—¿Qué puedes hacer? —preguntó el marqués Forsten a Yurina—. Nada, ya que no es algo que te incumba. La tercera concubina secaba las lágrimas que caían por sus mejillas. "No quería que las cosas fueran en esta dirección" "No… ¿Acaso todo lo hago mal?" Pensaba ella deprimida. Clac~ En ese momento, la puerta se abrió. El marqués dirigió su mirada con sorpresa. Yurina al ver la expresión de ese señor, volvió a ver hacia atrás. Ahí estaba Landel de pie y detrás de él, su padre el Rey retirado y una sirvienta que llevaba consigo unas cajas rectangulares. —Yuri… ¿Por qué estás llorando? —preguntó Landel a su esposa, seguidamente la mirada dorada del Rey Maitano se clavó en su tío materno— ¿Le hiciste algo? —No — respondió Sebastián sin quitar su fría mirada del Rey retirado, Lance Lamparth. —No, no me hizo nada, el marqués Forsten solo… Lo siento por presentarme así ante ustedes, majestades… —decía Yurina avergonzada, haciendo una reverencia. —Deja las etiquetas, Yuri, ven —Lan
***************••••••••••***************>>> Yurina Beforth: Cuando los labios de Landel se alejaron de mí… Me sentí aturdida, confundida… ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué correspondió mi beso? Quería preguntarle… Debí hacerlo, pero… Tuve miedo. ¿Está bien querer engañarme a mí misma? No, claro que no… Pero duele cuando es claro con sus sentimientos.Sé que no me quiere… Pero prefiero que no lo diga. —¿Debería cambiarme de ropas? —le pregunté nerviosa y él asintió y se dirigió a la salida. Seguidamente ingresó la sirvienta que me ayudaría a prepararme para asistir a ese evento. ¡Estaba nerviosa! Suspiraba de ves en cuando y ella se dió cuenta. —Luce muy bien, su alteza —opinó la mujer cuando terminé de colocarme ese pomposo vestido verde oscuro con decoraciones negras y doradas.Salí nerviosa a la sala en el anexo y no mire ni a Landel, ni al marqués Forsten… Ahí solo estaba el Rey retirado, Lance Lamparth. ¡Me sentí nerviosa! ¡Landel no me dijo que hablaría con él de inmediat
…..Landel tenía razón. Cuando ingresé al salón del evento… Las miradas de esos nobles hacia mí, estaban llenas de desprecio, indignación, repugnancia… No me querían ahí. Sin embargo, eso no me importó. Él reveló casualmente que era yo quien estaba disfrazada, posiblemente pensaron que era una celosa obsesiva, pero gracias a que Landel estaba al lado mío y a que se sabía que yo "era su favorita" nadie dijo nada al respecto… Al menos, no que yo haya escuchado. Había logrado mis objetivos de esa noche, hablar con el marqués Forsten y el ex Rey Maitano. Aunque no había sido de mucha ayuda para mí hablar con el anterior Rey, sí con el marqués. El marqués Forsten quedó en enviarme los mismos medicamentos que le daba a Landel, los cuales eran hechos en su laboratorio en Luterd. Esto para mí investigación y aclarar mis sospechas, descartando o confirmando teorías. Eso ya era un gran avance para mi trabajo como médico del Rey Maitano. …..Una hora después me encontraba en el anexo
Fue muy tarde para cuando el Conde Heliar llegó.¡El carruaje de carga había sido asaltado! —¡VAYAN TRAS ELLOS! —gritó exigente el Conde. Hombres a caballo que parecían ser delicuentes de algún grupo de pueblo o mercenarios contratados, llevaban al rehén que con tanto esfuerzo el Conde obtuvo y ocultó hasta del mismo Rey Maitano. "¡¿Qué se supone que haga ahora?!""¡Jamás esperé un ataque en medio camino hacia la tierra de Heliar!" Pensó el Conde frustrado. —Volvamos a la capital, mi Lord —sugirió su caballero fiel, Zeth—. Es algo que ya escapó de sus manos, el Rey tiene que saberlo. ••••••••••Cuatro días más tarde. En la capital Maitana. Yurina Beforth recibió un paquete de parte de su amiga, Caroline Forsten, que ya había partido junto a su padre de regreso al norte de Maita. La tercera esposa del Rey Maitano, veía la caja de madera, un tamaño mediano, una decoración femenina de patrones de estrellas y rosas, bastante agradable a la vista. En el interior, varios frascos d
