Mientras tanto en Husffen, Andrew estaba preparándose con el crew de cazadores, irían a la ciudad. Desde hace algunos años no sabían lo que era cazar a alguna criatura, acabaron con todas las que existían en Husffen.– ¿Podemos llevarnos todas las armas? ¿No revisarán nuestro equipaje cuándo estemos en el aeropuerto? – preguntó Salvatore.– Sí, lo harán, pero, nadie sabrá que abordaremos el avión – Respondió Andrew bastante animado.– ¿Tienes una idea? – Mostró una gigantesca sonrisa y arqueó una ceja.– Capas de invisibilidad – Respondió otro miembro del crew, un hombre de baja estatura, rubio pero bastante robusto.En ese momento, llegaron muchos miembros del crew con capas de invisibilidad, todos las probaron y no podían evitar reírse al notar que ni siquiera ellos mismos podían encontrarse al usar las capas. Ya que eran cazadores, no sólo asesinaban a las criaturas, también tenían muchos objetos mágicos. Tenían que ser muy cuidadosos al entrar al aeropuerto, burlar la seguridad,
Todos los cazadores se habían juntado en lo que alguna vez fue el hogar de Emma, sí, estaban en la cabaña, o lo que quedaba de ella. Andrew se paseaba de un lugar a otro recordando el día del incendio, odiaba con todas sus fuerzas a los FitzGerald, se estaba empezando a impacientar, ya que Emma estaba tardando bastante en llegar al lugar en el que estaban, pero fue cuestión de tiempo para que la chica estuviera entre ellos.Salvatore no podía dejar de observar a Emma, no importa lo que tuviera que hacer, iba a aprovechar cualquier oportunidad para acercarse a la chica.— ¿Cómo está Señorita? — Emma en ese momento estaba abrazada a Andrew, ambos estaban bastante conmovidos al estar nuevamente en la cabaña, pero volteó su mirada y se encontró con los ojos hermosos de aquel cazador, Salvatore. Emma nunca se había detenido a observarlo, hasta ese momento. Era un hombre de asombrosa belleza, su piel era pálida, sus ojos eran de un marrón hermoso, el color de sus ojos eran muy semejantes a
Los cazadores decidieron irse a otro lugar. No se los imaginen con ropa anticuada, o pieles de animales cómo vestimenta, de hecho, tenían una vestimenta bastante elegante, todos tenían mucho dinero, el suficiente para comprarse una casa cada uno o cualquier carro que quisiesen, pero no iban a comprarse 100 carros, tampoco podían comprar una casa para cada uno. Eso llamaría mucho la atención. No de los hombres lobos, pero sí de los humanos. Por otro lado, compraron una propiedad con una casa gigantesca, no tanto cómo una mansión, pero lo suficientemente grande para todo el Crew.Ellos estaban planeando sus movidas, sacaron todas las armas del bolso. Notaron que en el mapa no se mostraba la localización de la mansión de los FitzGerald, pero uno de ellos se encargó de dibujar toda la zona en un pizarrón. Incluyendo la mansión de Dianne y sus alrededores. Debían localizar a los vampiros, también debían localizar el aquelarre de brujas. No iban a esperar ser atacados primero, ellos debían
— ¡Por favor! ¡No lo hagan! ¡Déjenme ir! ¡Aún soy muy joven! ¡No! — Los gritos resonaban en las paredes de la Iglesia.— Les pedimos que nos dieran al más apuesto, pero esperaba que fuera valiente, su cobardía me da asco. Sin embargo, si todo resulta bien, él será el más fuerte de nuestro ejército de vampiros, podríamos crear una nueva raza, y esta quizás se pueda reproducir en el futuro, y no sólo seré la madre de los vampiros, también seré madre de una especie híbrida. Es momento de transformarlo — La madre de los vampiros mordió el cuello del joven, que no dejaba de temblar ante la presencia de la vampiresa.Esperaron unos minutos, pero el hombre lobo no tuvo ninguna reacción. Así que la vampiresa, lo mordió una segunda vez.Otra vez los gritos resonaban en la Iglesia, el chico se retorcía de dolor, su cuello se puso tenso y sus venas brotaron en su cuello. Sus ojos estaban en blanco. Su cuerpo rápidamente empezó a transformarse, sus huesos se alargaban a la fuerza cambiando de for
