"¿Intentas robarme a mi hombre y solo piensas en esas tartas?", se burló Bridget. Estaba tan furiosa que no analizó la situación adecuadamente. Se giró hacia Allen y le dijo: "¿También quedaste con ella aquí? ¿Delante de mi padre?" Bridget desvió su atención hacia el hombre mayor y reveló: "¡Papá, esta mujer está seduciendo a Allen! Viaja en el crucero, ¡en nuestro crucero!". Volviendo su mirada a Shantelle, declaró: "¡Debería haber hecho que te tiren por la borda del crucero! ¿Sabes con quién te estás metiendo? Mi padre es el dueño del crucero. Soy Bridget Grant, heredera de Caribbean Sales". Allen trató de explicar: "Bridget, ¿qué estás diciendo? La Doc y yo no quedamos en nada. ¿Tal vez ella está aquí por una razón?" "Señora, ¿qué la trae por aquí?", preguntó tranquilamente el hombre mayor. "¿Es cierto lo que dice mi hija? Usted parece ser una buena persona. Debería encontrar a su propio hombre al que amar". "¿Otra de tus amantes, Allen?", preguntó el hombre de mediana e
Durante la última noche en el crucero, la pareja se dedicó a observar las estrellas en la cubierta superior del barco. Evan reservó una zona privada en uno de los bares de la piscina del barco, donde disfrutaron de la vista del cielo desde el atardecer hasta que las estrellas salieron a brillar por la noche. "Qué hermoso", comentó Shantelle. "Es tan diferente ver las estrellas en un crucero. Es como si te movieras con el cielo". "Deberíamos repetir", concluyó Evan. El personal les había arreglado unas tumbonas para que se acomodaran. Shantelle descansaba sobre los brazos de Evan con la mirada fija en el cielo. Cuando la brisa marina rozó su piel, se abrazó a sí misma y se acercó más a Evan. El aire fresco y el dulce aroma del mar la arrullaron hasta que se quedó dormida, asegurada en los brazos de su esposo. Shantelle no supo cuánto tiempo durmió, pero se despertó al escuchar que su esposo la llamaba. "¡Shanty! Shanty, ¡mira! ¡No te lo puedes perder!", dijo Evan. "¡Despie
Tras sus vacaciones de luna de miel, Shantelle y Evan llevaron a Lucas al hospital para que le hicieran sus pruebas de laboratorio regulares. Hasta el momento, Lucas no había mostrado ningún descenso en el recuento sanguíneo. Había aumentado un poco, pero no lo suficiente como para permitirle estar en público. Lucas seguía con los mismos arreglos: permanecer en casa, educación en el hogar y un análisis de sangre semanal. Evan y Shantelle volvieron a sus agitadas vidas en los días siguientes y siguieron la misma rutina. La barriga de Shantelle empezaba a crecer y, de igual manera, sus antojos. Una mañana, mientras Shantelle aceptaba consultas para cirugía, un paciente entró con un sándwich. La paciente dijo: "Doctora, lo siento, tengo mucha hambre. Espero que no le importe que coma mientras hablamos". Shantelle no vio ningún problema en su petición. Asintió y permitió que prosiguiera la consulta. La paciente tenía cáncer de pulmón. Era fumadora habitual y había desarrollado un t
"Mami, ojalá pudiera ir contigo. Quiero ver a mis hermanos", dijo Lucas mientras perseguía a Shantelle y Evan por el camino de entrada. El joven había escuchado que era el día de revelación del género de los gemelos. "Lo siento, cariño, pero ya sabes que los niños no pueden entrar en el hospital, ni siquiera antes de que te enfermaras", le dijo Shantelle a Lucas. Le dio un beso en la mejilla y sugirió: "¿Pero no tienes una videollamada con Lily más tarde? Debe de estar esperando con ansias". Como era fin de semana, Lucas y Lily tenían más horas para conversar. Siempre era algo que Lucas esperaba con impaciencia todos los días. "¡Ay, verdad! Entonces, ¡ya no estoy triste!", dijo Lucas. "¿Y adivina quién viene hoy a jugar contigo?", preguntó Evan, mientras sus ojos recorrían brevemente el enorme césped de su nueva mansión. Hace dos semanas que se habían mudado a su nuevo hogar. Lucas lo disfrutaba, pero tener a Miguel como único compañero de juegos físico no era suficiente.
