Capítulo 2.3: La dueña soy yo.
【Camila Luna】
—Lo lamento Mariño, la verdad que no sé qué responderte, más te entiendo, yo también estoy dudando en la capacidad de Camila de dirigir la empresa, pero hay asuntos que no puedo aclarar delante de la junta de accionistas porque son asuntos que se arreglan internamente en familia.
Lo que si te puedo dejar en claro es que la señora Camila Luna es la nueva presidente de esta empresa y debo de tener la fe de que no la va a llevar a la bancarrota— vocifera Fernando, tantas estupideces que me aburren con tanto parloteo de gatas heridas, parecen las comadres del barrio.
—Bueno, ya basta de habladurías, aquí vine fue a trabajar y si ustedes no están acostumbrados a eso es mejor que pongan sus acciones a la venta, porque no me voy a calar sus agresiones machistas.
Así que el que desee salir de la sala voy a estar muy agradecida porque yo vengo, fue a trabajar, no a buscar familia aquí. — qué vaina es, pues ahora me tengo que calar a esta cuerda de acomplejados con problema y traumas de su infancia, pues no señor, el que se quiera quedar en esta empresa debe de trabajar codo a codo conmigo.
Al terminar de ponerle en claro a los hombres presente de mis intenciones en esta empresa se escucha en el pasillo de acceso a la sala de conferencias, a la recepción con alguien más armando un escándalo.
Y cuando volteo hacia la puerta veo que entran a la sala de conferencias la traidora de Pilar y Gina, la mamá de Fernando, las miró a ambas y una media sonrisa se dibuja en mi rostro.
—Tú no puedes estar en ese cargo, sabes por qué Camila porque eres una ladrona— me comienza a gritar Pilar muy histérica y Gina la secunda entre ambas me quieren hacer menos diciéndome cosas que no entiendo por qué gritan ambas al mismo tiempo.
Como yo no me la voy a calar me acerco hasta donde ellas están y ambas se tiran al suelo dando a entender como si les hice algo, mi reacción fue echarme a reír en carcajada y mientras me río siento una gran cachetada que me voltea la cara de un solo golpe.
Cuando vuelvo en mí, observo que fue Fernando que me ha pegado, asumo que creyó que le hice algo a su madre o a la traidora de Pilar.
Pero no me quedo con esta y con la mano que tengo todos mis anillos le doy un derechazo que le he roto la boca para que aprenda a ser hombre y respetar a las mujeres.
—Camila, mira como me has pegado— lo miro con odio porque eso es lo que ya siento por Fernando Mesa.
—Tú fuiste el primero que me golpeo, así que no tienes perdón de Dios, por favor Paulette llama a la policía para denunciar a este pobre hombre.
Maltratador de mujeres y de paso los tengo de testigo a todos ustedes que mi exesposo me golpeo— todos los hombres presentes en la sala están congelados con todo lo que sucedió en cuestiones de minutos en frente de sus narices.
—Cuarenta y cinco minutos después-
—Señor Agente fue él quien me ha agredido primero, está es la primera vez que me he defendido— le insisto al policía que llego a la empresa por el llamado que hizo Paulette al número de emergencias novecientos once.
—Les agradezco que ambos me acompañé a la estación central, esto lo vamos a arreglar allá— observo como se llevan esposado a Fernando por haberme golpeado y detrás de él voy yo con Paulette y nos subimos en el auto de Paulette para ir a la estación de policías detrás de la unidad móvil que atendió el llamado.
Al entrar en la estación de policías me doy cuenta de que viene saliendo de la sala de espera, el rostro que he visto frecuentemente de hace varios días y cuando su mirada.
Se consigue con la mía como en días pasados mi piel se eriza, no entiendo por qué esto sucede, ya parezco loca o no sé qué pasa porque mi cuerpo reconoce a ese hombre que reacciona de esta manera.
De inmediato puedo notar que huele a sangre, porque sería que él desprendía ese olor, en verdad no puedo imaginar las razones y por supuesto no las quiero conocer.
【Martín Verástegui】
Siento que se me cae el cielo encima cuando me doy cuenta de que Camila viene entrando a la estación de policías y más viendo en el estado que viene entrando, detallé de gran manera que viene con un gran golpe en el rostro y con sus manos estropeadas.
Al llegar a donde están mis hombres con la camioneta esperándome sin ellos esperárselos comienzo a pegarle duro al capo de la camioneta, le doy y le vuelvo a dar de la furia que me ha dado ver a la mujer de mi vida toda golpeada quien carajos le hizo eso a ella.
—¡Señor! ¿Qué le pasa?, ¿Qué ha sucedido?, porque viene con esa furia de allá adentro, es que los policías le hicieron algo, por favor señor, ¡Respóndame! — me pide Aparicio, mi chofer que en verdad no sabe nada que es lo que me está pasado.
