La diva sale del agarre del rubio que deja salir un gruñido, Eva va hasta el baño en donde hace sus necesidades. Su vientre es pequeño todavía, sin embargo, requiere ir mucho al baño en horas de la madrugada.

Regresa a la cama en donde ya el rubio está despierto mirando hacia la entrada del baño, Eva le da una pequeña sonrisa e ingresa a la cama.

—¿Todo bien? —interroga con su voz ronca.

—Tu cachorro, me anda provocando enormes ganas de ir al baño, —le recuerda.

—¿Quieres que vayamos al doctor mañana? —le pregunta con preocupación.

—Todo está bien, tranquilo, —asiente, recuesta su cabeza en su pecho y este acaricia su cadera.

—Estuve pensando en que tal vez sea hora de buscar nuestra propia casa, —eso toma a la diva por sorpresa.

—¿Sucede algo? ¿Nicolás