Nathaniel observó a Angelina, quien rápidamente se limpió la lágrima de su rostro, trató de tocarla, pero ella se apartó de él. Suspiró con frustración y siguió conduciendo, y no podía esperar hasta que llegaran a casa.

Tan pronto como Nathaniel estacionó su auto, Angelina saltó de su asiento y rápidamente entró. Suspiró de nuevo, caminando hacia la cocina para sacar algunos ingredientes. Se dio cuenta antes de que su comida no había sido tocada, así que comenzó a cocinar.

Angelina entró al baño y evitó el espejo mientras se echaba un poco de agua en la cara roja; ella se sentía mal. Toda la felicidad que había sentido desde la mañana se desvaneció. Ella era solo una muñeca andante, esperando el momento perfecto para ahogarse.

Sus ojos se dirigieron involuntariamente al raspador y lo miraron de nuevo antes de levantar la cabeza hacia el espejo y mirarse los ojos. un caso raro: ojos grises. Nunca ha visto a una persona negra con ojos grises excepto a ella. Una abominación. Se estremeci