CAPÍTULO 70: CONVERSACIÓN INCÓMODAEl peor miedo de una madre debe ser, sin duda, escuchar que alguien te diga que hay un peligro cerca de tu hijo sin poder hacer nada más que acelerar a toda prisa para llegar a tiempo. Cuando Jasmin me dice que Landon la ha echado de la casa y se quedó a solas con mi hija, sinceramente se me pasan mil cosas por la cabeza.Acelero como una loca después de esa discusión con Maxwell, tal vez no debí irme así, pero no puedo procesar nada de eso ahora, lo único que tengo en mente es a mi hija y a Landon. Ni bien llego, lo primero que veo es a mi hija llorando y recogiendo su peluche de pingüino del suelo.Entro como una fiera, estoy segura que mi mirada de odio lo hace retroceder. A mí puede decirme o hacerme lo que sea, pero con mi hija no.—¿Qué pasó? ¿Qué le hiciste Landon? —Trato de mantener la calma frente a Sofía, pero la verdad es que quiero darle una bofetada ahora mismo.—Yo no le he hecho nada, los niños lloran por tonterías —dice encogiéndose de
CAPÍTULO 71: UNA VERDAD INEVITABLEMaxwellConduzco apretando el volante sin decir nada. Primero porque estoy tratando de controlar mi furia; sinceramente no sé cómo fui capaz de contenerme para no matar a golpes a ese imbécil allí mismo. Y segundo, porque no quiero decir nada frente a Sofía. El único pensamiento que me detuvo fue la pequeña pingüina. Escuchar su vocecita preocupada pidiendo mi ayuda me hizo salir como un loco de la oficina.A decir verdad, ya pensaba ir a la casa a pedirle perdón a Hannah por lo que pasó, pero nunca imaginé que Landon se aparecería de la nada en su casa.Sé que la ha golpeado, ella no necesita decírmelo porque puedo ver su pómulo enrojecido. De verdad, lo único que salvó la vida de ese abogaducho es la niña que ahora duerme en el asiento trasero del carro. Mi hija.Escuché muy bien las palabras de Hannah. Yo soy el padre de su hija, yo soy el padre de Sofía. Mi corazón no puede contener la emoción de pensar que todo este tiempo tuve razón. Que la pin
CAPÍTULO 72: REPRESALIASMaxwell—¿Cuál es el problema con mi tarjeta de crédito? —pregunto en la recepción. Estoy tratando de disimular mi molestia, pero la verdad es que no puedo. No entiendo qué pasó, si esa tarjeta está llena y no tiene ninguna restricción.—El pago se ha rechazado, señor Kingsley —me dice la mujer con incomodidad.—Eso no puede ser, inténtelo nuevamente.La mujer suspira y casi la veo girar los ojos. No era igual de odiosa anoche cuando pensó que tenía mucho dinero. De todos modos no está equivocada, sí que lo tengo. Pasa de nuevo la tarjeta y el aparato suena indicando que hay un error.—Lo mismo —responde mirándome a los ojos.De inmediato ingreso a mi banco por medio de aplicativ0 para ver qué está pasando. Mi corazón se detiene cuando veo que dice “fondos retenidos”. ¿Qué mierd4? Esto no puede ser.—Espere un momento.Me hago a un lado y enseguida los llamo, me tienen que atender, si no, aquí va a arder Troya. Un amable chico de atención al cliente me contest
CAPÍTULO 73: ¿TODO POR MÍ?No puedo mentir. Me dolieron las palabras del abuelo de Maxwell. Jamás pensé que una persona como él fuese tan clasist4 y racist4; me dejó completamente sorprendida ante su reacción. No sé qué habló con Maxwell antes de que yo llegase, pero es evidente que no ha sido nada bueno.Maxwell y yo salimos del edificio hasta un parque cercano, tomamos asiento en una banca disponible. Él suspira mientras que yo solo me quedo en silencio esperando que me cuente lo que ocurrió.—Lo siento tanto; todo esto Han, no pensé que mi abuelo fuese a pensar así de ti.—Ni yo. Creí que me respetaba como empresaria, al menos.—Cuando se trata de la sangre y la familia, ese hombre no ve negocios. Todo lo que le importa es el dinero.—Si ese es el problema, yo no soy precisamente pobre.—Lo sé, pero en este caso, lo que le molesta es tu origen. Es demasiado idiota como para dejarlo pasar.Las manos me sudan de la ansiedad que me carcome. Creí que esta era la oportunidad para que Ma
