A veces perseguir un sueño te puede llevar a un trágico destino, esta parte es una cruda realidad: los millonarios no son príncipes, ni las que andan tras su dinero princesas, perseguir el sueño de lo fácil puede costarte caro.
Esto recién comienza corazón, te sueltan las cadenas, pero la verdad te espera. Arios estaba tenso en la celda sin saber qué esperar a partir de ese punto, había dado su declaración y dicho las cosas como son, sin retoques, es que todo era tan absurdo y a la vez complejo. Su abogado entró en ese momento: —Arios, estás libre. Él se sorprendió de esas palabras y sonrió. Cuando salió su abogado le comentó: —La joven quitó la denuncia, adujo que todo fue una confusión y que el vestido era de mala calidad. Arios enarcó una ceja, qué m****a le quería decir, el abogado le indicó que siguiera y le advirtió: —La prensa quiere escuchar tus declaraciones sobre lo sucedido. Arios entonces dijo desconcertado: —Es que no sé lo que realmente sucedió. —Parece que la chica estaba traumada por un exnovio acosador y cuando se enredaron ella recordó esa mala experiencia y… Se exaltó y el vestido no era de buena calidad, por eso se dañó fácilmente. Todo eso era muy raro y al salir vio a la prens
«Sé lo que hiciste en tiempos pasados Fred» Doug no sabía dónde se metió su padre y decidió ir a hablar con Freda y sabía que ella siempre estaba con Verona, cuando llegó miró a todos lados y encontró a Verona leyendo en una tableta. —Hola, ¿Freda vino? —Pero se fue a la conferencia de prensa del novio. —¡Rayos! —¿Qué pasa? —Pensé en encontrarla aquí, debo de hablar con ella urgente. —Tranquilo, ella va a venir, me pidió un favor y se lo hice, aunque no entiendo nada. Doug la miró desconcertado: —¿Favor? —Sí —le mostró la información—, me dio esta foto de un rompecabezas y que buscara si era una actriz o una cantante y salió que era una joven suicida. Doug leyó, con suma atención, la noticia, entonces se fijó en el apellido de la mujer: Denis… Sacudió su cabeza y caviló un poco. —Tiene el apellido de Freda. —Eso también llamó mi atención, ¿crees que sean parientes? Doug entonces cerró sus ojos y le dijo a Verona. —Si Freda viene que no se mueva de aquí. Entonces la llam
«La vida quiso separarnos, más nuestras ganas quieren juntarnos» Arios estaba recostado en la cama y Freda lo acarició: —¿En qué piensas? Miró los ojos de la joven tan azules como los de él. —¿Y si no me presento al debate? —Arios… —Tal vez deba renunciar, siento que eso sería lo correcto. —¿Y darle el gusto a esa persona? —Es que no sé qué consecuencias tenga todo esto. —¿Y si es Powell? Arios entonces le comentó: —Es que siento que no es él. —Arios, ¿entonces quién? —No lo sé. Freda tampoco sabía qué decirle y se apegó a él y entonces le comentó: —Pase lo que pase estaré contigo y cualquier decisión que tomes la aceptaré. Arios sonrió y la abrazó: —Eres lo mejor que me pasó en la vida, conocerte cambió mi mundo. —Y él mío… Solo esperaba que Verona le diera una luz a todo aquello. $ Mandy le mostraba a Tory su precioso anillo. —¡Es hermoso! —Fue lo más romántico que he vivido en toda mi vida. Tory entonces le confesó: —Sabía que lo lograrías, eres una gran chi
Voy a ir a ese debate, para debatirle a la vida por tu amor. Freda hacía poner el letrero de su negocio y cuando vio el nombre: «Fresa Fresca Spa», suspiró y sonrió, ella había aprendido a usar frutas para relajar y desintoxicar, entró y comenzó a acomodar las velas, las esencias que se usarían, estaba sola, pero al menos tenía un propósito de vida. Un hombre podía ser útil, pero ya se las arreglaría para poder salir adelante sin Arios Hudson. Doug volvió a casa derrotado y Carol daba vueltas en la sala y le preguntó: —¿Sabes alguna cosa? —Nada, pregunté en los hoteles más caros de la ciudad y no registran a mi padre en ninguno. Ella meneó la cabeza y dijo molesta: —Tu padre me está haciendo salir arrugas. —Voy a hablar con Freda. —Espero que sepa escuchar, si alguien puede detener a Arios es ella. Doug volvió a salir y fue a la Casa de las Flores y nadie sabía nada de ella, entonces fue donde Verona. —¿Dime qué pasa? —Freda no está, ¿verdad? —No sé de ella, para nada, me
