Eryx DeCostelloNew YorkAva y yo estábamos viviendo el más grande sueño que toda pareja puede vivir, estábamos recién casados y en espera de nuestro primer hijo. Mañana nos íbamos a ir a Miami de luna de miel y yo, era el hombre más feliz del mundo. Ava y yo, permanecimos acostados en la cama por un momento y después, ella se puso de pie.–Ahorita regreso, Eryx Janssen – Se reía de mí seductoramente – Voy al tocador.La deseaba con todas las fuerzas, era una dicha tenerla ya como mi esposa, ya era Ava DeCostello, y ya pronto seriamos padres, era algo demasiado maravilloso, uno de mis sueños que en muy poco tiempo se haría realidad.–Claro, mi mujer maravilla. Estaré esperando ansioso.Era raro que, me sintiera tan nervioso en aquellos momentos yo, no podía creer tanta felicidad junta, ahora entendía porque nunca nada me funcionó bien con ninguna otra mujer. En mi vida, siempre hubo sitio solo para la mujer indicada para mí y esa mujer, resultó ser mi Ava Janssen, ahora mi esposa Ava
Eryx DeCostelloNew York Ava gemía en mi boca y eso me desesperaba y me incitaba a seguir haciendo lo que estaba haciendo. Seguimos moviéndonos y perdiéndonos al compás de ese beso que significaba todo para los dos y después, ella me desabrochó el cinturón y el pantalón. Me puse de pie, para despojarme de todo menos de la ropa interior, para equilibrar el marcador, Ava se comenzó a reír y me hizo sentir apenado.–Ava ¿De qué te ríes, amor? Sólo me he separado de ti para quitarme la ropa que me estorba – Me reí con ella, sin saber porque – Pero, veo que te ha dado risa.–Eryx, es que con ese cuerpazo que tienes, sinceramente no sé qué haces en la empresa. Pudiste ser modelo de una marca de ropa interior, modélame, ándale – Me pedía mi esposa – Te ves guapísimo.–Eres muy ocurrente – Me sacó una carcajada de nervios – Con razón Ary y tú se llevan de maravilla, nunca me pasó por la mente eso de ser modelo. Aunque no lo creas, soy muy cohibido.–Es tiempo que dejes de serlo – Ava se acos
Ava DeCostelloNew YorkEstábamos teniendo nuestra primera noche como marido y mujer, Eryx me hacía la mujer más feliz de la tierra. Yo que ya me había resignado a no tener nada con nadie, resulta que ahora lo tengo todo. Tenía al hombre más especial del mundo y ya ahora que íbamos a ser padres, se haría realidad mi sueño más anhelado.Tenía un poco de sueño, pero en realidad no me quería dormir quería hablar de muchas cosas con Eryx, de nuestro futuro de cómo serían nuestros días a partir de ahora y de cómo estábamos esperando con mucho amor a nuestro primer bebé.Me sentía eufórica porque todo se estaba acomodando a nuestro favor y ya habíamos saltado, todos los obstáculos que se nos habían presentado anteriormente. Ya nada, ni nadie, nos podían separar.– ¿Ava, estás despierta mi amor? Tenemos que descansar para estar listos mañana.Siempre cuando teníamos estas actividades me provocaba un sueño terrible, pero de esos que nada más quería estar en los brazos de Eryx. Descansar en su
Ava DeCostelloNew YorkMe desperté a media noche, tenía mucha hambre y no me di cuenta si nos habían traído algo para comer, me levanté del pecho de Eryx, con la intensión de bajarme de la cama, cuando me quedé sorprendida la escuchar su voz.– ¿Qué pasó, mi amor? No has dormido nada.Era cierto, porque no llevaba ni media hora de haber cerrado los ojos, pero como estaba tan a gusto en sus brazos, no me quería levantar, pero el hambre pudo más que yo.–Es que tenemos hambre, amor, tu hija, está pidiendo que la alimente.Lo miré a los ojos y sonreí, estaba tan guapo qué me lo comería de un bocado, Eryx, era un hombre apetecible y creo que mis hormonas en ese momento hablaban por mí. Porque ahora solo tenía hambre de él–Qué se te antoja comer Ava, porque podemos pedir un servicio a la habitación porque no creo que quieras salir verdad.No quería salir, ni hoy ni mañana, quería pasar así toda la luna de miel, pero no se iba a poder, teníamos que salir mañana temprano, teníamos que disf
