Algo va a suceder y no nos va a gustar!!!
Amargura, señores que a veces me da, la cura resulta más mala que la enfermedad, Amargura, señores que a veces me da, la cura resulta más mala que la enfermedad. Amargura, Jerry Rivera Arios le gritó molesto: —¡Qué te pasa! —Arios, esta mujer es una piedra en tu camino. —Arios tengo que decirte algo importante —le dijo Freda. —Dime, ¿estás bien? Doug les dijo en ese momento: —Arios, no puedes participar de ese debate. —¡Qué m****a pasa aquí! —gritó Fred. El moderador se les acercó: —Señor Hudson comenzamos en unos segundos, si usted no está presente damos como ganador al otro candidato. Freda agarró a Arios del brazo y le suplicó: —Prometo decirte todo, pero no subas. Estaba en un predicamento cuando se escuchó la música del programa y él estaba indeciso y Fred la apartó violentamente de él y le dijo a Arios. —¡Sube al maldito podio, ya! Arios lo miró y entonces se escuchó una voz potente que gritó: —¡FRED HUDSON VOY A MATARTE POR ABUSAR DE MI HIJA! Fred se dio por
Y cuando es tan amarga, solo queda tomarla de a poquito corazón. Ella rio amargamente y se llevó asqueada las manos al rostro de lo que él decía: —Ahora solo te queda eso, hermano, cantar y señalar a los culpables. Fred estaba molesto y entonces le comentó: —Me echas la culpa de todo y no sabes el resto… —Freda es tu hija. —¡Exijo una prueba de paternidad! Lily quería matarlo a golpes y entonces le dijo: —¿Todavía lo dudas? Entonces Fred le respondió: —Yo no abusé solo de esa chica… Lily se jaló los cabellos al escuchar cómo reconocía su perverso acto. —¿Tus amigos también participaron? Fred entonces le respondió: —Roy también abusó de ella. Lily lo miró aterrorizada y negó con la cabeza: —Fuimos los dos… Ella se apartó aterrada con ese asunto y entonces lo miró y le respondió: —Eres capaz de ensuciar la imagen de Roy. Él se rio irónico. —¿Piensas que Roy era un santo? —Yo hablé con él… Me dijo que no había ido en mucho tiempo a esa cabaña. —Cuando se cansó de esa
«Sigue intentando, sigue luchando, no te detengas Da el primer paso, aunque tu mundo se caiga a pedazos No pierdas la fe, tendrás que confiar otra vez Puede haber un nuevo comienzo, de nuevo». Nuevo comienzo, Conpaz compuesto. Freda llegó al local, miró todo a su alrededor: allí estaba su más grande sueño y solo tenía eso para reconstruir su vida y no iba a permitir que nadie se lo quite por nada del mundo. Albert llegó a casa esa tarde y al entrar Carol lo esperaba muy molesta, cuando lo vio solo se le cruzó por la mente todo lo pasado con Elsa y su hija, no podía perdonarlo a pesar de que lo amaba. —Volví. —Me doy cuenta. —Hice lo que tuve que hacer. Ella entonces le increpó: —¿Y te sientes contento con todo lo hecho? Albert se sentó cansado en uno de los muebles: —Tenía qué hacerlo. —Arruinaste la vida de esa chica, la salvaste, por un lado, y la hundiste por el otro, ¿esa es tu forma de ayudar? El hombre le contó entonces: —Cuando Elsa desapareció y la estuvimos bus
«Y si del cielo te caen limones, solo te queda prepararte limonada» Arios ya no le entusiasmaba nada y su tía estaba junto a él y ella lo apoyaba incondicionalmente; sin embargo, la mente estaba con Freda y le preguntó a su tía: —¿Ella no se hizo la prueba? —Dale tiempo para que asimile todo esto. Uno de sus asesores se acercó a decirle que ya comenzaba todo, afuera toda la prensa importante del país estaba allí y eso podía abrumar. Entonces salió Arios, y se lo veía afligido, y saludó a todos: —Estoy aquí para anunciar mi retiro de la carrera política y de la vida pública… Dado los hechos recientes no me siento digno de aspirar a un escaño público. Alguien le preguntó: —¿Usted sabía de los actos de su tío? —Lamentablemente no, ignoraba todo eso y cuando lo supe, resultó para mí una sorpresa desagradable. —Su tío será enjuiciado, ¿usted piensa apoyarlo? —La verdad, no, no estoy de acuerdo con lo que hizo y no estimo apoyarlo en ninguna manera, este Hudson desea mantenerse al
