Parte 2...— ¡Uau! - negué con la cabeza — Qué sorpresa. Tienes otro lado.— Solo que tú no confías en mí, Adriano – mordió el melón — Evité hablar de dinero o de tu herencia. Yo era el amante común que solo ve las cualidades del amado. Creo que hasta me invente algunas que ni tu tienes - se rio— Gracias por la ayuda - la miré con cariño — De verdad.— Está bien – se encogió de hombros — Tú también me estás ayudando mucho. Mucho más que yo a ti. El dinero que me pagaste ya me ha ayudado mucho.— ¿Qué quieres hacer hoy?— No sé, nunca tuve tiempo de sobra. Siempre he estado muy ocupado.— Entonces yo decido lo que vamos a hacer - sonríe.— Ok, pero sea lo que sea, voy a ver a Emilia primero.— Claro que lo sé – suspiré presionando mis labios — Lamento todo lo que has pasado. No tenía idea de que tu vida fuera tan difícil. Me impresionó su fuerza y la de ella. Eres una mujer increíble.— Todo el mundo tiene algo malo en la vida. Simplemente no le dije a nadie porque no quiero lástim
Parte 1...*Después de una hora, Bianca detuvo el coche y lo miró con desprecio. Adriano ya le había gritado varias veces mientras intentaba conducir por uno de los carriles más apartados del parque. Estuvo a punto de chocar con una roca más grande cuando él gritó y sujetó el volante con fuerza.Empezó a enseñarle tranquilamente a cambiar de marcha y a controlar el coche, pero poco después empezó a hablar sin parar y a quejarse. Parecía nervioso.— Basta, Adriano - ella golpeó el volante — Eres un pésimo profesor.— No, no lo soy. Tú eres el que está mal.— Es la primera vez que me siento en el asiento del conductor",- ella se quejó — ¿Cómo puedo conducir si no dejas de hablar todo el tiempo? Parece que no quieres que aprenda a conducir.— No estás prestando atención"- dijo irritado.— ¿A quién, Adriano? ¿A las moscas o las hojas en medio del camino?— La traje aquí porque es menos peligroso.— ¡Exactamente! No hay nadie allí"- dijo en voz alta. — Me asustas, me desconcentras, me pone
Parte 2...El le besó la cara, los dedos, la apretó. No quería que estuviera triste, ya había pasado por demasiado. Ahora las cosas serían diferentes.Lo más importante es que empezó a admirarla de verdad por su fuerza y su valor. Una chica sola en la calle que encuentra a una mujer que la cuida y ahora hace todo lo posible para devolver este gesto.Esto es para unos pocos. La mayoría de las personas son desagradecidas y no saben devolver el bien que se les hace. Muchos ni siquiera dan las gracias.Luego le preguntó por sus padres y Adriano le contó cómo fueron egoístas y lo abandonaron en casa de sus abuelos sin siquiera despedirse y sólo después de mucho tiempo le volvieron a hablar para decirle que ya no eran pareja ni familia.Fue muy triste para un niño. No entendía las razones, incluso pensaba que era su culpa.Su deseo de mantener el castillo en Escocia se debe precisamente a este dolor paterno. Su infancia sólo había sido feliz allí, con sus abuelos y los habitantes de la finc
Parte 1...Bianca...Cuando me desperté vi que Adriano estaba de pie frente a la ventana. El día se estaba despejando.— Sabes que estás desnudo, ¿no? - me volví hacia él.— ¿Qué pasa? - el respondió sin mirarme.— Alguien podría verte allí.— Estamos en la cobertura, es muy alto.— Adriano... - se volvió y me miró. — ¿Te preocupa algo?— ¿Por qué me dijiste todo eso ayer? - su rostro estaba cerrado.— Porque querías saberlo" - me senté y me tapé con la sábana.— Y desenterraste tu pasado. ¿Por qué Bianca?No entendí lo que quería decir.— Creo que piensas que voy a sentir pena por ti. ¿Es eso lo que querías?— No. Nunca pensé eso" - me molestó lo que dijo y me puse de pie. — ¿Y después de lo de ayer? - Fruncí el ceño.— Ahora tengo la cabeza más clara. Anoche fue sólo una noche. ¿Qué te ha parecido? ¿Que hicimos el amor? ¿Que me voy a enamorar de ti, ahora que lo sé todo?Parpadeé varias veces, asombrada por él. Creo que me quedé con la boca abierta.— No soy la tonta que crees que s
