Hendrik soltó su agarre al oír lo que dijo Jane.

Le soltó la mano bruscamente, haciendo que Haidi casi se cayera, junto con la silla a la que estaba atada.

Haidi respiró con dificultad, parecía estar muy dolorida y trató de controlar su cuerpo, que estaba en shock.

Jane se paró frente a Haidi, mirando a la madrastra de Hendrik con una mirada fría, vio las marcas que le había dejado la mano de Hendrik en el cuello.

"¿Cómo se siente no poder respirar? ¿Es un tormento, verdad? ¡Así se sentía mi suegra cuando la trataste cruelmente!", dijo Jane con indiferencia.

Los ojos de Haidi se empañaron al mirar a Jane, no podía creer que hubiera una mujer que amara a Hendrik tal como era.

Durante todo este tiempo, ella había estado tratando de deshacerse de Hendrik, provocando su carácter para que se convirtiera en un hombre que nadie quisiera.

En cuanto a Barbara, que estaba obsesionada con Hendrik, eso era solo una táctica de Haidi para hacer que Hendrik se viera envuelto en un escándalo amoroso.