*—Sebastián:
Estaba armando su plan en su mente ahora que Callen había dado la cara luego de sugerirle aquella propuesta que cambiaria la vida de ambos. Ya que había tenido una pareja que se había aprovechado de él, esta vez no iba a ser igual. No sabía si Callen sería igual o peor que Orlidy, pero no quería descubrirlo sin tener una estrategia y algo que lo protegiera, así que ya estaba planeando cuales eran sus movimientos para esta nueva situación.
—¿Qué estás pensando, Sebastián? —preguntó Dante seguramente observando los cambios de expresión que había hecho mientras pensaba en la propuesta.
Sebastián lanzó su mano hacia el teléfono en su oficina. Marcó los tres dígitos de la extensión de Joseph y este contestó la llamada al instante.
&md
*—Callen:No había tenido una respuesta.Depositó su teléfono sobre la mesa del comedor después de haber pasado el día revisándolo para ver si tenía un mensaje de Sebastián. Callen había estado esperando respuesta de Sebastián desde que le envió el mensaje la noche anterior, creyendo que el mismo contestaria de forma rápida. Error. Eran cerca de las 10 de la noche y aun Sebastián no había dicho ni un pio.Extraño.Callen estaba segura que lo había leído, era su teléfono personal, no lo dudaba, pero parecía que la estaba ignorando. ¿Sería por los múltiples rechazos? Debía de ser esto. Sebastián estaba dándose valor y lo aplaudía por ello. Callen haría lo mismo si se encontrara en su situación.Volvió a suspirar.Hab&iacu
*—Callen:¿Estaba haciendo lo correcto?Trató de tragar saliva, pero el nudo en su garganta era muy grande y tuvo que toser para liberarse un poco de la presión.Alzó la mirada hacia el lujoso restaurante, uno que ella no pensó en su vida pisar. Vamos, la gente de su clase social no pisaba esas clases de lugares que denotaban el dinero que los comensales de este tenían. Desde la fachada elegante, los vehículos que iban y venían y las personas que entraban al lugar, se notaba que este lugar no era otro que cualquier persona podía entrar.Callen estaba en la entrada, pensando si podía entrar, y si podía, si debería hacerlo o debería darse la vuelta, pero Sebastián la había citado allí por algo y esta era la última oportunidad que tenia de verlo. No podía echarse atrás ahora.Alzando la barbilla y
*—Callen:No estaba bien firmar dicho contrato sin saber el contenido, pero a este punto de su vida, ya nada le importaba. No tenía nada que perder más que su integridad y por lo que veía, ya estaba perdida. Después que terminó de firmar, le devolvió el contrato a Sebastián, quien la miraba muy sorprendido.—¿Lo firmaste así por así? —le preguntó Sebastián completamente asombrado por lo desvergonzada que había sido.¿Que? ¿Acaso creía que quería su dinero? Si, estaba ahogada hasta el cuello de deudas, pero no se aprovecharía de ello nunca. No le importaba firmar porque no tenía nada que perder, no tenía nada a su nombre. Literalmente la casa estaba a nombre de sus hermanos, así que no tenía nada que darle.—No sé qué estas ofreciéndome aqu&iac
*—Sebastián:Era un monstruo.Sebastián apretó el volante con sus manos mientras conducía hacia la casa de Callen. Esta última iba a su lado, sentada en pleno silencio mientras la música instrumental que salía del radio llenaba la estancia con suaves sonidos.No podía creer que el día terminara de esa forma.¿Qué había hecho?Cuando le pidió a su abogado que redactara un acuerdo, en el fondo, algo le dijo que Callen, en cuanto leyera el contenido de este no lo firmaría, pero lo que más le sorprendió fue que lo hiciera sin ni siquiera leerlo. ¿Acaso estaba loca? Lo que había en el documento no era algo diferente a lo dicho, pero demonios, debió al menos leerlo o mejor aún, no debió firmarlo.Una parte del esperaba que no lo hiciera, pero lo había hecho solo porque conf
*—Sebastián:Antes de ver a Callen había querido hablar con Dante sobre ello, pero el muy imbécil lo había estado ignorando y ni siquiera respondía sus llamadas. Sebastián se había rendido la noche anterior cuando fue al final a su apartamento y el muy cretino había cambiado la clave de entrada. ¡Qué mal amigo! Solo había querido que hablaran sobre lo pasado con Callen, pero si quería hacerse el duro, que se hiciera, ya más tarde lo agarraría en la bajadita.Ahora tenía la mente en blanco y no sabía qué hacer con Callen. ¿Debería echarse atrás y ofrecerle mejor su ayuda sin necesidad de que se la devolviera? Movió la cabeza. Conociendo a Callen, esta no aceptaría sin dar nada a cambio. Soltó un suspiro. Era mejor que continuara con el plan y rezar que las cosas entre ellos mejoraran. Tal v
*—Sebastián:Se quedo observando a Callen mientras la misma respiraba agitadamente.No paraba de insistir por saber sobre Orlidy y aunque Sebastián le debía una explicación, no podía dársela. El tema de Orlidy era uno muy delicado que hasta que Callen tuviera su anillo y su apellido no estaría dispuesto a tocar.Sebastián negó con la cabeza, reacio a decir lo sucedido con Orlidy.—No tiene que ver nada con nosotros —sentenció, pero Callen no entendía que en verdad no quería hablar de Orlidy.—¿Quieres que empiece a hablar de mis relaciones pasadas para que te sientas cómodo? —sugirió Callen y Sebastián la miro con sorpresa.¿Sus relaciones pasadas? No, no quería saber quiénes fueron los idiotas que tuvieron a Callen antes. Mas bien, hasta que no confi
*—Callen:Estaba siendo una perra con Sebastián.Después de aceptar la propuesta el sábado pasado, Callen se había odiado a si misma por acceder de esa manera.Sebastián le había puesto una prueba y ella no la paso, entonces, al luego este darle la salida al contrato que firmo sin leer, Callen actuó desesperadamente y terminó aceptando la propuesta. Cometió una idiotez. Debió aprovechar la oportunidad para hablar con un poco más de claridad las cosas entre ellos, pero no, fue una idiota y corrió hacia él para aceptar. De paso, cuando este se ofreció a llevarla a casa, solo estuvo pensando en que debería cerrar el trato acostándose con él.¿En qué cabeza cabía ese tipo de propuesta? Vio la decepción en la cara de Sebastián ni bien lo invitó, pues actuó como una zorra.<
*—Callen:Decidió leer el contrato que la ataba a Sebastián y se sorprendió al notar que el mismo no decía nada extraño ni diferente a lo que había escuchado. Así como había mencionado Sebastián, este estipulaba que la duración del matrimonio iba a ser durante un año con una posible renovación si se necesitaba.Las cejas de Callen se arquearon. ¿Si se necesitaba? ¿En verdad la gente podía estar unida a otra de esta forma? ¿Por intereses? Callen suspiró, diciéndose que tenía que cambiar ciertas cosas de su vida si quería sobrevivir durante ese año. Dudaba que pudieran renovarlo si duraba el año. Sonrió. No, más bien, dudaba que pudieran aguantar un año. Sebastián seguramente se cansaría de ella antes de.Continuó leyendo. Dentro de las condiciones