—La mujer que te pedí perseguir la vez pasada, acaba de entrar a la estación policía, toda golpeada, por favor apareció, compra unos calmantes y unas pomadas.
Y se las lleva allá adentro que quiero que ella se encuentre bien— le ordeno a mi chofer que vaya a la farmacia y que luego vaya a socorrer a Camila, lo voy a dejar haciendo esa vuelta mientras me voy con mis otros guarda espalda para mi casa.
—Aparicio, tú te quedas haciendo lo que te pedí, yo me voy con guzmán para la casa— al subirme a la elegante camioneta me doy cuenta de que Camila me estaba siguiendo con la mirada.
Desde la puerta de la estación, ya que estaba con todo este drama en la acera de frente, yo también la miro y más cuando pasó de cerca a donde ella se encuentra parada todavía viéndome.
Capítulo 3.1: ¿Y así se comienza el día? 【Camila Luna】 -Al siguiente día- Dios, como me duele la mano, por andar de alzada con Fernando, yo creó que fue el impulso que me dio darle duro para que aprenda hacer un hombre y que sepa de una vez y por todas que a las mujeres no se le pega. Claro me trajo consecuencias, tengo que maquillarme muy bien para poder salir de mi habitación. Para que mi hijo no se dé cuenta de que ando accidentada en el rostro, esto me da una rabia, pero las cosas son así, tengo que cuidar la salud mental de mi pequeño. Me prohíbo rotundamente enfermar a mi chico con las actitudes de su padre, todo en esta vida llega y él se dará cuenta quien es la basura de Fernando Mesa. —¡Mami!, ¡Mami!, ¡Mamita linda!, ¿Por qué aún no sales de tu cuarto?, te estoy esperando mami, no has venido al mío a llenarme de besos como todas las mañanas— cuando escucho la voz de mi hijo me paralizo toda. Es que de verdad me siento mal, no me levanté temprano para hacer la rutina qu
Capítulo 3.2: Tendiendo de un hilo.【Camila Luna】Entro a mi oficina con las alarmas dentro de mi ser, muy prendidas, que será lo que me va a decir esta mujercita.Camino hacia mi escritorio soltando todo lo que traigo en las manos y me coloco enfrente de Karina y ella empieza a hablar.—Señora Camila, todos los socios de la empresa están muy alterados porque se presume que se ha cometido un delito, los diseños de la colección de joyas de nuestra próxima campaña publicitaria se han filtrado.Hacia la empresa Orfebrería Venezuela, donde la noche de ayer realizaron el lanzamiento de su colección y figure usted, presentaron todo nuestro catálogo que aún no sale, es más, apenas lo están digitalizando. — al no poder canalizar mi reacción lo único que hago es llevar mis manos hacia mi boca.Solo miró a Karina a los ojos buscando saber que si lo que me está diciendo es verdad o simplemente es una prueba de estos crueles socios del basto de Fernando.—¿Y cómo te has enterado de todo esto Kari
Capítulo 3.3: Mi vida se desmorona.【Camila Luna】Al salir de la sala de conferencia vamos a mi oficina, ya estando allí y con la puerta cerrada con seguro me volteo a hablarle a Paulette.—Loca, como vas a soltar de una vez que vamos a mandar hacer auditoría, esa no la vi venir. — mi cara debe ser un poema, ella es muy impulsiva, pero es muy correcta en su proceder.—¿Y tú qué querías?, que los estirados esos siguieran culpándote por algo que aún no se sabe a ciencia cierta qué fue lo que sucedió, de inmediato voy a ir a mi oficina Camila.Para llamar a los técnicos informáticos, y de una vez me voy a poner a pensar las estrategias legales que podemos aplicar en los diferentes casos, porque mujer prevenida vale por dos. — en cierto sentido me da un poco de tranquilidad con su apoyo, pero, sin embargo, no dejo de tener un enorme temor de lo que pudiera presentarse.—De acuerdo Paulette, ve mientras yo busco estrategias para suplir la colección, faltante de nuestra compañía y eso lo te
Capítulo 4.1: Es una trampa.【 Camila Luna】 —¿Y no piensas decir nada Camila?, ¡Habla! — Grita Fernando, eufórico, comienza la situación a salirse de control, solo lo que hago es mirarlo, no tengo nada que decir.—¡Ya sabía yo!, si así fuera para ganarme unos reales, puedo trabajar de adivino. — Irónicamente, comenta el idiota de Pablo Mariño.—Un momento, señores, ustedes no pueden venir a lanzar sátiras sin medir las responsabilidades de lo que sale por su boca, porque les puedo refrescar la memoria.Camila es una mujer y en este país, nos protege la ley orgánica sobre el derecho de la mujer a una libre vida sin violencia, así que cuidado con lo que tratan de decir. —Escuchando a Páulete defenderme, vuelvo a reaccionar y mis fuerzas para enfrentar a estos caimanes del mismo pozo, regresan y es cuando les respondo.—La verdad es que este resultado no me lo esperaba, pero para todo debe haber una explicación, es más chico, vamos a ver las cámaras de seguridad, a ver quién carriz