Parte 2...Volví a la habitación y estaba tomando un medicamento. La enfermera pasó junto a mí y sonrió ligeramente.— ¿Cómo te sientes, Emilia? - ella me miró un momento y sonrió.— ¿Has venido a verme otra vez?— Vengo a verte siempre que puedo" - la abracé con fuerza.Tengo ganas de llorar, pero eso no es bueno para ella. Abro una sonrisa e inicio una conversación para saber cómo está su mente ahora.— Ayer vi la telenovela.— Que bien. ¿Te ha gustado?— Me ha gustado. Hay una joven que es tan agradable, pero hay otro que es una plaga. Imagina que quiere robarle el marido a la otra. ¿Estás casado?"Y ahora".Creo que puedo decirle que estoy casado. De todos modos, se olvidará de todo.— Sí, así es.— ¿Y dónde está tu marido?— No pudo venir hoy.— ¿Es guapo? No lo recuerdo.Di una leve sonrisa al ver la imagen de Adriano frente a mí.— Sí, es muy guapo. Y huele bien.— Ah, oler a los hombres es mejor.Me pareció divertido el comentario. Aunque estaba deprimida, estaba tranquila y e
Parte 1...*La cena fue íntima, solo ellos dos y el primo con su mujer. Todo muy chic y decorado con flores en la mesa. Diogo hablaba más con Adriano que con ella. Lo que Bianca incluso pensó que era mejor.Cuando estaban en la sala charlando y bebiendo vino, Jane la llamó al balcón y después de unos minutos la conversación se volvió más privada. Empezó a hablar de Diogo y su matrimonio. Incluso las cosas íntimas. Bianca se puso en alerta.— A veces me dan ganas de tirarlo todo por la borda – dijo Jane.— Pero, ¿cuánto tiempo llevas casado?— Más de un año – puso los ojos en blanco — Nuestro mayor problema es el sexo.— ¿Como asi?— No existe - dijo en voz baja — Diogo no tiene sexo conmigo. Es gay – miró a los dos hombres en la habitación — Tan guapo... Y gay. Que desperdicio de material. Me encantaría que realmente le gustaran las mujeres. Al menos el matrimonio tendría algo de diversión.— ¿Mismo?— ¿No digas que no lo sabías?— Adriano no me dijo nada - mintió.— ¿Y no te diste cu
Parte 2...— Bueno, Bianca está pegada a ti... Por matrimonio, claro. Ahora ella será la dueña de un castillo en Escocia, pero Fabio tiene un castillo en Francia.— ¿Y?— Y luego los castillos de Francia son más hermosos. Son elegantes, coloridos. Tienen más vida.— Depende de quien mire. A veces las personas no valoran las cosas y las quieren por capricho. Si prestas atención, puedes descubrir un tesoro donde nunca imaginaste.Solo ellos dos y Bianca entendieron esta conversación. Diogo insinuó que Bianca se había casado solo por la propiedad, lo que la molestó. Decidió hablar.— No me casé con Adriano por un castillo. Me casé por él y por todo lo que hemos pasado desde que empecé a trabajar en la empresa. Tenemos mucho en común y nos gusta compartir eso. ¡No me interesa, no soy codiciosa!— Dios, eso no es lo que quise decir.— ¿Ah no? ¿Y que pasó? Porque eso pensé. - él frunció el ceño.— Acabo de comparar la belleza de los edificios.— Por supuesto – sonrió con cinismo — Entendí
Parte 1...Adriano...No vi a Bianca hoy cuando me desperté. Quizás fue a visitar a Emilia a la clínica. Ni siquiera sé dónde dejé mi celular. Quiero llamarla. Bien podría haberme dejado un mensaje para cuando me despertara.Busqué mi teléfono celular en la habitación y no pude encontrarlo. me estoy poniendo ansioso No puedo dejar de pensar en el amor que hicimos anoche."Amor"?Creo que me estoy volviendo muy suave.— Ah, aquí - Encontré el celular. Estaba debajo del sofá.Cinco mensajes del personal de la empresa y uno de Álvaro. Sin Bianca.La llamé, pero ella no respondió. Llamé dos veces más y finalmente respondió.— Oye.— ¿Donde estas? - Escuché ruido de fondo.— En el supermercado.— ¿Si...Es porque?— Algo obvio, ¿no? De compras, lo refrigerador está vacío.— No necesitaba. Envía a Suzi o comeremos fuera.— Ay, Dios mío... Sueli...Sueli. Y no es agradable estar comiendo en un restaurante todo el tiempo o pidiendo comida. Puedo cocinar. Me gusta.— ¿Va a tardar mucho?— Un p