"Mami, ojalá pudiera ir contigo. Quiero ver a mis hermanos", dijo Lucas mientras perseguía a Shantelle y Evan por el camino de entrada. El joven había escuchado que era el día de revelación del género de los gemelos. "Lo siento, cariño, pero ya sabes que los niños no pueden entrar en el hospital, ni siquiera antes de que te enfermaras", le dijo Shantelle a Lucas. Le dio un beso en la mejilla y sugirió: "¿Pero no tienes una videollamada con Lily más tarde? Debe de estar esperando con ansias". Como era fin de semana, Lucas y Lily tenían más horas para conversar. Siempre era algo que Lucas esperaba con impaciencia todos los días. "¡Ay, verdad! Entonces, ¡ya no estoy triste!", dijo Lucas. "¿Y adivina quién viene hoy a jugar contigo?", preguntó Evan, mientras sus ojos recorrían brevemente el enorme césped de su nueva mansión. Hace dos semanas que se habían mudado a su nuevo hogar. Lucas lo disfrutaba, pero tener a Miguel como único compañero de juegos físico no era suficiente.
Todos llevaban pinzas en la nariz. Respiraban por la boca mientras las empleadas servían las frutas que Keith había traído de Maui. Al parecer, el coche que llegó traía la sorpresa de Keith. Evan se apretó especialmente la nariz con más fuerza antes de decir: "Durian. ¿Tu sorpresa especial para nosotros es durian?". Keith señaló a Shantelle y dijo: "A Shanty le encanta el durian. Ella y Karise se dieron un festín de durians durante su residencia en Warlington". Los amigos de Evan, incluyendo a Karise y James, estaban delante de la larga mesa del patio, listos para comerse la fruta exótica. Keith había retado a todos los presentes a probarla y hasta los incentivó con una recompensa monetaria de quinientos dólares al que lo hiciera. Lucas, James y Sean se sintieron atraídos al instante por la idea. Wendell también participó. Evan estaba listo para botar el durian, ya que odiaba su olor, pero Shantelle dijo: "Sorprendentemente, ¡no me da asco este olor!". "¡A mí tampoco, mami!
Dos meses después.A las veintisiete semanas de embarazo, el vientre de Shantelle parecía a punto de dar a luz. Sin embargo, como tenía gemelos, era normal que a esas alturas su barriga creciera como una sandía. Shantelle se esforzó al salir del coche con Evan, con una mano soportando el peso de su barriga. Suspiró y dijo: "Recuérdame por qué vinimos". "Para apoyar a tu amiga Karise", respondió Evan antes de reírse entre dientes. Le guiñó un ojo a su esposa y agregó: "Si por mí fuera, preferiría acurrucarme contigo, desnudos en la cama". "¡Pfff!" Quitándose de encima los traviesos pensamientos de su esposo, dijo: "Cierto. Karise". Shantelle también preferiría estar en casa, descansando en aquel buen fin de semana. Sin embargo, era un día especial para Karise y un gran paso para Keith. Keith iba a presentar a Karise a sus padres y Shantelle tenía que mostrar su apoyo a su amiga. Evan estaba haciendo lo mismo por Keith. Estaba encantado de que Keith estuviera superando en s
"¡Keith! ¿Qué esperas? ¡Vámonos!", ordenó Evan. Ayudó cuidadosamente a su esposa fuera de su asiento. Al notar la expresión de desconcierto de Keith, Evan repitió: "¡Vámonos, Keith!". "Evan, ¿no me escuchaste? ¡Keith te traicionó!", dijo Charles. "¡Hizo que sufrieras todos esos años, impidiéndote ver a Shantelle! ¡Deberías castigarlo! ¡Sacarlo de tu red de negocios y de tus contactos". Charles fulminó a Keith con la mirada y dijo: "Él no es tu amigo, no merece tu apoyo…" "¡Basta!", gritó Evan. "¡Ya lo sabía! ¡Conozco cada detalle de la traición de Keith!". El silencio invadió el lugar en cuanto Evan lo admitió. Continuó diciendo: "¡Pero lo perdoné! Todo lo que Keith hizo para separarnos a Shantelle y a mí, ¡ya lo perdoné!". "¡Ya es agua pasada! Estás tratando de sacar un problema enterrado desde hace mucho tiempo!", dijo Evan. "Lo diré nuevamente: estaba destinado que nuestra amistad siguiera". "¡Wendell, Sean!", llamó Evan. "¡Vamónos!" Wendell entró en sí. Las acciones d