Eryx DeCostelloNew YorkDormí cómo nunca había dormido esa noche, a pesar de las pocas horas que dormimos. Pensé que, por la mañana siguiente, para salir tan temprano del hotel me iba a costar trabajo despertar a mi hermosa Ava y resulta ser que el que se quedo dormido fui yo. Ella ya estaba vestida, cambiada y arreglada cuando me despertó con suaves besos en mi cuello, despertando todo en mí.–Señor Janssen, necesito que abra sus hermosos ojos al mundo – Me dijo en un tono muy sexy – Por favor, amor. Te estoy hablando desde hace rato.Yo no había escuchado nada de lo profundo que estaba, pero le creía totalmente lo que me decía, porque me sentía tan relajado y con ganas de seguir durmiendo, pero me acordé que teníamos que salir temprano.–Ava, mi amor ¿Ya nos dejó el avión? – Pregunté aturdido – Tengo demasiado sueño, acuéstate a mi lado, mi morena de fuego.–No puedo mi amor, es lo que más deseo, pero no podemos llegar tarde al aeropuerto. Te he preparado un café para que despierte
Eryx DeCostelloNew YorkTrataba de tener los ojos abiertos, pero en momentos cabeceaba y después cuando ya nos llamaron a abordar, sentí alivio ya por fin nos íbamos a sentar en el avión y podría dormir un rato, sin temor a perder el avión. Nos subimos y tomamos nuestros lugares de primera clase, cortesía de Dante. Mi hermano, se había lucido al regalarnos este viaje de luna de miel.–Eryx, amor te ves muy cansado – Me dijo Ava tomando mi mano – Apenas si lo puedo creer. Parece que el embarazado eres tú.–No es eso, mi mujer maravilla – Reconocí apenado – Yo si no duermo mis ocho horas estoy frito. Parezco bebé, siempre me hacen burla mis hermanos y además me siento cansado de la espalda, es por culpa del colchón de la suite.Ese era un problema constante, pues los colchones de esas habitaciones, lo normal era que fueran confortables, mientras que yo necesita uno más rígido, para poder soportar ese problema de espalda.–Ya mi amor, no te quejes. Tú duerme, mientras que yo disfrutaré
Ava DeCostello Miami Nos bajamos del avión, con un Eryx, ya más despejado y fuimos a la sala de espera para recoger las maletas, éramos los últimos y ya nuestras maletas habían sido retiradas de la banda transportadora. Yo llevaba una bolsa con todo lo que había comprado en el avión estuve encantada con todas las cosas que habían en el catálogo. –Ava, ahora me arrepiento de haber traído tantas cosas, creo que de lo que traigo no me voy a poner ni siquiera la mitad. No entendía porque mi esposo, viajaba siempre con tanto equipaje, aunque quisiera ponerse toda esa ropa, no lo iba a hacer, si en una luna de miel era lo que menos se necesitaba. Yo encantada teniéndolo desnudo todos los días en la cama. –Eryx, amor, deja que vaya a buscar a uno de los encargados de los carritos, para que nos ayude con las maletas, no quiero que te lastimes la espalda, por favor, apenas vamos a comenzar la luna de miel y no puedes mover cosas pesadas. En eso venía uno de los encargados de las maletas
Ava DeCostelloMiami–Ava, mi amor, tengo un poco de sueño todavía – Dijo quitándose el pantalón y la camisa que traía, y acostándose en la gran cama.–Claro que sí mi amor, no te preocupes, vamos a descansar un rato.–Déjame dormir por lo menos dos horas más, mi amor, Ava, siento que no he dormido nada – Enseguida cerró los ojos.Cuándo Eryx, ya se había dormido, di un recorrido por la suite matrimonial, estaba segura que íbamos a permanecer más tiempo en la habitación que en la playa, aquí lo teníamos todo. Luego me fui un rato a la terraza dónde estaba la mini alberca y me dieron muchas ganas de meterme en ella pero mejor iba a esperar a que mi esposo despertara para hacerlo los dos.Me había dicho que solo lo dejara dormir un par de horas porque quería ir a recorrer la plaza que se encontraba dentro del hotel. Cambié la ropa que traía y me puse el traje de baño este era en color blanco, qué me habían obsequiado Ary y Janice, para este día en especial.Me acosté al lado de Eryx y