CAPÍTULO 53: EMBOSCADAMaxwellHannah Carpenter es la mujer de mi vida y de eso no tengo ninguna duda. Ella niega y reniega y se esfuerza demasiado en hacerme creer que me odia, pero yo sé muy bien que no es así. Sé que Hannah sigue muriéndose por mí, su cuerpo me lo dice, su respiración agitada y sus mejillas coloradas por la 3xcitación que le provoca mi cercanía.En este lugar encerrado y estrecho ella es toda mía. Nuestros labios están a punto de rozarse, ella quiere sucumbir a mi beso, a mis caricias, pienso que finalmente podré volver a hacerla mía, aunque sea en este lugar, no obstante, de pronto ella me empuja y vuelve a alejarse.Abre la puerta del depósito sin importarle si eso pone nuestra vida en riesgo y sale corriendo.—¡Hannah! ¡Espera! —le llamo, pero ella camina como un rayo intentando alejarse del lugar.Miro a nuestro alrededor para asegurarme de que nadie nos sigue, por suerte ya se han ido los maldit0s secuaces del lobo. Me metí en un enorme problema al desafiarlo,
CAPÍTULO 54: DESESPERACIÓN*ADVERTENCIA* Este capítulo contiene una escena ligeramente explícita de abus0 s3xual, por favor, leer con precaución y el debido respeto aunque sea ficción. Clara BeaumontPuedo ser muchas cosas, pero ¿idiota? Eso jamás. Hace cinco años que estoy aquí intentando conseguir a Maxwell y su fortuna, y ¿de verdad cree esa imbécil que puede venir y arruinármelo todo?—Sobre mi cadáver —digo en voz alta.Observo el pequeño frasquito de droga que guardo muy bien entre mis cosas. Ya me funcionó una vez, y sin duda, me puede volver a funcionar. Sé que Maxwell sale casi todas las noches, y no me voy a molestar en preguntarle que hace porque siempre lo veo llegar adolorido y acompañado de esa mala influencia de Félix, apostaría mi vida a que están metidos en algo gordo e ilegal, pero no me importa, porque lo único que me interesa es conseguir ser su esposa.Voy hasta su habitación mientras aún no llega y echo algunas gotitas de la droga en su vaso de agua. Eso bastar
CAPÍTULO 55: EL DÍA DE LA INAUGURACIÓNTres semanas después…Debí rechazar la invitación del señor Wells a ese evento, pero lamentablemente mi despiste y que estaba evitando todo lo posible a Maxwell causaron que me enterase faltando tan solo un día para ello que el evento era nada más y nada menos que para un negocio de Clara Beaumont.¿Qué voy a hacer yo ahí? A penas me vea seguramente me correrá a patadas del lugar. Sin embargo, el señor Wells me invitó, ya le confirmé y no me gusta quedar mal.Me arreglo frente al espejo con un vestido casual, pero elegante ya que es de día. Kendra se encuentra en la habitación y ella es quien me ayuda a cambiar a Sofía.—Pareces una hermosa princesita —le dice con una sonrisa.—¡Gracias! Mami también se ve como una princesa.—Sí, es verdad —le responde ella.—Me estoy arrepintiendo de ir —murmuro.—¿Por qué, mami? —pregunta Sofía con su pequeña voz.—Sí, ¿por qué? —repite Kendra con una mirada burlona.Envío a mi hija a jugar afuera y cierro la p
CAPÍTULO 56: QUIERO QUE VUELVAS A SER MÍAMaxwellSoy consciente de que Hannah me ha rechazado una y mil veces, pero no puedo quedarme de brazos cruzados y solo observarla cuando hoy se ve tan jodidamente hermosa. Me siento a su lado y suelto la primera sandez que se me ocurre.—Te ves hermosa hoy.—Gracias —contesta con frialdad. No nos hemos vuelto a ver desde hace tres semanas que me encontró en la pelea y desde entonces he estado dándole vueltas al asunto de cómo solucionarlo.Hablé con Félix y por ahora las cosas con el lobo parecen estar calmadas, pero tuve que pagarle una gran suma de dinero por lo que le hice perder. No obstante, le puse una condición: que no lo haría más. El lobo dijo que eso estaba por verse, así que por el momento he estado con un bajo perfil.La gente en la mesa nos observa de reojo con curiosidad, no quisiera tener espectadores entrometidos escuchando lo que decimos.—¿Te gustaría bailar conmigo? —invito.—¿Ba-bailar? Pero…—No pasa nada, solo somos dos c