Keith ajustó su asiento, echándolo hacia atrás para tener más espacio. En cuanto Karise subió al coche, se sentó a horcajadas sobre su regazo. Seguidamente, sus labios sellaron los de él y se envolvieron en un apasionado beso, en el que sus lenguas se entrelazaron rápidamente. "Mueve las caderas, bebé", dijo Keith mientras empujaba el peso de ella contra su ingle. "¿Sientes eso? Estoy muy duro por ti". "Mmmm," Karise gimió en su boca mientras sentía la excitación. Podía sentir el cosquilleo en su cuerpo. Su entrada se mojaba al notar el bulto bajo los pantalones de él. Con una mano detrás de su cuello, Keith le introdujo la lengua más profundamente en la garganta de Karise. Disfrutaba chuparle la lengua y morderle el labio mientras le tocaba los senos. Karise llevaba un vestido de cóctel con escote V, lo que facilitaba a Keith introducir la mano y acariciarle el pecho. Masajeó repetidamente sus senos, jugando con sus pezones. La sensación provocó escalofríos en Karise. Junt
Habían pasado dos semanas desde el incidente en la mansión de los Henderson. Keith entró en una sala de reuniones de Prima MedCare. Era una sesión solicitada por su padre, Charles. Keith sacudió la cabeza ya que sabía del motivo de la reunión. Por desgracia para Keith, su padre seguía teniendo autoridad, porque poseía el diez por ciento de las acciones de la empresa. Charles seguía teniendo derecho a expresar y sugerir cualquier cosa relacionada con la empresa. Lo peor era que su padre conocía a todos los accionistas, por ser el anterior director general. "Buenos días", dijo Keith mientras tomaba asiento. "Antes de entrar en esta reunión, tengo a alguien que se unirá a nosotros". Evan entró en la sala, sorprendiendo a los miembros de la junta. "¿Qué hace Evan aquí?", preguntó Charles frunciendo el ceño. Edward, el asistente de Keith, entró y distribuyó el documento donde indicaba la nueva adquisición de acciones de Prima MedCare por parte de Evan. Era una participación de
En la sala de reuniones de Prima MedCare, Evan y Keith mantenían una seria conversación sobre el plan para pedirle matrimonio a Karise. "¿Y si Karise dice que no?", preguntó Keith. "Entonces, inténtalo de nuevo. Shanty no dijo que sí la primera vez que se lo propuse", admitió Evan. "Además, ¿por qué diría que no? ¿Por qué dudas de ti mismo?" "Porque aún no sé qué piensa ella del matrimonio, teniendo en cuenta que acabo de admitir que la amo. Sinceramente, me preocupa que la esté apresurando", explicó Keith. "Creo que la duración de su relación no importa. Lo que más importa es que estés preparado, no solo con los sentimientos, sino en general: mental, emocional y económicamente. ¿Estás preparado, Keith?", preguntó Evan. "¿Como hombre? Tengo todo lo que necesito para formar una familia. Hace tiempo que estoy preparado. Quiero una familia con Karise", admitió Keith. "¡Bueno! Entonces pregúntale a Karise qué piensa al respecto", dijo Evan. El hombre miró la hora y luego vo
Karise se sorprendió al ver que la Casa de Batidos estaba reservada para su reunión. No sentía que fuera necesario. El local era lo suficientemente grande para acoger a sus invitados y a los clientes que acudieran sin reserva. A Karise le pareció exagerado. Sin embargo, también apreciaba la privacidad. Karise notó cambios en la decoración, pero, por otra parte, también notó una pancarta colosal felicitándola por su ascenso. La Casa de Batidos tenía un ambiente hogareño. Había largos sofás a los lados con cojines en forma de pastelitos y de caramelos. La mayoría de las mesas del centro eran cuadradas y blancas, pero para aquella ocasión las habían preparado para acomodar a seis invitados cada mesa. La familia de Karise llegó primero. Su padre y su hermano menor tenían unas sonrisas enormes en las caras, lo que a ella le pareció extraño. Llegaron algunos de sus colegas, quienes se comportaron como de costumbre, ¡excepto que se quedaron sorprendidos tras enterarse de que estaba s