Ava DeCostelloNew YorkMe desperté a media noche, tenía mucha hambre y no me di cuenta si nos habían traído algo para comer, me levanté del pecho de Eryx, con la intensión de bajarme de la cama, cuando me quedé sorprendida la escuchar su voz.– ¿Qué pasó, mi amor? No has dormido nada.Era cierto, porque no llevaba ni media hora de haber cerrado los ojos, pero como estaba tan a gusto en sus brazos, no me quería levantar, pero el hambre pudo más que yo.–Es que tenemos hambre, amor, tu hija, está pidiendo que la alimente.Lo miré a los ojos y sonreí, estaba tan guapo qué me lo comería de un bocado, Eryx, era un hombre apetecible y creo que mis hormonas en ese momento hablaban por mí. Porque ahora solo tenía hambre de él–Qué se te antoja comer Ava, porque podemos pedir un servicio a la habitación porque no creo que quieras salir verdad.No quería salir, ni hoy ni mañana, quería pasar así toda la luna de miel, pero no se iba a poder, teníamos que salir mañana temprano, teníamos que disf
Eryx DeCostelloNew YorkDormí cómo nunca había dormido esa noche, a pesar de las pocas horas que dormimos. Pensé que, por la mañana siguiente, para salir tan temprano del hotel me iba a costar trabajo despertar a mi hermosa Ava y resulta ser que el que se quedo dormido fui yo. Ella ya estaba vestida, cambiada y arreglada cuando me despertó con suaves besos en mi cuello, despertando todo en mí.–Señor Janssen, necesito que abra sus hermosos ojos al mundo – Me dijo en un tono muy sexy – Por favor, amor. Te estoy hablando desde hace rato.Yo no había escuchado nada de lo profundo que estaba, pero le creía totalmente lo que me decía, porque me sentía tan relajado y con ganas de seguir durmiendo, pero me acordé que teníamos que salir temprano.–Ava, mi amor ¿Ya nos dejó el avión? – Pregunté aturdido – Tengo demasiado sueño, acuéstate a mi lado, mi morena de fuego.–No puedo mi amor, es lo que más deseo, pero no podemos llegar tarde al aeropuerto. Te he preparado un café para que despierte
Eryx DeCostelloNew YorkTrataba de tener los ojos abiertos, pero en momentos cabeceaba y después cuando ya nos llamaron a abordar, sentí alivio ya por fin nos íbamos a sentar en el avión y podría dormir un rato, sin temor a perder el avión. Nos subimos y tomamos nuestros lugares de primera clase, cortesía de Dante. Mi hermano, se había lucido al regalarnos este viaje de luna de miel.–Eryx, amor te ves muy cansado – Me dijo Ava tomando mi mano – Apenas si lo puedo creer. Parece que el embarazado eres tú.–No es eso, mi mujer maravilla – Reconocí apenado – Yo si no duermo mis ocho horas estoy frito. Parezco bebé, siempre me hacen burla mis hermanos y además me siento cansado de la espalda, es por culpa del colchón de la suite.Ese era un problema constante, pues los colchones de esas habitaciones, lo normal era que fueran confortables, mientras que yo necesita uno más rígido, para poder soportar ese problema de espalda.–Ya mi amor, no te quejes. Tú duerme, mientras que yo disfrutaré
Ava DeCostello Miami Nos bajamos del avión, con un Eryx, ya más despejado y fuimos a la sala de espera para recoger las maletas, éramos los últimos y ya nuestras maletas habían sido retiradas de la banda transportadora. Yo llevaba una bolsa con todo lo que había comprado en el avión estuve encantada con todas las cosas que habían en el catálogo. –Ava, ahora me arrepiento de haber traído tantas cosas, creo que de lo que traigo no me voy a poner ni siquiera la mitad. No entendía porque mi esposo, viajaba siempre con tanto equipaje, aunque quisiera ponerse toda esa ropa, no lo iba a hacer, si en una luna de miel era lo que menos se necesitaba. Yo encantada teniéndolo desnudo todos los días en la cama. –Eryx, amor, deja que vaya a buscar a uno de los encargados de los carritos, para que nos ayude con las maletas, no quiero que te lastimes la espalda, por favor, apenas vamos a comenzar la luna de miel y no puedes mover cosas pesadas. En eso venía uno de los encargados de las maletas