CAPÍTULO 57: YA NO PUEDO SEGUIR NEGÁNDOLOCamino a toda la velocidad que mis piernas me lo permiten. Antes de buscar a mi hija, me oculto detrás de una pequeña casa de almacenamiento y me recuesto contra la pared mientras intento regular los latidos de mi corazón. Las lágrimas que trato de contener se desbordan haciendo que mi maquillaje sufra las consecuencias. Esto no puede ser, no puede estar pasando.Él me ha dicho me ama y yo me he derretido como mantequilla ante esas palabras. ¿Cómo es posible que solo esa declaración sea suficiente para derribar todos los muros que he puesto entre los dos? ¿Por qué él sigue causando esto dentro de mí?«Porque sabes que aún lo amas», contesta la voz de mi conciencia, esa que sabe la realidad de mis sentimientos.Lo amo, maldit4 sea, lo amo y ya no puedo seguir negándolo. Maxwell es todo de lo que yo debería alejarme, me hace daño y me lastima de maneras impensables y aun así, lo que siento por él no ha muerto ni un poquito.Estuve a punto de dec
CAPÍTULO 58: LOS MONSTRUOS DE MI PASADOMaxwellEché a Clara de mi casa, pero ella sigue aquí como si no le importara. Le di demasiado poder y ahora no sé cómo voy a quitárselo.Luego de que acabó la fiesta regresé a casa. Quise buscar a Hannah, pero ella ya se había ido con su hija.Un par de horas después, Clara se mete a mi despacho y me arroja sobre el escritorio un sobre sellado.—Eso es para que veas que no te estoy mintiendo.Le lanzo una mirada asesina mientras agarro el sobre y lo abro. Las palabras escritas en él me dejan helado. Es una prueba de embarazo positiva. Me levanto con brusquedad y le devuelvo el papel.—Esto tiene que ser falso, yo nunca me acosté contigo.—Claro que lo hiciste Maxwell, ¿vas a fingir que no estabas desnudo a mi lado esa noche en mí cuarto? Todo el mundo te vio salir de la habitación.Aprieto los puños sintiéndome desesperado. No puedo asegurarlo porque no recuerdo nada de esa noche. Tal vez no quiero recordarlo. Mi cuerpo estaba pegajoso, eso no
CAPÍTULO 59: EL VERDADERO MAXWELLCuando Ricardo me llamó consternado porque Maxwell casi lo mata arrojándole la calculadora a la cabeza no me lo pude creer. Tenía que venir a comprobarlo con mis propios ojos y además, asegurarme de mandarlo a la mierd4 por atacar a mi asistente.No obstante, nunca me imaginé que lo iba a encontrar así, mucho menos esperaba esa confesión. ¿Su madre está viva? La verdad es que él nunca me habló de ella. Lo único que yo sabía y sé de su familia es que ha vivido siempre con su abuelo, y recién hasta ahora me vine a enterar de cómo se llamaba.Verlo así de destrozado por su madre me ha conmovido, no puedo negarlo. Esta es la primera vez que lo veo llorar así, es la primera vez que lo veo tan vulnerable.—No tienes que decirme nada —contesto enseguida. Él toma mis manos entre las suyas y niega varias veces.—Sí, te lo debo, además, eres la persona en quien más confío en este mundo.—Maxwell, no…—Por favor, escúchame. Necesito a alguien que me escuche.—Es
CAPÍTULO 60: ELLA ES PERFECTAMaxwellDesperté esta mañana sintiéndome como un hombre diferente. Nunca pensé que abrirme de esta manera con Hannah iba a ser tan… liberador. Ella me escuchó, me entendió y me consoló como jamás nadie lo había hecho y fue perfecto.Me levanté de la oficina antes que ella porque escuché el toque de la puerta. No dejé que nadie pasara porque no quería que la viesen aquí y pensaran lo que no era. Se trataba del correo. Lo recibí y me puse a revisar los papeles. Fue entonces que me quedé en blanco al ver uno de los sobres.Era el resultado de la prueba de ADN con una nota de Félix: “No lo he mirado, no me hagas comer ansias y míralo”.Vi a Hannah durmiendo ahí y entonces la fugaz sensación de felicidad se apagó. Yo había vuelto a mentirle y esta vez con algo muy delicado. Mis manos fueron hacia el borde del sobre con ganas de abrirlo, pero ella se removió y entonces me lo guardé en el bolsillo.Decidí que primero haría una última cosa antes de saber la verda