Estar en aquella cueva hace que Esmer olvide completamente que fuera tiene una vida, Khan la mantiene distraída y no la deja escapar de sus brazos en ningún momento.
—No podemos quedarnos aquí, —le dice la castaña por tercera vez, Khan deja salir un bajo gruñido—Supongo que eso es una negación, —murmura.
—Debes quedarte a mi lado, —susurra con su voz ronca.
—Te recuerdo que tengo que trabajar, —este hace una mueca y sigue besando su vientre mientras desciende hacia su centro—Khan, —protesta.
El rubio deja salir un suspiro.
—Te advertí que esto dura una semana, —la mira con sus ojos rojos.<
El rubio hizo todo lo humanamente posible para que Esmer gritara que era suya, sin embargo, la castaña nunca le dio lo que quería. Eso a Khan no le molestaba y le parecía todo un reto conseguir lo que quería, lo que ella no sabía es que aquel hombre le gusta ser retado. Su celo pasó y Esmeralda nunca se dio cuenta de lo que hacía su hermana menor, no tenía tiempo para indagar. La castaña regresó a su trabajo y clases, le era incómodo movilizarse después de todas las veces que aquel rubio tomó su cuerpo, Khan fue muy gentil al ayudarla en su labor de limpieza en la universidad y eso también le permitía estar a su lado y llevarla a su casa. Khan también regreso al lugar en donde fueron atacados los cuatro hombres para intentar conseguir algún olor del atacan
—Usted, —eso a Khan lo toma por sorpresa—Lo he visto dejar sus marcas en ellos y se merecían morir, —anuncia. —No he pedido nada de eso, —aclara. —Usted deseaba hacerlo y solo he cumplido con su deseo, —expresa, Khan no tiene duda de que existe una extraña conexión entre ellos, es pequeña, sin embargo, la siente. —¿De dónde vienes? —Mi antigua manada se ubica al este de Canadá y vive subyugada por un alfa que desprecia a todo el que no sea un lobo café, —puede ver sus recuerdos y ella no le miente—Es un hombre despreciable, me sometió y violo para luego perseguirme como un animal salvaje por todo el territorio, —ese recuerdo
La diva de los lobos despierta envuelta en los brazos de su hermoso hombre rubio que duerme a su lado manteniéndola prisionera, suspira y acaricia sus nudillos. Kemal no tarda mucho tiempo para despertar y entrelazar sus dedos, Eva sonríe y se gira mientras él afloja su agarre para poder ver su rostro, le besa la barbilla y lo escucha dejar salir un suspiro. La felicidad que sienten es digna de envidiar y saber que pronto estarán casados los hace más que feliz. —Buenos días, —murmura Eva. —Hola, nena, —eso la hace reír un poco, Kemal se ha tomado la costumbre de decirle de ese modo o muñeca. —Debes estar muy feliz de verlo de nuevo, —le dice refiriéndose con eso a l
Esas palabras dicha por Khan son cruciales y su padre sobreentiende que cumplirla será a base de sacrificios, no todos estarán de acuerdo en que alguien sea rey. —¿Sabes lo que conlleva? —cuestiona. —Será difícil, pero no imposible, crearé enemigos durante el camino, —murmura. —Y marcaste a una humana, —le recuerda—¿Por qué lo hiciste? —cuestiona. —Esmer es mi pareja. —No te entiendo, —es obvio que Kemal no lo dice en mal plan. —Hay cosas que no le he dicho, —se sienta a su lado y dirige su mirada al bosque—Cuando m
Agarrados de manos camina Khan y su chica por el bosque, le gusta compartir en todo momento con ella, no tiene mucho que hacer y disfruta sus vacaciones. El día está caluroso y su plan es llevarla al lago para poder refrescarse, Esmer es ayudada por el rubio para que no tenga ningún tropiezo. Cuando llegan al lugar, Khan se encarga de arreglar la manta de picnic y se recuesta en ella mientras observa como su chica se quita el polo y pantalón quedando en bikini. —¿No entrarás conmigo? —cuestiona mirándolo. —En un rato estoy contigo, —ella se va al lago y no entra muy en el fondo, Khan se quita toda la ropa e ingresa desnudo tomándola por sorpresa. —Puede venir alguien, —le
La luna de miel dura una semana y regresan a casa, Eva y Kemal la pasaron de maravilla. Ese mismo día hicieron una fogata y en esos días de ausencia del alfa, Luna llego a la manada y recibió unas buenas bienvenidas por los integrantes. Al principio se sentía muy apenada por el color de su pelaje, ya que no existen otros lobos de su color en Taton, sin embargo, los integrantes de la manada la adularon y la nombraron copo de nieve, Luna empezó a sentirse como en casa. —Luna me alegra conocerte y saber que te sientes bien en mi manada, —comenta el rubio con una sonrisa. —Gracias, alfa, por aceptarme. —No hay que ser tan formal, me puedes llamar, Kemal, —le pide y ella asiente,
En esos seis meses que han transcurrido, Kemal tiene una de las manadas más grande de todas, espera que algún día todo ellos puedan ser dirigidos por Khan, no pierde la fe. Por otro lado, la diva de los lobos sea venido sintiendo mal en estos días, Eva no deja de presentar mareos y náuseas, Kemal también sea descuidado de ella y llega tan agotado que no tiene tiempo para descubrir el embarazo que lleva su hembra. La diva tampoco sabe que está embarazada, ya que llevaba mucho tiempo deseando traer otro bebé, sin embargo, no a logro quedar en cinta cuando lo estaba deseando. Ahora que su esperanza de ser madre otra vez ha entrado en pausa por su propia salud mental, lleva un par de cachorros en el vientre de los cuales desconoce su existencia. Al fin y al cabo que los dos se muestran ignorante al estado del otro, Eva
Dos años después. La preocupación invade el pueblo de Taton cuando todos los clones de sexo masculino con gen dominante comenzaron a presentar un resfriado, no era algo normal lo que estaba sucediendo. Los doctores tuvieron que intervenirlos y recluirlo de los que no estaban enfermos, Kemal no se alejaba de ningunos de ellos y verlos en ese estado le dolía más que a cualquier persona. Caled, Hope y las demás parejas deseaban estar al lado de sus hombres, sin embargo, el miedo de los doctores de que esto sea contagioso no le permitía acceder a ellos, Kemal les permitió tomar algunas muestras de su sangre para saber si allí está la clave para combatir el virus que golpea el sistema de los clones. —Chicos deben ser fuertes, —les dice a los Bogart.