Ava DeCostelloMiami–Ava, mi amor, tengo un poco de sueño todavía – Dijo quitándose el pantalón y la camisa que traía, y acostándose en la gran cama.–Claro que sí mi amor, no te preocupes, vamos a descansar un rato.–Déjame dormir por lo menos dos horas más, mi amor, Ava, siento que no he dormido nada – Enseguida cerró los ojos.Cuándo Eryx, ya se había dormido, di un recorrido por la suite matrimonial, estaba segura que íbamos a permanecer más tiempo en la habitación que en la playa, aquí lo teníamos todo. Luego me fui un rato a la terraza dónde estaba la mini alberca y me dieron muchas ganas de meterme en ella pero mejor iba a esperar a que mi esposo despertara para hacerlo los dos.Me había dicho que solo lo dejara dormir un par de horas porque quería ir a recorrer la plaza que se encontraba dentro del hotel. Cambié la ropa que traía y me puse el traje de baño este era en color blanco, qué me habían obsequiado Ary y Janice, para este día en especial.Me acosté al lado de Eryx y
Eryx DeCostelloMiamiDisfrutamos de ese momento relajante mi hermosa morena y yo, estar a su lado en todo momento, era la parte más hermosa de mi día y de mi vida. Miami era todo un paraíso y Dante había dado en el clavo, al darnos este maravilloso viaje de luna de miel, había sido una muy buena elección.Seguimos tomando de las bebidas refrescantes, regalándonos besos y abrazos y nos amamos varias veces durante ese primer día de nuestra llegada a Miami. Estando acostados y abrazándonos, Ava se puso de pie rápidamente, lo que me asustó pensando que se pudiera estar sintiendo mal.–Ava mi amor ¿Qué está pasando mi hermosa morena? – Me levanté también – Sí te sientes mal, vamos ahora mismo a una clínica a que te revisen.–Eryx, no seas tan pesimista, amor – Ella se reía – Para nada me siento mal, de hecho, mi energía me ha puesto en pie. Tú hija, no se está quieta y quiere que vayamos a caminar un rato y después a cenar.Que susto me había llevado, y solo se trataba de que quería ir a
Eryx DeCostelloMiamiCuando por fin tuve todo en orden, Ava y yo salimos de la suite y bajamos al lobby y a recepción, para preguntar ahí ¿En dónde quedaba el restaurante exclusivo al que Dante, nos estaba enviando?–Hola buenas noches. Quisiera saber de este lugar – Saludé y le mostré a la recepcionista la tarjeta que nos dejó Dante con la foto del restaurante – Y si nos pudieran llevar desde aquí.–Hola buenas noches, señor DeCostello ¿Cierto?–Sí, señor Eryx DeCostello, para servirle – Respondí.–Hay una limusina esperando por usted y por su esposa. Saliendo por la puerta principal a mano derecha, el chofer los está esperando para llevarlos al lugar.–Muchas gracias, señorita. Es usted muy amable.–Por nada, que disfruten la velada y muchas felicidades por su matrimonio.–Muchas gracias – Respondimos Ava y yo.Salimos tomados de la mano del hotel y caminamos a la limusina en la que, ya nos esperaba un chofer, como nos había dicho la recepcionista. El apenas nos vio y abrió la puer
Ava Janssen MiamiEryx y yo admirábamos la hermosa vista que teníamos desde lo alto de ese hermoso restaurante. Era relajante estar así, sentados, mirándonos a los ojos y sintiendo la arena en nuestros pies eso sumado a la majestuosidad del mar frente a nosotros, era algo que era fuera de este mundo.Nos llevaron una deliciosa cena de tres tiempos que degustamos encantados y al terminar de cenar, recogimos nuestros zapatos y salimos por la puerta que daba a la playa para irnos a caminar un rato más.–Que hermoso estuvo esto de la cena, amor – Tomé a mi esposo de la mano – Hasta ahora ha sido la luna de miel ideal.Estaba maravillada de todo lo que nos había preparado mi cuñado, según como me había fijado, Dante era el hermano más detallista y consentidor de todos, siempre estaba ayudando a sus hermanos. No me imaginaba cual sería la siguiente sorpresa que nos tendría preparada.–Todo es ideal contigo Ava, desde que te conocí han sido muchas cosas juntas. Recuerdo que nunca nadie me h