CAPÍTULO 74: SORPRESA PARA LA PINGÜINAMaxwellLa llamada con Félix fue mucho más grave de lo que le hice creer a Hannah. No podía decirle la verdad porque no quiero que se decepcione de mí. Le prometí que dejaría las peleas, ¿qué pensará si le digo que todavía no puedo hacerlo?De todos modos, prefiero solucionar ese problema por mi cuenta, si consigo dejar todo arreglado con “el lobo” y el resto de sus matones, entonces todo estará bien.Me encuentro con Félix en un lugar poco usual; quiero decir, poco usual para una reunión con él. En un centro comercial.Lo alcanzo a ver sentado en una cafetería mientras bebe un latte o un expreso, lleva puestos unos lentes oscuros como si quisiera hacérselas de misterioso.—¿Qué estás haciendo? —pregunto conteniéndome la risa.—Siéntate, y trata de no modular demasiado, nos están observando.Frunzo el ceño, pero le hago caso sin decir nada. Sé bien que esto no es ningún juego.—¿Qué es lo que pasa? Me dijiste que hubo problemas.—Sí. Intenté decir
CAPÍTULO 75: UNA PELEA INEVITABLEMaxwellEs verdad que cuando uno no desea que algo se haga realidad, es como si todas las fuerzas del mundo conspiraran en tu contra. A pesar de que no quiero hacer esa maldit4 pelea, no pude lograr que el lobo se arrepintiese de la decisión. Sé que Félix hizo todo lo posible, aun así, aquí estamos los dos, como tremendos idiotas en un sitio abandonado por Dios a punto de luchar contra un tipo de dos metros de alto y más de cien kilos de puro músculo.—Ese tipo me va a matar —le digo por sobre el bullicio de los gritos. El público está eufórico y no sé por qué tengo la impresión de que no voy a ganar.—Pues no puedes dejar que te mate, de esto depende tu boleto de salida —asegura masajeando mis hombros. —¡Ya lo escuchaste Jonas! —exclama el lobo, me da una mirada cínica que no me convence en lo absoluto.—Te daré tu victoria, pero más te vale que cumplas tu palabra.Él no dice nada. Me preparo y en cuanto el árbitro da el visto bueno, la pelea comien
CAPÍTULO 76: YO NO SOY A QUIEN BUSCASClara BeaumontMi reflejo en el espejo me devuelve la mirada con lástima. «Eres patética, Clara», responde mi mente. Estoy aquí en la mansión de Maxwell, durmiendo en su cama, comiendo su comida y a veces hasta usando su ropa; lo tengo todo, menos a él.—¿Qué se supone que tiene esa mujercita que no tenga yo? Soy más bonita, tengo dinero y una familia con un buen apellido, además soy igual a su exesposa muerta, ¿qué más quiere?Y es que desde que lo amenacé con suicidarme y le conté la verdad al abuelo, han pasado varios días y aun así, Maxwell no se ha dignado en regresar a casa. De hecho, envió a sus hijos a Disney World con la niñera y se está quedando en la casa de su mejor amigo.¿Realmente sirvió de algo lo que hizo Jonathan? Me aseguró que lograría que se casase conmigo, pero hasta ahora no ha hecho más que aumentar la lástima que tengo por mí misma.Salgo del baño después de lavarme la cara y pensar durante muchas, muchas horas, lo que est
CAPÍTULO 77: DESTRUIRTE POR COMPLETOClara BeaumontNo pensé que esa negociación con el hombre que se hace llamar “lobo” me fuese a salir bien, sin embargo, ni en mis mejores sueños húmedos hubiese podido urdir un plan tan perfecto. Tal vez antes no pude deshacerme de Hannah, pero ahora no hay manera de que esa mujer consiga salir bien librada de todo esto. Tanto que ellos se deshagan del problema, como que Maxwell haga algo para salvarla, de cualquier forma se irá para siempre.Resultó que la camioneta negra había dado la vuelta. Los tipos me dejaron en mi casa con la promesa de que escucharía de ellos nuevamente cuando todo resultase. Me tomé el atrevimiento de sugerirle una idea mucho mejor que solo secuestrarla. Eso sería demasiado sencillo y si Maxwell los encuentra, seguramente irán a la cárcel.Es mucho mejor el trabajo psicológico para estas cosas.No voy a mentir, sentí miedo en un momento, sin embargo, si de algo puedo enorgullecerme, es que soy capaz de doblegar a cualquier