••••••••••Esa tarde en la oficina del Rey Maitano:—¡DEBISTE HABERME DICHO! —alzó la voz Landel furioso, al Conde Heliar. —¡Lo sé!, sé que actúe impulsivo, pero todo fue pensando en el bienestar de Maita y- —¡Soy el Rey, m*ldita sea!, ¡¿crees que soy una decoración?!, ¡es mi trabajo velar por toda Maita!—Landel, sé que estuve mal pero- —¡¿Qué me importa ahora tu arrepentimiento?!, se te aplicarán las sanciones por ley correspondientes. —¿Qué?, ¿me vas a suspender de mi puesto militar?, ¡no puedes!, realmente me esforcé en-—Las leyes se hicieron para algo, Alfred, puede que seas mi amigo, pero no puedo pasar por alto que escondiste información de ese tipo. Ahora hay un príncipe Romiano fugitivo que perfectamente podría iniciar una guerra interna en Maita, cuando estamos en una situación tensa tanto al norte como al este del Reino. Alfred Heliar exhaló, él que estaba sentado en una elegante silla acolchada frente al escritorio de ese Rey en su oficina, tenía una expresión de pre
****************••••••••••***************>>> Landel Lamparth:Iba a rechazarla…No tenía tiempo cómo para desperdiciarlo, estaba muy ocupado con tanto trabajo pendiente y no me había estado sintiendo muy bien ese día.¿Por qué la busqué? Quizá… ¿Preocupación? —Está bien. Accedí a ir con ella, tenía curiosidad del lugar al que Yuri quería ir. …..Solo unos minutos después, ella caminaba montaña arriba entre ese bosque y me detuve antes de avanzar. Mis guardianes que caminaban tras de mí, sugirieron que no avance más. —¿Puedo preguntarle qué es lo que está tramando, su alteza, tercera concubina Beforth? —preguntó mi guardián principal, Dominic, a Yuri. —¡¿Cómo puede preguntarme qué estoy tramando al llevarme a MI MARIDO?! —preguntó ella acercándose a mí y tomando de mi brazo derecho. —Estamos casados, nos amamos mucho y no nos hemos visto en una semana, así que quédense aquí, si los necesitamos para eso tengo el estúpido silbato —pude ver cómo Yuri les dedicó una mirada amenaza
***************••••••••••**************>>> Yurina Beforth:¡No más disculpas!¡No más lástima! Necesitaba saber qué sentía por mí…Estaba segura que sea lo que sea que dijera, no haría que mis pensamientos o sentimientos cambien al respecto. No iba a causar que deje de ayudarle, que siga siendo su médico. Era un deseo que nacía en mi corazón ayudar a ese Maitano sin importar nada. …..En ese momento en el que nuestras miradas se encontraron, sentí que me volvería a rechazar… Bueno ya estaba lista para algo así. —No es que no sienta nada por ti, Yuri, es solo… En mi situación actual- —¡Que no te importe tu situación actual! —exclamé interrumpiendo a Landel—, ¡ese es uno de tus problemas!, ¿por qué tienes que ser tan analista?, ¿por qué simplemente no cierras los ojos y te lanzas?, ¡hacer lo que más quieres!, ¡lo que dicta realmente tu corazón y así- Él me silenció…Sus labios sobre los míos… Interrumpiendo mis palabras con un beso. Me tomó por sorpresa, aunque estaba molesta
***************••••••••••***************—Yuri… La verdad, para mí eres hermosa, inteligente y misteriosa, quizá es por eso que pienso en ti a menudo —confesó el joven Rey Maitano. —¿Piensas en mí…? — preguntó Yurina sorprendida, mientras miraba a ese hombre arriba de ella. Landel asintió, acercando su rostro al oído de Yurina. —En ti, lo mucho que me impresiona verte cuando trabajas en tu laboratorio, lo abierta que eres con tus emociones y el descaro en tus palabras… —Eso… Suena como si me amaras~ —sonrió Yurina con su rostro ruborizado, sintiendo de cerca el calor y la respiración de su esposo…Ese que se casó con ella por un contrato de dar y recibir… Pero se había vuelto su amor en tan poco tiempo. —¿Amor?, quizá lo sea… No tengo idea… Nunca antes me he enamorado, pero tampoco, he querido saber y estar tanto tiempo con una persona… Hasta ahora. Los ojos dorados del Rey volvieron a ver a esa mujer semi desnuda que tenía bajo su cuerpo. Yurina que se sentía nerviosa, sintió