[MATÍAS]
La observo mientras Javier nos lleva a casa y puedo notar la desesperación que tiene por llegar y ver a nuestro hijo. Solo tomo su mano y la acaricio intentando tranquilizarla —Cuñada, no te preocupes que mi sobrino se ha comportado de maravilla. Es un niño súper educado. — Le dice observándonos por el espejo retrovisor.
Claramente también se ha percatado de los nervios de mi novia. —Lo sé, es un niño maravilloso, pero lo extrañe demasiado. No estoy acostumbrada a irme de viaje sin él. — Le explica.
—Cariño, ya estamos por llegar. — Comento intentando hacer que se calme.
—Además, piensa que ha sido por su bien. — Añade mi hermano.
—Exactamente. —
—Lo entiendo, pero es que él y yo nunca nos hemos separado. Sé que parezco una madre insoportable, pero es la ver
[MATÍAS]Nos ha tomado unos cuantos minutos poder componernos de la situación que hemos vivido. La mirada de Daniel se centra en ella, está expectante a que hable y me llama la atención que un niño de su edad esté dispuesto a escucharla con tanta atención. —Mami, ¿me dirás lo que ibas a decirme? — Pregunta finalmente, parece que hasta aquí ha llegado su paciencia.—Ya va hijo. — Le dice intentado calmarlo.—¿Me permites? — Le pregunto a Aitana dado que ella no sabe como comenzar.—Sí, todo tuyo. — Me responde aliviada.—Daniel, ¿Recuerdas que hace un tiempo te dije que tu mami me gustaba mucho? — Le cuestiono recordando aquella mañana en el café.—Sí, me acuerdo. ——Bueno, eso no ha cambiado. Tu mamá me sigue gustando y mucho. — Le exp
[MATÍAS]La observo jugar con mis sobrinos y con mi hijo, y solo puedo imaginarme muchas cosas con ella. No comprendo muy bien cómo es que el amor me ha golpeado así de fuerte. Ella es como una tormenta que ha arrasado con todo y dejo mi mundo patas arriba; no me dejo ni siquiera defenderme, y mucho menos poner ningún tipo de resistencia. Pienso en las sugerencias que nos ha hecho la psicóloga y la que más da vueltas en mi mente es la de irnos de vacaciones Daniel, ella y yo. Pienso en los momentos que podemos vivir los tres juntos e inevitablemente me emociono al punto que sonrió solo.—¿Juegas con nosotros? — Me pregunta ella colocando su mano derecha en el color amarillo del Twister.Solo puedo observarla y reírme de que sea tan niña, tan mujer, tan ella... Es que me enamora a cada minuto más, estoy totalmente perdido. —Sí, claro. — Digo acerc&aac
[AITANA]Cuando se está tanto tiempo sola, darle explicaciones a alguien puede resultar difícil. Aun no comprendo mucho la actitud de Matías por mi reunión con Cristian, es tan solo es un ex compañero de la universidad. Quizás lo que le molesto a Matías fue que le explicara que el sueño de él y mío en la universidad era esto; tener una clínica juntos. No puedo dejar de darle vueltas a nuestra conversación anoche en casa mientras cenábamos, ¿Por qué no comprende que necesito ayuda en la clínica? Le explicado de diez mil maneras que lo que está sucediendo con Daniel esta consumiéndome más tiempo y lo seguirá haciendo cada vez más a medida de que él se vaya acercando al niño como su padre. Es tanto mi agobio intentando entenderlo que no puedo ni siquiera concentrarme en revisar los exámenes de laboratorio que teng