Todos llevaban pinzas en la nariz. Respiraban por la boca mientras las empleadas servían las frutas que Keith había traído de Maui. Al parecer, el coche que llegó traía la sorpresa de Keith. Evan se apretó especialmente la nariz con más fuerza antes de decir: "Durian. ¿Tu sorpresa especial para nosotros es durian?". Keith señaló a Shantelle y dijo: "A Shanty le encanta el durian. Ella y Karise se dieron un festín de durians durante su residencia en Warlington". Los amigos de Evan, incluyendo a Karise y James, estaban delante de la larga mesa del patio, listos para comerse la fruta exótica. Keith había retado a todos los presentes a probarla y hasta los incentivó con una recompensa monetaria de quinientos dólares al que lo hiciera. Lucas, James y Sean se sintieron atraídos al instante por la idea. Wendell también participó. Evan estaba listo para botar el durian, ya que odiaba su olor, pero Shantelle dijo: "Sorprendentemente, ¡no me da asco este olor!". "¡A mí tampoco, mami!
Dos meses después.A las veintisiete semanas de embarazo, el vientre de Shantelle parecía a punto de dar a luz. Sin embargo, como tenía gemelos, era normal que a esas alturas su barriga creciera como una sandía. Shantelle se esforzó al salir del coche con Evan, con una mano soportando el peso de su barriga. Suspiró y dijo: "Recuérdame por qué vinimos". "Para apoyar a tu amiga Karise", respondió Evan antes de reírse entre dientes. Le guiñó un ojo a su esposa y agregó: "Si por mí fuera, preferiría acurrucarme contigo, desnudos en la cama". "¡Pfff!" Quitándose de encima los traviesos pensamientos de su esposo, dijo: "Cierto. Karise". Shantelle también preferiría estar en casa, descansando en aquel buen fin de semana. Sin embargo, era un día especial para Karise y un gran paso para Keith. Keith iba a presentar a Karise a sus padres y Shantelle tenía que mostrar su apoyo a su amiga. Evan estaba haciendo lo mismo por Keith. Estaba encantado de que Keith estuviera superando en s
"¡Keith! ¿Qué esperas? ¡Vámonos!", ordenó Evan. Ayudó cuidadosamente a su esposa fuera de su asiento. Al notar la expresión de desconcierto de Keith, Evan repitió: "¡Vámonos, Keith!". "Evan, ¿no me escuchaste? ¡Keith te traicionó!", dijo Charles. "¡Hizo que sufrieras todos esos años, impidiéndote ver a Shantelle! ¡Deberías castigarlo! ¡Sacarlo de tu red de negocios y de tus contactos". Charles fulminó a Keith con la mirada y dijo: "Él no es tu amigo, no merece tu apoyo…" "¡Basta!", gritó Evan. "¡Ya lo sabía! ¡Conozco cada detalle de la traición de Keith!". El silencio invadió el lugar en cuanto Evan lo admitió. Continuó diciendo: "¡Pero lo perdoné! Todo lo que Keith hizo para separarnos a Shantelle y a mí, ¡ya lo perdoné!". "¡Ya es agua pasada! Estás tratando de sacar un problema enterrado desde hace mucho tiempo!", dijo Evan. "Lo diré nuevamente: estaba destinado que nuestra amistad siguiera". "¡Wendell, Sean!", llamó Evan. "¡Vamónos!" Wendell entró en sí. Las acciones d
Keith ajustó su asiento, echándolo hacia atrás para tener más espacio. En cuanto Karise subió al coche, se sentó a horcajadas sobre su regazo. Seguidamente, sus labios sellaron los de él y se envolvieron en un apasionado beso, en el que sus lenguas se entrelazaron rápidamente. "Mueve las caderas, bebé", dijo Keith mientras empujaba el peso de ella contra su ingle. "¿Sientes eso? Estoy muy duro por ti". "Mmmm," Karise gimió en su boca mientras sentía la excitación. Podía sentir el cosquilleo en su cuerpo. Su entrada se mojaba al notar el bulto bajo los pantalones de él. Con una mano detrás de su cuello, Keith le introdujo la lengua más profundamente en la garganta de Karise. Disfrutaba chuparle la lengua y morderle el labio mientras le tocaba los senos. Karise llevaba un vestido de cóctel con escote V, lo que facilitaba a Keith introducir la mano y acariciarle el pecho. Masajeó repetidamente sus senos, jugando con sus pezones. La sensación provocó escalofríos en Karise. Junt