Para Dominik había sido duro enterrarse que su esposa tenía dos amantes, los cuales dormirían con ella. Sentía que le estaba faltando el respecto, pero aun así le había dado una habitación. En el fondo no dejaba de pensar que quizás toda la culpa la tenía Noah, después de todo él se había marchado con Katherine y quizás él fue quien le insistió.¿Cómo era posible que Katherine estuviera con ellos?…Se preguntaba el Alfa mientras apretaba los puños, sentía envidia de la forma en que ella los miraba a ellos. ¡Dominik había sido el primero hombre al que vio con amor!, ¡No a ellos!… Por su mente pasaban aún las imágenes de la pareja de tres dándose un beso y como Noah lo miraba indiferente como si él tuviera el premio mayor.Dominik se arrepentía de haber confiado en aquel Beta, al cual le dio una oportunidad en su manada. Si no lo hubiera elegido, las cosas no estuvieran de esa manera, era lo que pensaba Dominik entre su despecho. El Alfa no quería creer que había sido Katherine quien to
La manada de König no había recibido ningún ataque por la Diosa Blanca, la cual se encontraba observando desde su reino en el cielo como Katherine había vuelto a aquella manada. Le desagradaba verla allí, ver cómo había reclamado nuevamente su título como Luna.¿Acaso no le bastaba con tener una manada?…Bianca no tenía favoritismo con algún mortal, más bien, no le interesaba ningún ser humano, ella solo los veía como simples hormigas a las cuales podía llegar a matar o controlar. Eran sus juguetes y sabía que podía llegar a tener muchos más, y esa razón no le afecta para atacar la manada König. Lo que ella en verdad quería con desesperación era matar a Katherine y a los mellizos, quería ver cómo sufría lentamente bajo las torturas que ella se imaginaba.Tal como lo había hecho con Atha…En el fondo Bianca tenía miedo, no quería que Katherine liberará a su hermana Gaganaris porque entonces se uniría con Phoenix y su reinado acabaría. Pero lo en verdad Bianca temía era que liberarán a
El estado en el que se encontraba Dominik, era deplorable. Su aroma a alcohol era tan fuerte que Katherine no podía evitar fruncir su nariz al tenerlo a un par de metros, y la verdad era que Dominik había estado tomando toda la madrugada por la culpa de su esposa. El Alfa no podía sacarse de la mente los gemidos de Katherine junto con dos hombres en su habitación, había sido una gran ofensa para él.Los ojos de la Antigs lo miraban con un gran desagrado, ella estaba segura de que su comportamiento era inmaduro y sobre todo un hipócrita. Dominik se encontraba así porque creyó que su esposa le sería fiel, pero… ¿Cómo Katherine le sería fiel cuando el no lo fue?…Katherine sabía que su esposo se había acostado muchas veces con Hannah, y en su momento le había dolido. Pero agradecía que Noah le diera su tiempo antes de mantener una relación sexual activa con él, y por eso creía que la escena que estaba montando Dominik era para sintiera lástima de él.Aun así lo único que Katherine sentía
Entre el medio de la discusión que Hannah tenía con Conrad, Dominik pudo darse cuenta de que su manada estaba en peligro. Quería ayudarlos, después de todo él era el líder y tenía que estar en el medio de la guerra con su gente. Pero en el estado en que se encontraba no lo dejaba caminar bien, solo podía ver cómo su amante se dirigía hacia alguna parte de la mansión y Conrad estaba corriendo hacia donde se producían los gritos de las personas.¿Qué estaba pasando en realidad?…Dominik no podía comprender lo que estaba pasando, el alcohol no lo dejaba concentrarse para poder transformarse en su lobo interior. Cada vez que intentaba caminar hacia donde era el ataque caí bruscamente, sus piernas las sentía débiles como si no pudiera sentir el suelo. El tacto de las cosas que tocaba en su alrededor se volvió suave, Dominik en ese estado no sentía los golpes o el tacto de las cosas, solo sentía como su cuerpo estaba relajado y se dejaba llevar por los efectos del alcohol.Cuando por fin Do