Los cazadores, tenían horas discutiendo el ataque sorpresa a la mansión de Dianne. Estaban en una mesa bastante amplia, todos estaban parados alrededor, hacía bastante frío esa noche. Había relámpagos y truenos, se precipitó una fuerte lluvia, y de pronto no había electricidad. Todos quedaron en un total silencio, esperando escuchar cualquier cosa, estaban alertas. Pero lo único que podía escucharse era la fuerte brisa.— Tengo una idea, creo que Emma debería acercarse nuevamente a Nathan FitzGerald, tengo entendido que estuvo aliado a Dianne, debe conocer la cantidad de hombres exacta de la que disponen, también debería conocer bien la mansión, y los hábitos de la manada. No creo que sea buena idea atacar, sin antes haberlos estudiado — Salvatore era un líder nato, estaba hablándole a todos para poder planear el ataque sorpresa.— Andrew me dijo que no era conveniente acercarme a Nathan, porque podría averiguar nuestra ubicación ¿Ahora dicen que es una buena idea? Él podría ver sospe
Nathan esperó el regreso de Emma, pero ella no volvió. Esperaba que ella hubiera podido convencer al Crew para luchar juntos, contra sus padres, por un bien común, por el bien del mundo. Pero ya habían pasado algunos días. Estaba bastante preocupado.Él y Austin estaban en un bar, habían salido a distraerse y estaban alerta. Dianne podía mandar a alguno de sus hombres, o directamente ella planear un atentado. Aunque era bastante fuerte, no lo era lo suficiente como para luchar con más de 10 hombres lobos. Aunque, por otro lado, Dianne no pondría en riesgo a los pocos hombres que le quedaban, o al menos, eso era lo más razonable.Nathan no dejaba de pensar en Emma. En lo mucho que había crecido y en la gran mujer que se había convertido en poco tiempo. La extrañaba, y por primera vez estaba siendo consciente de que la amaba. Todo el tiempo la amó, incluso cuando era una niña pequeña. Pensaba que el amor que sentía hacia ella era porque la veía cómo una hermana menor, pero la verdad ocu
Nathan, Austin, Salvatore y los otros miembros del Crew, se dirigieron al bosque. Los hombres lobos se habían transformado, y seguían el rastro del olor de la chica pelirroja, los cazadores tenían listas sus armas, atacarían sin dudar a quiénes interfirieran en su camino.Hacía una brisa fría, y no tenían miedo de correr en medio del bosque mientras las hojas secas sonaban bajo sus pies. Nathan sabía que la mansión de Dianne estaba bastante lejos de aquel lugar, se había sorprendido cómo habían ingeniado un camino para llegar hasta su propiedad. No podrían estar muy lejos, no con Emma herida.Salvatore no podía evitar ver a Nathan, y pensar que ese era el hombre al que amaba la chica de la que él se había enamorado. Haría todo lo posible por hacer que Emma lo amara a él, sería él quién la rescataría, era uno de los mejores cazadores, y se lo iba a demostrar.Estuvieron corriendo por horas, el lobo blanco podía oler claramente la sangre de su amada. Temía encontrar el cuerpo de Emma si
Salvatore al ver que la mujer de la que estaba enamorado, estaba desnuda, agarró su capa y la abrigó, había perdido mucha sangre. Tenía que llevarla con Andrew, ya que era un excelente Doctor, si no se apresuraba, Emma podría morir.En ese momento odiaba con todas sus fuerzas a los hombres lobos responsables de sus heridas. Ya no podía mirar su cara radiante cómo siempre, la cara a penas y podía reconocérsela, estaba llena de sangre, que resaltaba bastante en su rostro pálido. Notó que Emma luchó por su vida, hasta que no pudo más, incluso había matado a uno de ellos, había sido muy valiente, pero, ya no tenía nada de qué preocuparse… Estaba a salvo.— Nathan, sé que estás tan preocupado cómo yo, pero, tienes que guiar al resto de los cazadores a la mansión de Dianne. Si no, esto podría volver a ocurrir. Guíalos, ya conoces la mansión, la cantidad y la fuerza de cada hombre lobo. Yo llevaré a Emma con Andrew, si no lo hago, morirá. Y ninguno de nosotros queremos que ella muera. Tienes