mejor mucho antes, tengo cinco años y el mayor y papá deben tener algo así como treinta o treinta y cinco años, eso es mucho tiempo. – les digo

-mayor qué edad tiene? - Pregunto el general

-veintiocho años, señor

-ven veintitrés años son muchos, yo lo lograre en menos tiempo. – les digo

-estas seguras? No te creó son muchas cosas que aprender para ser un Seal entrenado como tú papá y el lleva quince años en la marina. – dice el general

-bueno pues entonces yo lo seré a los quince años, tengo diez para aprender. – le respondo sonriendo.

-Ángel pero que dices, sabes que será difícil pequeña. – me dice mi abuelo

-yo no te creo, tendría que entrenarte yo mismo para creerlo? – dice el mayor

-bueno, pero tendrá que ser después de la escuela y dejarme tiempo para equitación, e ir al ballet y al teatro con Mamá Victoria, a ella le gusta que la acompañe. – le respondo aceptando con total seguridad.

-cómo? Pequeña eso no era una propuesta¡¡¡ - dice el mayor

-pero usted dijo que me entrenaría o de lo contrario no creería que lo logre, o es que mintió? – le pregunto

-no, pero …

-vera Mayor, a Victoria Ángel Ivanna Jhons, no se le puede retar ni decir nada, pues lo toma todo muy literal. – le interrumpe mi abuelo

-quieres decir? – comenzó a preguntar el general

-que tienes al primer recluta para entrenamiento de comandos Seals de la marina menor de edad en el mundo; ahora mi problema será como decírselo a Victoria. – dijo mi abuelo

-cielos, pero James, como crees que… - comenzó a decir el general cuando mi abuelo le interrumpe

-lo sé, y lo malo es que ella no olvida, tratare de ayudar en algo y hablare con Victoria, puede que ella logre disuadirla, cosa que yo no he logrado hacer nunca. – le dijo mi abuelo sonriendo mientras negaba con la cabeza.

            Veo que los tres se hacen a un lado para hablar entre ellos olvidando que estoy aquí, por lo que me acerco a la ventana para mirar, a un grupo de marinos que pasan trotando en formación, mientras van gritando un verso muy gracioso sobre Homty Domty.

            Yo solo los escucho, porque será que los adultos creen que por ser pequeños no escuchamos u oímos lo que hablan como si no existiéramos o como si ser pequeño significara ser ciego, sordo y tonto. Ellos tres siguen hablando y solo me miran lo se siento sus miradas en mi espalda.

-crees que logre algo? – le pregunta el general a mi abuelo

-no lo sé, pero Ángel es igual de obstinada que su abuela y ya conoces a Victoria. – le responde mi abuelo

-si la conozco. -Le responde el general

-creo que podemos distraerla con ejercicios como el que ve por la ventana., ejercicios de gimnasio y otros no peligrosos, es muy pequeña para aguantar y se cansara. – escucho decir al mayor

-eso espero mayor, no sabe la energía que la pequeña tiene. – le responde mi abuelo

-como cualquier niño coronel, pero si se les agota, se aburren y buscan algo más que les divierta. – dijo el mayor

-bueno, pues el tiempo lo dirá Mayor, solo el tiempo lo dirá. – dijo mi abuelo con resignación.

(septiembre 20, 2004 Jacksonville, Carolina del Norte)

(Coronel Retirado James Richard Jhons)

            Salimos de la oficina de William, y llevo a Ángel de la mano rumbo al auto, pocos minutos después estamos saliendo de la base con rumbo a la casa, tengo mucho que hablar con mi esposa, así que al llegar digo:

-Ángel a bañarte que tengo que hablar con tu abuela.

-si abuelito. -  dice la pequeña retirándose subiendo las escaleras rumbo a su cuarto, por lo que voy a buscar a Victoria.

-que sucede James? – pregunta al verme, pues me escucho enviar a la pequeña a su habitación.

-Que, por un desliz, Ángel cree que la entrenaran para ser un marine, y no solo eso, un Seal, tiene dos semanas para aprender a patinar sobre hielo, antes de que el Mayor Stuart la comience a entrenar en artes marciales, pero habrá que convencerla de que las armas no son buena idea. – le digo a Victoria

-armas? ¿Pero que hicieron? – me pregunta sonriendo

-ya te lo dije, fue un desliz del Mayor, cuando Ángel pregunto si le enseñarían a disparar, le dijo que era muy pequeña, que eso sería cuando fuera más grande, el caso es que le preguntaron si quería ser como su papá y el mayor, y ella dijo al principio que sí, pero después dijo que no…

-y cuál es el problema si ya dijo que no. – me interrumpe Victoria con una sonrisa

-dijo que no quería ser como ellos, que quería ser mejor, y en menos tiempo, según ella será una Seal a los quince años.

