Eryx DeCostelloNew York — ¿Fuiste hoy a la empresa? —Solo un rato, los accionistas de la agencia de publicidad pidieron un receso para estudiar el caso Peterman, aproveché y me fui al spa. — ¿Y cuéntame cómo va el caso? —Es algo complicado, Peterman, quiere que vayamos a filmar el comercial a Canadá y los modelos que quiere están en otros proyectos y no se encuentran en el país, están en Milán y de ahí pasan a París, ya hablamos con sus agentes publicitarios y tenemos que esperar a que se desocupen. — ¿De casualidad no pidió cambio de modelos? —No, dijo que son esos o son esos, pero se tiene que esperar. —Yo no es nuestra culpa, cuando estuvieron libres no quiso hacer el comercial. —Mira, desde un comienzo dijo para que fecha lo quería, porque quiere aprovechar las luces de las auroras boreales, pero ya no se va a poder, está por terminarse el periodo más probable de que se den.
Ava Janssen New YorkLa alarma me despierta a las 7:00 am, la dirección a la que voy es prácticamente al frente del hotel donde me hospedo, es mucho mejor que la distancia que tenía en Londres cuando trabajaba. Falda negra, blusa blanca y zapatos negros, bolso gris, estoy lista después de haberme bañado y arreglado, paso al restaurante del hotel, un desayuno ligero, café, jugo de naranja, pan tostado y mermelada, lo que llaman un desayuno americano.Cruzo la acalle y literalmente a solo tres edificios se encuentra la empresa del conglomerado DeCostello. Llego donde se encuentran las recepcionistas, voy con la que está desocupada, le entrego la hoja que imprimí antes de salir. La toma, revisa y me ve con ojos que me escanean por completo.—Buenos días, señorita, me presento para el puesto de secretaría ejecutiva.—Debe pasar primero a RR.HH. ahí la recibirá la encargada de dar las capacitaciones.—Muchas gracias, ¿me puede indicar cómo llegar, por favor?—Desde luego, tome el ascensor
Eryx DeCostelloNew YorkDespués de haber terminado la junta que nos incumbía a Dante y a mí, llegamos a la empresa con bastante tiempo de sobra, los documentos me esperaban cual fuente desbordante, se habían acumulado lo de un día y medio. Pero es algo por lo cual no me dejo avasallar. Bien aquí estamos sacando lo que se había postergado, con interés, por así decirlo.Tocan la puerta, levanto la vista de la cantidad de papeles que tengo que revisar y firmar, está en la entrada Michael Davis y una joven de por lo menos unos veintitantos años. Se nota lo nerviosa que está. Tiene su bolso abrazado a su pecho como si le temiera a algo.—Hola, Eryx, te traigo a Marissa Jones, será tu ayudante por el día de hoy — la presenta Michael — Marissa él es Eryx, el presidente del corporativo DeCostello.Al presentarse Michael con una linda chica, muy joven para rematar, estoy seguro que es la que padre ha elegido, sabe de sobra que no estoy para juegos, pensé que eso era parte del papel de mamá, l
Eryx DeCostelloNew YorkEn ese momento que estaba tan concentrado, el timbre del teléfono de mi oficina me sacó de mi estado de concentración, lo que me faltaba pensé. ¿No podían dejarlo a uno trabajar con tranquilidad?—Diga— Tomé la llamada.—Eryx, hijo, buenos días, sé que te encuentras ocupado —Dijo mi padre — No te quitaré mucho tiempo, únicamente te llamo para saber ¿Cómo te está yendo con Marissa? Espero te esté siendo de mucha utilidad.Por supuesto, padre. Guardé silencio antes lo dicho por mi padre y traté de contener mis demonios internos que amenazaban con salir y desquitar con mi padre él coraje que me causó la incompetente de Marissa, así que lo más tranquilo que pude le respondí.—No, no me ayudó en nada, por el contrario papá, Marissa sólo vino a perjudicarme y te pido de la manera más atenta que la próxima vez que me mandes a alguien, te asegures personalmente que ese alguien va a servirme de algo y por Marissa no te preocupes, ya debe estar en la calle. Hasta luego,
