Lykos había sido entrenado para enfrentarse a cazadores y otros seres sobrenaturales mucho más poderosos que un simple grupo de policías humanos.Con un rugido, Lykos se abalanzó hacia los policías. Su cuerpo se movía con una velocidad impresionante, esquivando los disparos que se le lanzaban. Mientras avanzaba hacia ellos, sus garras se extendían y sus colmillos salían de su boca en un gesto amenazante.Los policías intentaron mantener la calma, pero su miedo y su inexperiencia los hacía más lentos y torpes que Lykos. Uno a uno fueron cayendo, a medida que el híbrido los atacaba con una ferocidad inhumana. Lykos parecía disfrutar de cada momento de la pelea, su risa malvada resonaba en el lugar mientras seguía avanzando y eliminado a los policías uno por uno. Pero, no los mataba, los dejaba inconscientes.Finalmente, solo quedó un policía de pie. Lykos se acercó a él, sus ojos brillaban con una intensidad malvada.— ¿Alguna última palabra antes de matarte? — Preguntó Lykos, con una s
Nathan se encontraba en el campo de entrenamiento junto a los cazadores, todos respirando profundamente antes de comenzar el duro entrenamiento. Sabía que debía entrenar duro, porque la guerra aún estaba lejos de acabarse.Los cazadores eran duros y hábiles en la lucha, pero Nathan estaba determinado a demostrar su valía como hombre lobo, quería demostrar que iba a ser de mucha ayuda en la lucha contra los hombres lobos y los vampiros. No dejaba de pensar en el híbrido, habían hablado varias veces de él, y no podía creer que existiera una criatura mitad hombre lobo y vampiro, y que a su vez fuera capaz de usar magia oscura tan poderosa.Antes de comenzar con el entrenamiento, Nathan siguió sus rituales de preparación para la transformación de hombre a lobo. Sus huesos y músculos temblaron a medida que el poder y la energía de la bestia se acercaban a la superficie. La transformación le llevó alrededor de cinco minutos, tiempo suficiente para que los cazadores se pusieran en posición.
El bar estaba situado en las entrañas de la ciudad, en una callejuela oscura y poco transitada. La fachada de madera desgastada, con las letras "La Taberna antigua" pintadas a mano, dejaba entrever que no era un lugar muy concurrido por los lugareños.No obstante, al entrar, el ambiente era otro. Todo estaba iluminado por lámparas de aceite que colgaban de las vigas del techo, creando sombras danzantes por toda la estancia. El techo estaba cubierto de un entramado de madera tallada con detalles de dragones, aventuras y hazañas de otros tiempos. El bar olía a cerveza y a madera vieja.Las mesas eran robustas y largas, y cada una contaba con un candelabro con velas creando un juego de sombras. Había una gran chimenea en el centro del lugar, que desprendía un cálido calor y que, además, servía para cocinar algunos platos de la carta. Una gran barra recubierta de cobre brillaba en la pared opuesta. Había varios estantes llenos de botellas de diferentes formas y tamaños, algunas etiquetada
— ¿Amaste a alguien también? — Nathan no pudo evitar soltar la pregunta, tenían bastante tiempo tomando y estaban ambos muy ebrios, en ese momento podían hablar de cualquier cosa.— Sí, hace un tiempo amé a un hombre, era algo mayor, pero ni mi edad, ni la suya fue impedimento para amarlo, yo estaba aún más joven, debía tener unos 17 años. Yo no sabía si él sentía lo mismo, solo había una manera de averiguarlo — En ese momento en los labios de Aurora se dibujó una sonrisa juguetona.— ¿Cuál era esa manera de saberlo? — Nathan tenía bastante curiosidad, era una historia interesante.— Un día mientras se bañaba me metí a su habitación, me desnudé y luego me acosté en su cama. Él al verme se puso tan rojo, que no pude evitar acercarme a besarlo. Me deseaba, lo veía en su mirada y en su… — En ese momento ella hizo una pausa, porque fue interrumpida por Nathan.— No es necesario que lo digas, ya entendí, pero ¿Tener deseo sexual es amor? No lo creo, ambas cosas pueden separarse por complet
