Manteniendo en la oscuridad.
—¿Dónde desapareciste anoche? —Catrina preguntó mientras Samuel no respondía y arrullaba a su bebé en sus brazos
—Samuel —advirtió Catrina.
—Fui a buscarte una sorpresa, está abajo. Vamos —Samuel se levantó mientras le tomaba la mano y salían de la habitación.
—¿Ella? —Catrina preguntó con una ceja arqueada y Samuel se rió entre dientes antes de besarla en los labios—. Véalo usted misma, y sí, él también está allí. Quería conocer a nuestro bebé.
—¿Estamos jugando a las adivinanzas? —preguntó Catrina en voz baja.
—No bebé —reflexionó mientras entraban en el salón, los ojos de Catrina se abrieron un poco al ver a Sofia.
—Sofia —chilló sorprendida y la abrazo con fuerza mientras Sofia le devolvía el abrazo.
—¿Qué hay de mí? ¿No recibiré un abrazo?
Los oídos de Catrina se animaron cuando escuchó una voz familiar y parecía que habían pasado siglos desde que escuchó esa VOZ.
Se dio la vuelta y sus ojos se abrieron cuando se encontraron con los tonos plateados.
—Oh, Dios mío, el Sr. Lennox