Eryx DeCostelloNew YorkNos miramos mi hermana y yo, claro Gaia, podía hacerse la mártir en todo esto, la dejábamos porque era imposible hacerla cambiar de parecer. Le guiñé un ojo y desde ahora empezaba la función y veríamos quien ganaba.–Hola Ariana, me da gusto verte – Le dije a mi hermana – Por primera vez en el día coincido contigo madre, ordenemos que tengo muchas cosas que hacer en la empresa, espero que esto se haga rápido.Llegó nuestro mesero particular a asistirnos y mi madre ordenó por nosotros como era su costumbre, imponerlo todo y a lo que todos mis hermanos incluida mi hermana Ariana ya estábamos acostumbrados. Ese día para no pelear, accedí a lo que mi madre quisiera ordenar, bueno siempre pedía comida muy saludable, no me podía quejar.Ariana hizo una mueca desaprobando lo que iba pidiendo nuestra madre, mi hermana pediría una hamburguesa doble o un bistec con muchas papas fritas, una malteada de chocolate, pero se tenía que conformar con una entrada de sopa minest
Ava Janssen New YorkLas diferentes empresas de las que se encargaba en conglomerado era vasta, tenia, empresas para la construcción, editoriales, publicidad, negocios internacionales, bufete de abogados, escuelas, universidades, eran unas de las tantas actividades a las que representaban, la cabeza de la organización por lo que nos dijeron era el hijo mayor de los socios mayoritarios y fundadores. Pero contaba con la ayuda de sus tres hermanos, dos hombres y una mujer.Con las diferentes sucursales en las demás ciudades, te hacías una idea de la cantidad de empleos que generaban cada año. También nos hablaron de la disponibilidad de tiempo, por lo visto se trataba de tiempo completo, ya que en muchas ocasiones se tenía que viajar a las diferentes ciudades. Los jefes siempre tenían que viajar con sus secretarias o asistentes.Adalise estaba muy concentrada en lo que nos estaba indicando, su jefe entró y le hizo una seña para que fuera con él. Le dijo algo que no se alcanzó a escuchar
Eryx DeCostello New York Después de la comida con mi madre y Ary, regresé a la oficina, tenía un asunto pendiente con Jerome, no me había dado noticias de la investigación que le encargué. La mujer escurridiza que me había salvado la vida, no podía esfumarse así como así, en algún lado debía estar. Tomo el teléfono y le marco a mi hermano. —Hola, hermano ¿cómo estás? estaba a punto de llamarte. Bueno eso era cierto, le dije a qué hora iba a estar en la oficina después de mi comida obligada. No podía negar que haber comido con mi madre fue algo fructífero, el día de mañana se convencerá de lo que le dije, no me iba a andar con rodeos, que se metiera en la cabeza, que a mí nadie me obligaba a nada. Pues no iban a estar jugando a los casamenteros conmigo. —Espero que me tengas buenas noticias. Fui directo, Jerome sabía que a la hora de buscar respuestas no le daba vueltas al asunto. Así que esperaba tener buena noticias de su parte. —Sí, también me encuentro bien, muy amable de tu
Ava Janssen New YorkEra sábado 8 en punto de la mañana, ya nos encontrábamos en la sala de juntas donde se llevaría a cabo este día el curso de capacitación, de verdad era espaciosa, ayer no me había percatado que conformaba todo un piso, por eso la cocina y las suites de las que habló Adalise.Llegamos a la parte media del curso, las dudas no se hicieron esperar de cómo iba a ser el acomodo de las asistentes. Pero eso lo sabríamos mañana al final. Todas estábamos expectantes.—Bueno, pueden pasar a la cafetería por un refrigerio o bien pueden salir a dar un paseo, el receso es de media hora; las espero dentro de un rato.—Claro que sí, gracias Adalise — contesté.—Gracias Adalise — dijeron las demásEn cuanto Adalise salió de la sala, Eillen sacó su móvil y empezó a buscar algo en él. Era como una obsesión para ella, no se podía estar quieta con ese aparato, la verdad a mí, solo me servía para hablar y recibir llamadas.—Hoy es el gran día, todos están hablando del evento de funció