A todo malo le llega su juicio Freda miraba el sobre y no a su alrededor y cuando se animó a abrirlo leyó… —Soy hija de Fred Hudson. Arios respiró aliviado y su tía sonrió conmovida, la joven entonces les dijo: —No es un resultado que me enorgullezca, de hecho, no hay nada en ese apellido que lo haga —se levantó—, gracias, doctor, Lily, Arios. Arios se levantó y fue detrás de ella y la detuvo: —Eres una Hudson, independientemente de las circunstancias. Ella lo miró y respondió: —No me siento una Hudson y no deseo el apellido o el dinero de ustedes, solo déjenme vivir mi vida, como Freda Denis. Se fue dolida y él quedó solo, su tía le dijo en ese momento: —Dale tiempo. Él meneó la cabeza y le preguntó a su tía: —¿Crees que el tiempo pueda sanar lo nuestro? Lily le respondió: —Cuando es amor verdadero, lo puede todo. Amor… La amaba, pero había mucho que los separaba y eso le dolía profundamente. Decir que con el testimonio de Fred algunas cabezas de la alta sociedad comen
«La vida te está dando la mano, no le temas» Un año después Carol tomaba un poco de té en su pequeño departamento en Treeman, sí de nuevo en Treeman, al menos sabía cómo moverse en ese lugar, leía los titulares del momento y en el diario de la localidad estaban anunciando la inauguración del segundo Fresa Fresca, se veía al personal impecable y sonrió. Freda resultó ser una gran administradora y se la veía bastante bien, le encantó la idea y decidió que iría a hacerse unos cariños. Con lo del reportaje Freda tenía más clientes, sus chicas hasta hacían visitas a casa con el nuevo servicio de atención al cliente personalizado. Ya tenían un camioncito para llevar al personal y en ese momento Freda les decía: —Tienes que visitar a la señora López, fue la ganadora de una manicura y pedicura del concurso, atiéndela muy bien… —Claro, señorita Denis. Entonces le indicaba a una de las chicas: —Además, Lorna debes ir donde los Nowel, pues tienen un evento tres arreglos de cabello. Las d
“Y se nos hizo eterno aquel momentoCelebrando el encuentroDe dos náufragosA orillas de la pasión Y el plan del destino empezó a marcharQué manera de juntar a este par de extrañosQue se empiezan a extrañar” La cita de Jeremías La boda de Mandy y Oreonte era en los jardines de la escuela de Orquideología, con hermosas orquídeas blancas para tal momento, además de un bufete con flores y brotes en su preparación. La bella capilla que tenía hermosas guirnaldas de flores blancas cubrían a los novios que en esos momentos se juraban amor eterno. El vestido de Mandy tenía detalles de flores y el ramo eran de orquídeas, parecían los locos de las flores, eso le causo risa a Freda. Todos aplaudieron cuando los declararon marido y mujer. Llovieron pétalos de flores sobre ellos y una radiante señora Oreonte alzaba triunfal su ramo, Carol aplaudía emocionada, una de su grupo lo había logrado y eso ya de por sí era un triunfo. Freda charlaba amenamente con Doug y Arios que había sido invit
Yo quiero ir a donde ella va Yo pienso en ella y lo sabe Quiero que tome el control Porque cada vez que ella se acerca Ella me atrae tanto para mantenerme adivinando. Shawn Méndez, There´s Nothing Holdin´Me back Arios llegó y se topó con Brithany que salía: —Hola, Hudson. —Hola, ¿cómo estás? —Mejor, mucho mejor ahora, has que esa chica Denis se civilice y que se vuelva una mujer de familia, por mi lado seguiré buscando a mi millonario. Él se quedó pensativo, vio a todas las chicas que habían asistido a la boda y a Freda que se acercó a él: —¡Cuánta locura! —Todas desean tomar el ramo de la novia. —No te veo en esa fila. —Es que no deseo casarme… Arios se mordió los labios y le comentó: —Lo que pasa es que yo no funciono sin un compromiso. —Ya sabes lo que digo… No deseo el apellido Hudson en mi vida. —Ok, no lo lleves, pero cásate conmigo y ya… —Lo pensaré —le colocó un papel en la solapa— lo pensaré mucho. —¿Qué dice ese papel? Ella sonrió: —Dice Millonario Reser