—¿Se puede saber que haces aquí Matías? — Me pregunta mientras sube a Danko a la mesa de exanimaciones.《No le diré que me dio un ataque de celos por su nuevo futuro socio...》—Te dije, Danko no está bien. — Le miento.—¿Y según tú que tiene? — Cuestiona mirándome de una manera que me hace entender que no me cree nada.—Creo que se ha resfriado. — Invento.Tengo el presentimiento que se está por reír en mi cara, pero por alguna razón no lo hace —¿Por qué dices que esta refriado? — Averigua muy seria.—Es que mira su nariz... está demasiado húmeda. — Le explico queriendo que me crea.—¿La nariz húmeda...? — Pregunta con incredulidad.—Sí, ¿No ves? — Insisto.—Claro que lo veo, pero es
Unos días después—Doctora Di Luna, quiero que sepa que la extraño en mi cama. — Le susurró al oído mientras terminamos de colocar los globos en el jardín de su casa para el cumpleaños de Daniel.—¡Matías! — Me grita y sus mejillas se vuelven del color de un tomate. —Nos pueden escuchar. — Me regaña.—Daniel esta con sus abuelos en su cuarto enseñándole la nueva pieza musical que practicamos en casa. — Le explico y me acerco a ella y la tomo por la cintura. —Me tienes muy abandonado... — Le reclamo al oído mientras que inhalo el exquisito aroma de su perfume. Se ve tan preciosa con ese vestido veraniego color coral.—Amor, estuve demasiado ocupada... lo sabes bien. Entre la clínica, entrenar a Cristian con todos los sistemas, y la fiesta de Daniel... no he tenido tiempo de nada. — Se
[MATÍAS]Observo como todos los niños se divierten con los juegos que ha preparado Aitana y con el mago increíble que ha contratado, realmente sabe cómo hacer que mi hijo y sus amigos pasen un tiempo increíble. Mis padres, mis hermanos, y sobre todo mis sobrinos también la están pasando de maravilla. Ha pensado en absolutamente cada detalle, la comida, los dulce, la tarta, y hasta una piñata.—¡Mami! ¿Ya puedo abrir mis regalos? — Le pregunta luego de que ya todos han comido tarta.—Yo creo que si, ven vamos. — Responde ella poniéndose de pie.Los miro caminar tomados de la mano hacia la mesa donde están todos los regalos y me encantaría poder estar con él en ese momento, poderlo ayudar a abrir todos los envoltorios y disfrutar con él, pero no puedo... Daniel aun no sabe que soy su padre —¡Matías! ¿Por q
[MATÍAS]—Finalmente se ha dormido. — Me dice mientras que entra a la cocina donde estoy ordenando los últimos detalles. —¡No tienes que hacerlo! — Me regaña al ver que estoy secando los últimos platos.—No es ningún problema cariño, solo quería ayudarte. — Le aseguro.—¿Y tu familia? ——Ya se ha ido. — Explico y dejo los platos encima de la encimera y me doy vuelta para mirarla. —Estamos solos. — Le digo con una amplia sonrisa.—Está Daniel... — Me aclara.—Si eso está claro, pero está durmiendo. — Le respondo tomándola por la cintura.—Matías... aquí no... — Me pide.—Vamos a tu cuarto. — Le suplico al oído.—Vale. — Dice con una sonrisa y me toma de la mano para que caminemos hac
[MATÍAS]Abro mis ojos lentamente intentando absorber la luz del sol que entra por la ventana, y para mi sorpresa me encuentro a Daniel prácticamente abrazado a mí, pero Aitana no está en la cama. 《Es tan lindo... como me gustaría abrazarlo fuertemente.》 Estoy mirándolo hecho un tonto, solo puedo observar su cabello que es casi del mismo color que el mío, su pequeñas manos apoyadas en mi torso, y parece que está soñando algo bonito porque esta sonriente. Sin despertarse se voltea soltándome y prácticamente se cambia al otro lado de la cama.Cuidadosamente intentando no despertarlo me levanto de la cama y al ver que Aitana no está ni aquí ni en el baño, salgo de la habitación. Camino el pasillo sin hacer ruido y cuando llego a la cocina allí esta ella muy entretenida cocinando con su camisón puesto y parece que está escuchando músic