Bueno mis amores, lo prometido es deuda, tarde, pero seguro jajajaja aquí está el maratón de 6 capítulos. Perdonen la tardancia para actualizar, espero que los disfruten y me dejen sus comentarios. Recuerden que la interacción es importante para los escritores y así también sabemos si les gusta la novela
CAPÍTULO 37: PROFESIONAL—Esto tiene que ser una jodida broma del destino. Es así. No le encuentro otra explicación. Camino de un lado a otro como si con eso pudiese solucionar algo. Agradezco que mi hija tenga el sueño pesado, de otro modo ya se hubiera despertado con mis gritos y gruñidos. Kendra me mira con una expresión que no sabría describir, creo que quiere reírse de mí, pero entiende la gravedad de la situación y se contiene.—¿Por qué aceptaste? No debiste decirle que sí.—¿Y qué más podía hacer? Me tiene atada de manos; como siempre. Él es el único que sale ganando en todo.—Pudiste decirle que no y ya. No puede forzarte a estar casados, lo demandabas y ya.—No es tan sencillo, sabes que si hago eso él se enterará de la existencia de Sofía y eso es algo que no pienso permitir. —Bueno, tienes razón. ¡Ay!, pero no tengo idea de cómo vas a hacer Han, ahora tendrás que volverlo a ver todos los días.—No importa, solo tengo que ser profesional. Será por unos cuantos meses y ya.
CAPÍTULO 38: ME ESTÁ VOLVIENDO LOCOMaxwellNo esperaba tener a una pequeña niña de cinco años cantando las canciones de las princesas a todo pulmón en mi auto. Ya pasé esa etapa con mis gemelos cuando ella me abandonó y para ser sincero, mis hijos nunca fueron tan escandalosos.Aun así, me quedo embelesado observándolas a ambas por el retrovisor cuando me detengo en los semáforos. La forma en la que Hannah le sonríe y la niña le mira de vuelta con la misma emoción, con amor. Es realmente adorable.Yo siempre quise tener una hija mujer. Amo a mis gemelos, pero una niña es la ilusión de todo padre. Sin embargo, eso nunca ocurrió. Aprieto el mango del volante intentando contenerme. Me llena de rabia pensar que Hannah le dio una hija al desgraciado del abogaducho y no a mí. Llegamos a la empresa sin cruzar palabras. Por suerte la sala que habilité para mis hijos todavía sigue intacta, aunque ya no es tan infantil. Una parte está destinada para Max, mi sobrino. Pero la mayor parte se la
CAPÍTULO 39: YA LO HE SUPERADODebo admitir que siempre que veo a esta mujer, de alguna forma u otra me impacta. Clara irrumpe en la oficina cuando Maxwell estaba muy cerca de mí, pero, como buen mentiroso, se aleja todo lo que le da el espacio para que ella no se de cuenta de lo que intentaba hacer.Me acomodo la ropa en la silla y me pongo de pie. Parece que Clara todavía no me ha reconocido, pero es evidente que no le ha gustado verme con él aquí. —¿Por qué no dices nada? ¿Quién es ella? —vuelve a preguntar.—Clara, ¿qué estás haciendo aquí? Te dije que no podías venir a molestarme mientras estuviese en la reunión.—Necesitaba venir a entregarte algo, pero ya veo por qué no querías que te molestase.Clara me clava la mirada de arriba abajo y la ladea con curiosidad. Tengo que parecerle conocida al menos. Sé que no fui relevante en su vida, pero tampoco me veo tan diferente como para que no sepa quién soy.—¿Te conozco?—Lo siento, tengo que irme, ya es tarde. Mañana seguiremos con
CAPÍTULO 40: CUÉNTAME MÁS MaxwellTener que soportar las malas caras de Clara ya es demasiado. He sido benevolente todos estos años con ella, pero esto es el colmo. Se puso como una desquiciada cuando se enteró de que Hannah había regresado y por poco me hace una escena de celos en la oficina. La envié a casa inmediatamente y quise salir a buscar a Hannah, pero ella ya se había ido.Ahora estamos cenando en un incómodo silencio. Mis hijos y el suyo acaban de comer y se van a jugar videojuegos. La tensión entre los dos crece hasta que ella suelta la cuchara con un estruendo y me mira directo a los ojos.—¿No dirás nada? ¿Ni siquiera una explicación? —Yo no tengo nada que explicarte Clara.—¿De verdad? Tenemos cinco años viviendo juntos, al menos me merezco una explicación. ¿Por qué esa… mujercita regresó y estaba en tu empresa? Más te vale que haya sido para firmar los papeles del divorcio, si no…—¿Si no qué? Las puertas están abiertas, puedes irte cuando quieras. Llevamos cinco año