«El precio de la maldad es tan alto que nadie puede pagarlo» Freda estaba anulada, no podía pensar, el nombre de Hudson martillaba en su cabeza sin cesar. —Entonces Albert, te cuidó a su modo, te dio un techo y todo… Freda entonces rompió el silencio: —Él quería que conquistara a Arios, ¿por qué? Doug entonces le explicó: —Mi padre quiere vengarse de Hudson… El día del debate. Freda los miró horrorizada. —Va a decirlo todo ese día. Ella meneó la cabeza y les dijo: —¡No puede hacer eso! —Lo sabemos, pero no podemos detenerlo, porque él se ha escondido. La joven dolida les dijo: —¡Me quiere usar como un arma contra Arios! Carol entonces comentó: —Esa es la forma de hacer justicia de Albert. —Eso no es justicia, eso es venganza. Doug entonces le explicó a Freda: —Arios no puede asistir al debate, por nada. —Arios no tiene la culpa de todo esto y yo no seré utilizada como un arma contra él. Salió corriendo y Doug detrás de ella: —Freda —la detuvo— debes impedir que vay
Amargura, señores que a veces me da, la cura resulta más mala que la enfermedad, Amargura, señores que a veces me da, la cura resulta más mala que la enfermedad. Amargura, Jerry Rivera Arios le gritó molesto: —¡Qué te pasa! —Arios, esta mujer es una piedra en tu camino. —Arios tengo que decirte algo importante —le dijo Freda. —Dime, ¿estás bien? Doug les dijo en ese momento: —Arios, no puedes participar de ese debate. —¡Qué m****a pasa aquí! —gritó Fred. El moderador se les acercó: —Señor Hudson comenzamos en unos segundos, si usted no está presente damos como ganador al otro candidato. Freda agarró a Arios del brazo y le suplicó: —Prometo decirte todo, pero no subas. Estaba en un predicamento cuando se escuchó la música del programa y él estaba indeciso y Fred la apartó violentamente de él y le dijo a Arios. —¡Sube al maldito podio, ya! Arios lo miró y entonces se escuchó una voz potente que gritó: —¡FRED HUDSON VOY A MATARTE POR ABUSAR DE MI HIJA! Fred se dio por
Y cuando es tan amarga, solo queda tomarla de a poquito corazón. Ella rio amargamente y se llevó asqueada las manos al rostro de lo que él decía: —Ahora solo te queda eso, hermano, cantar y señalar a los culpables. Fred estaba molesto y entonces le comentó: —Me echas la culpa de todo y no sabes el resto… —Freda es tu hija. —¡Exijo una prueba de paternidad! Lily quería matarlo a golpes y entonces le dijo: —¿Todavía lo dudas? Entonces Fred le respondió: —Yo no abusé solo de esa chica… Lily se jaló los cabellos al escuchar cómo reconocía su perverso acto. —¿Tus amigos también participaron? Fred entonces le respondió: —Roy también abusó de ella. Lily lo miró aterrorizada y negó con la cabeza: —Fuimos los dos… Ella se apartó aterrada con ese asunto y entonces lo miró y le respondió: —Eres capaz de ensuciar la imagen de Roy. Él se rio irónico. —¿Piensas que Roy era un santo? —Yo hablé con él… Me dijo que no había ido en mucho tiempo a esa cabaña. —Cuando se cansó de esa
«Sigue intentando, sigue luchando, no te detengas Da el primer paso, aunque tu mundo se caiga a pedazos No pierdas la fe, tendrás que confiar otra vez Puede haber un nuevo comienzo, de nuevo». Nuevo comienzo, Conpaz compuesto. Freda llegó al local, miró todo a su alrededor: allí estaba su más grande sueño y solo tenía eso para reconstruir su vida y no iba a permitir que nadie se lo quite por nada del mundo. Albert llegó a casa esa tarde y al entrar Carol lo esperaba muy molesta, cuando lo vio solo se le cruzó por la mente todo lo pasado con Elsa y su hija, no podía perdonarlo a pesar de que lo amaba. —Volví. —Me doy cuenta. —Hice lo que tuve que hacer. Ella entonces le increpó: —¿Y te sientes contento con todo lo hecho? Albert se sentó cansado en uno de los muebles: —Tenía qué hacerlo. —Arruinaste la vida de esa chica, la salvaste, por un lado, y la hundiste por el otro, ¿esa es tu forma de ayudar? El hombre le contó entonces: —Cuando Elsa desapareció y la estuvimos bus