El hombre lobo despertó al lado de su amada, no recordaba cómo había vuelto a casa. Nathan se quedó paralizado por unos segundos, tratando de procesar todo lo que estaba sucediendo. Miró a Emma, dormida y completamente ajena a lo que acababa de pasar, y sintió una mezcla de culpa y vergüenza.Se levantó de la cama con cuidado, tratando de no hacer ruido, y se dirigió al baño para tomar una ducha fría y aclarar su mente. Mientras el agua fría golpeaba su cuerpo, recordó los detalles de la noche anterior en la taberna. Recordó haberse emborrachado, recordó sus palabras con Aurora y recordó como la chica pelinegra lo había traído de vuelta al Crew.La culpa lo invadió por completo, sabía que había tomado una decisión imprudente y que había lastimado a Emma, la mujer a la que amaba. Se sintió egoísta por haber cedido a sus deseos y no haber resistido la tentación.Se arrepentía de haberse embriagado, gran parte de la culpa era del alcohol y a su vez la belleza y mirada tentadora de esa mu
Nathan entró a la habitación de Emma con prisa, su mirada se centró en su mano herida. Emma se sintió vulnerable ante su presencia, pero rápidamente cambió su expresión a una de enojo. Nathan se acercó a ella con precaución y queriendo mostrar su preocupación, le preguntó qué había sucedido.Emma evitó su mirada, pero no pudo ocultar su dolor y mezcla de emociones — Nada de importancia — susurró Emma con cierta sequedad, mientras trataba de cubrir su dolor.— No parece nada — Respondió Nathan, examinando cuidadosamente su mano. Observó que estaba seriamente dañada, sentía la rotura del hueso.— Está rota. — Dijo con preocupación — Debemos llevarte con Andrew para que te examine, ser híbrida no te ayudará esta vez, el hueso está roto, hay que colocarlo en su lugar para que pueda regenerarse adecuadamente.Emma no sabía qué hacer, estaba perdida en sus propias emociones — ¿Olvidas que estoy embarazada? — Preguntó con ironía— Mí vientre está creciendo, ya es un poco notorio. Andrew no es
Emma había estado actuando de manera extraña en las últimas semanas, evitando los entrenamientos y encerrándose en su habitación con cada vez más frecuencia. Andrew empezaba a preocuparse por su hermana, y cuando decidió finalmente acercarse a su habitación, lo hizo con una mezcla de curiosidad y sospechas.— Emma… Soy Andrew. ¿Puedo pasar? — preguntó, llamando a la puerta con suavidad.Emma se estremeció en su cama, preguntándose qué hacer. No podía permitirse ser descubierta, no después de todo lo que había hecho para mantener su embarazo en secreto. Mientras tanto, una voz en su cabeza le recordaba las advertencias de la bruja Husffen.— No digas nada — le había dicho la bruja — Es mejor que nadie sepa nada de tu embarazo hasta que haya llegado el momento de dar a luz. Si alguien te descubre, todo se habrá acabado. Andrew te asesinará.Emma todavía se sentía vulnerable por la traición de Nathan, sus emociones estaban fuera de control, sentía que era demasiado para ella, lidiar con
Emma caminaba con determinación hacia el campo de entrenamiento. El lugar estaba rodeado por una barrera hecha de madera que les proporcionaba privacidad y seguridad durante sus prácticas y entrenamientos. Emma se encuentra entrenando en un campo de entrenamiento rodeado de altos muros, diseñado específicamente para entrenamientos de combate. Al entrar, se podía ver una gran diversidad de armas y armaduras, cada una con un diseño impresionante y único en su clase. Se veían grandes espadas de aspecto medieval, arcos, flechas y dagas con detalles finamente elaborados.En el centro se encontraba el espacio utilizado para practicar cuerpo a cuerpo, donde las cazadoras se enfrentaban para evaluar sus habilidades. Emma se preparó para su entrenamiento y Athenea le asignó una contrincante, era nada más y nada menos que Aurora.La mirada de Aurora se elevó y Emma pudo ver la confianza en su rostro. Ambas se prepararon y comenzaron la pelea.Emma lleva una armadura de cuero ajustada que prote