CAPÍTULO 41: ¡LO ODIO!Esta es la quinta vez que me enjuago la boca con agua y aun así, la sensación de su beso no se va de mis labios. Escupo en el lavabo una y otra vez sintiéndome ultrajada de alguna manera. —¡Aarrg! —grito. Cierro la llave del agua y me miro al espejo. Mi corazón todavía está agitado y la sensación de su boca contra la mía no se va. ¡Maldit4 sea! ¿Por qué no se va? Suspiro profundo y trato de controlarme, esto es lo que él quiere, hacerme perder los estribos. No puedo permitirlo. «Pero ese beso… ¡Dios! Movió demasiadas cosas en mi interior!», pienso. Y en el exterior también. Muerdo mi labio tratando de borrar el recuerdo. Él no puede provocarme estas cosas, no puede hacerme sentir así.—Lo odio, lo odio con todo mi ser —repito frente al espejo.Eso es lo único que yo puedo sentir por él, desprecio y asco. Seco mi cara con una toalla y regreso a la oficina donde él ya está esperándome con una sonrisa fanfarrona. Ni siquiera se ha limpiado el labial rojo que t
CAPÍTULO 42: FUERA DE MI CAMINOClara BeaumontEsto es inaudito. Esa mujerzuel4… no es posible que haya regresado. Golpeo con fuerza el tocador de mi habitación sintiéndome impotente. Llevo cinco años trabajando al idiota de Maxwell, metiéndome en su cama, en su piel y en sus pensamientos, pero desplazar a esa tipa de su corazón ha sido más difícil de lo que jamás imaginé.Lo poco que he logrado conseguir es que él me mantenga a su lado. Ya sea por lástima o por órdenes de su abuelo, lo único que tengo es una relación falsa y una estabilidad que pende de un hilo. —¡Maldit4 sea! ¡Púdrete en el infierno Hannah Carpenter! —bramo mirando hacia el espejo.Esto no me puede estar pasando a mí, no ahora. Hice de todo para que esa idiota se alejara de él y justo ahora decide volver. —Tengo que hacer algo, tengo que deshacerme de esa mujer de una vez por todas.De improvisto la puerta de mi cuarto se abre. Max, mi único hijo irrumpe en la habitación. Cada vez que lo veo siento una rabia apod
CAPÍTULO 43: PAGAR LAS CONSECUENCIASMaxwellCon Clara de vuelta en la empresa, mis planes para reconquistar a Hannah han tenido que ponerse en pausa. Y no es precisamente porque me importe lo que ella piense, sino más bien porque Hannah se ha distanciado aún más desde que apareció.Aquella noche en la que le traje los dulces especiales sentí que nuestro amor todavía estaba vivo, lo vi en su sonrisa, en la forma en la que sus ojos brillaron y sus mejillas se tiñeron de rojo cuando mis dedos rozaron sus labios.Sin embargo, y a pesar de que me juró que no había hablado nada con Clara, estoy seguro de que algo le dijo.Ahora mismo estamos viendo la presentación de los diseños para el producto que lanzaremos al mercado de parte del departamento encargado para ello. Un par de sus trabajadores viajaron a Miami para este momento. Intento prestar atención, pero no puedo dejar de mirarla. Incluso estando seria y concentrada se ve realmente hermosa. Los aplausos del equipo directivo y los de
CAPÍTULO 44: SOLO POR ESTA NOCHEMi corazón se paralizó cuando Maxwell me preguntó directamente si Sofía era su hija. Pensé que lo había descubierto todo hasta que rápidamente me di cuenta de que estaba borracho. Aun así, el hecho de que me haya preguntado eso significaba que de alguna forma u otra lo había pensado.Estuve a punto de colgarle porque eran las dos de la madrugada y mi hija dormía en la otra habitación, sin embargo, la curiosidad por saber qué estaba haciendo me ganó. Él nunca colgó la llamada, así que escuché perfectamente todo lo que habló con su amigo hasta que se durmió. Pensé en colgarle, pero de pronto escuché la voz de alguien diferente decir algo que me heló la sangre.—Detente aquí, en este lugar nadie verá lo que le haremos.—Pero no sean demasiado bruscos con él, por favor —respondió el amigo. —Tranquilo, solo le recordaremos lo que pasa cuando decide desobedecer al lobo.Mi corazón se aceleró, sabía que algo malo estaba pasando. A los pocos segundos escuché