¿Qué era lo que sentía Conrad?…Lo primero que sintió fue un fuerte pinchazo en su mejilla izquierda, su rostro se había volteado hacia un lado ante la fuerte cachetada que Hannah le había proporcionado. La piel de su rostro se encontraba de una tonalidad roja, sus ojos se encontraban igual y sus lágrimas bajaban en silencio mientras su mirada se encontraba pagada.Hannah necesitaba desquitar su enojo con algo o alguien, y le resultó fácil haberle dado aquellas tres cachetadas a su hijo mientras le reclamaba su traición. A Conrad ya no le importaba los gritos de su madre, tampoco el maltrato físico que estaba recibiendo de ella, se había cansado de todo.— ¿¡Cómo te atreves a arrodillarte ante esa maldita mujer!?… — Le reclamo a Conrad entre gritos sin poder evitar soltar algunas pequeñas gotas de saliva, Hannah se encontraba enfadada, Dominik no había hecho nada para que Katherine no fuera alabada por la manada.— ¡Eres mi hijo!, ¡Tú debes de apoyarme a mí y no a ella, Conrad!…— ¿Aca
Durante dos días Dominik miraba impotente como las personas de su manada buscaban a Adelaida para todo, ellos pedían su presencia y consejos en los nuevos métodos de ataque con aquellas criaturas. Dominik ahora se encontraba pintado en una pared, ya no servía de nada, ya no era importante para la manada. Sin embargo, Hannah en cierta parte no le preocupaba esto, ella sabía que su pareja seguiría siendo el Alfa de la manada.Sin embargo, Dominik se encontraba receloso. La mayoría de las personas podían estar cerca de Katherine, pero él no, ella lo alejaba o lo evitaba. El Alfa quería besarla, abrazarla y acariciar cada parte de su pálido cuerpo, pero solo podía ver cómo Aarón y Noah lo hacían al frente de él. Dominik sabía que ellos lo estaban haciendo a propósito para causarle aún más enojo, y lo estaban logrando. La obsesión que Dominik tenía por su alma gemela era notable, no podía dejar de pensar en ella y querer alejar a todos los que estaban a su alrededor. El Alfa quería manten
La nostalgia y la tristeza se habían apoderado por completo de Phoenix, quien aún se encontraba insegura de entregarle alguna pertenencia de Atha a Katherine. La mente de la Diosa aún seguía torturándola haciéndole recordar los momentos más felices que tuvo con su difunta amada, odiaba no poder tenerla a su lado.Por otro lado, Katherine miraba con impaciencia a Phoenix, esperaba que la deidad suavizará su corazón y le entregará lo que estaba buscando. La rojiza mano de la deidad se extendió ocasionando que algunas cadenas de oro con piedras preciosas hicieran leves sonidos entre ellas, por un momento la mano de la Diosa brillo con intensidad y de la nada apareció una espada junto con su vaina.La espada era mucho más larga que una normal, su vaina emitían un brillo especial como si nunca se hubiera usado. Los pentagramas rojos rodeaban por completo la vaina, la cual era de un color negro junto con algunas pequeñas piedras preciosas incrustadas. Una correa de cuero negro se encontraba
Katherine se encontraba empapada ante la fuerte lluvia, pero eso no la detuvo. Sus pasos se marcaban en la madera oscura del suelo, necesitaba ir hacia la antigua biblioteca que se encontraba en aquella mansión porque sería el único lugar en donde nadie la interrumpiría. En el momento en que entró a la biblioteca las luces se encendieron ante su presencia, habían pasado varios años y todo seguía en perfecto orden.Los dedos de Katherine se movían con agilidad ante la pequeña magia que estaba haciendo, velas rojas eran encendidas y colocadas al alrededor del pentagrama dibujado en el suelo, las lámparas se apagaron y solo la nítida luz de las velas rojas eran quienes alumbraban el sitio. La Antigs aún no había hecho el hechizo y sentía como su corazón latía con rapidez, sentía una pequeña sensación de ansiedad ante lo que pudiera ver y pasar.Con mucho cuidado dejo la espada de Atha en el medio del pentagrama, se arrodilló al frente de este y dejo sus manos extendidas para así comenzar