Capítulo 4.2: La humillación.[Fernando Mesa]Nos encontramos relajados mi socio Orlando y yo en la sala de conferencia porque sé que he prevenido todos los lados donde estás mujercitas me pudieran joder.Yo soy la viva expresión de que nunca terminas de conocer a la persona con quien vives, y ahora es que le toca a Camila Luna conocerme.Esa mujer nunca vio más allá de cuidar su hogar, ahora, se me presenta la oportunidad de restregarle todo de lo que no estuvo pendiente, paso a paso, va a descubrir al Fernando Mesa con quien paso siete años de su vida y nunca conoció.—Muy bien, ya hemos verificado en las cámaras de seguridad y no hemos encontrado nada— me levanto de donde estoy cuando veo que se abre la puerta y Camila Luna.Muy enojada, entra a querer matarme con los ojos, mi reacción fue dibujar una gran sonrisa, tal vez lo tomé como ironía, pero, aquí estoy para enseñarle a ella lo que es ser un gerente.—Bueno y que esperabas conseguir, transacciones terroristas, mi estimada C
Capítulo 4.3: El acuerdo.[Fernando Mesa]Nada más exteriorizar mis deseos y veo a una Camila, dura y fuerte desvanecerse en el acto, donde la agarro en el aire, gracias a que tengo buenos reflejos, se desmaya y busco donde acostarla y subirle los pies.—¡Por favor!, ayúdenme con Camila que solo no puedo. — Les grito al resto de caballeros que están presenciando lo que sucede con mi mujer y digo mi mujer porque estoy seguro de que sigue siendo mía.—Toma Fernando, colócale, esté cojín en la cabeza, ya busco un poco de alcohol en el botiquín de primeros auxilios. — sale corriendo Paulette hacia el cuarto de servicios que tenemos en este piso para ayudar a Camila a volver en sí.—¡Camila, por favor despierta! — le digo muy preocupado, y sintiéndome un tanto culpable, porque estoy seguro de que no soy un mal tipo, sencillamente la relación con ella se me fue de las manos cuando me cercioré que ella estaba muerta en vida.— Aquí tienes Fernando, dale a oler alcohol para que vuelva en sí—
Capítulo 5.1: Empoderamiento.【Camila Luna】—Paulette, ni se crea ese canalla que me voy a devolver para la casa, él mismo me dejo en claro, que esa residencia es de él, y me quería fuera de allí —Siento que me estoy volviendo loca de la rabia, de no poder practicar en mi exesposo lo que sé de boxeo, porque yo sí era una boxeadora en mis tiempos de adolescente.Nunca me ha importado el qué dirán, mi lema de vida es vivir y hacer lo que disfruto, ya lo demás son estero tipos que no me interesan explotar.—Por el momento lo que te puedo decir Camila, es que te termines de tomar el agua con azúcar, para que no se te vuelva a bajar la tensión, de verdad me diste un gran susto —Continúa Paulette, viéndome, como camino de un lado hacia el otro por la sala de conferencia, no he salido de allí, tratando de que se me pase lo que siento en este momento.—Debemos idear un plan Camila, y con esa actitud que llevas, no veo que vamos a avanzar muy lejos, así que ya bájale dos, pendeja que el ti
Capítulo 5.2: El aplicativo.【Camila Luna】Ya con el portafolio y catálogos de mis diseños de las joyas armado, salgo de mi oficina hacia la reunión que tengo con el señor Nicolás Madrid, gerente de desarrollo de nuevos proyectos de orfebrería Venezuela, me citó para las dos de la tarde y faltan cuarenta y cinco minutos para eso.—Karina, voy saliendo a una cita, te aviso que no vuelvo a la empresa el día de hoy, por favor, infórmale a Paulette que mañana, continuamos con el trabajo que estamos realizando —Dejo atrás a la asistente que tan solo con responder un sí, señora, me despido con la mano cuando estoy en el ascensor bajando al estacionamiento a buscar mi auto.Suspiro porque el día de hoy ha sido un día de mierda, espero que aclaré esté panorama y me vaya mejor con esta presentación que voy a realizar en la empresa de la competencia.Me subo a mi auto, colocando mis cosas atrás, lo enciendo y me aseguro el cinturón de seguridad.Manejo con tranquilidad manteniendo una veloci