-cielos, ahora sí que están en un problema, yo les recomiendo entrenarla poco a poco, la distraeré con campamentos y otras cosas, pero de que tendrán que entrenarla como un marine y un Seal, tendrán que hacerlo; tienen diez años para hacer con ella lo que logran en seis meses con los reclutas normales; yo me encargare de interesarla en otras cosas, pero te lo digo, no quitara el dedo del renglón.

-como en qué piensas interesarla?

-ya veré, debe ser algo mucho mejor que manejar armas y estar rodeada de soldados rudos gritando.

-cielos, como fue a pasar esto.

-no lo sé, solo les pedí que la enseñaran a defenderse, no que la convirtieran en un Seal de la marina.

            Minutos después baja mi pequeña Ángel lista para irse a entrenar al hípico, por lo que Victoria y yo la llevamos; cuando terminaron el entrenamiento, veo a mi nieta acercarse al entrenador y preguntarle

- ¿Señor entrenador, usted cree que soy buena amazona?

-sí, porque lo preguntas Ángel. – le dice el entrenador

-es que me gustaría saber si puedo venir menos tiempo a entrenar, tengo otras tareas que hacer.

-otras tareas que hacer, como qué? – le pregunta el entrenador

-entrenare artes marciales, en la base de la marina de donde está mi papá, debo aprender a defenderme de los abusadores. – le dijo la pequeña con toda sinceridad

-mira veremos que tal te va en la competencia y si demuestras ser una de las mejores, hablaremos de reducir tu tiempo de entrenamiento sí?

-como usted diga entrenador. – le respondió la pequeña al entrenador y sin más se acercó a nosotros.

-porque le pediste menos tiempo para entrenar equitación cariño. – escucho preguntar a Victoria.

-para poder entrenar en la base con el Mayor Stuart mamá Victoria, él me va a entrenar para ser un Marine y un Seal como mi papá.

-pero cariño, eso es cosa de hombres y tú eres una damita. – le dice su abuela

-mamá también es marine abuela y es mujer – le respondió la pequeña y Victoria ni yo tuvimos una respuesta contra eso salvo decirle.

-pero tu mama es de inteligencia, trabaja con su cerebro, mientras que tu padre, trabaja con sus músculos. - Le dice mi esposa

-y cuál es la diferencia? Pregunta mi nieta

-que las mujeres usamos más el cerebro, por lo que ponemos más atención en los detalles y los hombres usan más el cuerpo, por lo que trabajan con fuerza bruta, acaso me vez a mi o a tu mamá levantando cosas muy pesadas, ¿no verdad? Eso es porque usamos el cerebro y hacemos que tu papá y tu abuelo que son más fuertes lo hagan por nosotras, ¿entiendes? – escucho la explicación de Victoria mi mujer, y solo puedo reír al ver lo bien que ejemplifico la manipulación femenina.

-sí, entonces debo aprender a ser más fuerte. – respondió Ángel

-y como harás eso? – le pregunto

-fácil abuelito; entrenando como papá. – me responde con una amplia sonrisa mi nieta desde el asiento trasero; no me queda más que aceptar lo inevitable, ella entrenara para ser un Seal; el Seal más joven de la historia. Esto mientras miro a mi esposa que también ha comprendido que sería difícil si no es que imposible hacer cambiar de opinión a nuestro Angelito, así que una vez dentro del auto regresamos a casa.

            Una vez en la casa, mi pequeña fue a cambiarse y lavarse y mi esposa fue a preparar la cena, y poco después llega mi nieto James.

-abuela ya llegué – grita el niño desde la puerta

-ve a bañarte, que cenaremos en un rato. – le ordena su abuela desde la cocina

-cómo te fue hijo. – le pregunto al pequeño

-bien abuelo, empatamos en un partido de práctica, voy a bañarme.

-anda y lávate bien esas orejas. – le digo sonriendo.

            Esa noche al llegar mi hijo Richard me pregunto

-y bien papá, alguien me dijo que fuiste dos veces a la base, que paso?

-nada, que crees tú que paso?

-que el General se negó y tendré que buscar una escuela de artes marciales para Ángel.

-pues no hijo, Ángel tiene dos semanas para aprender a patinar y después dejarlo para dedicarse a entrenar con el mayor Stuart.

-en serio conseguiste que aceptaran?

-claro que sí, te dije que conozco al general

-buenas noches familia, ya llegué. – se escucha la voz de mi nuera Elizabeth

-pasa hija, cenaremos en un momento. - le dice Victoria

-hijos tenemos que hablar después de la cena. – les anuncio seriamente

-que pasa coronel? - Me pregunta Liz mi nuera.

-nada hija, solo noticias, pero después de cenar, anda vayan a lavarse.

           

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