Desde que sus criaturas atacaron, nuestra batalla había comenzado, llevábamos un buen tiempo peleando entre nosotros, todos teníamos sangre y cortes por doquier. Por alguna razón los que más me atacaban eran pequeños hombres verdes con uñas y dientes filosos como agujas. La verdad habían bastantes de ellos, aunque no eran fuertes, si me atacan más de dos a la vez es algo complicado, pero manejable. Clavé una cuchilla en un duende, matandolo. Luego sentí algo colgarse de mi espalda y colocar una rama en mi garganta asfixiandome.Forcejeo hasta que consigo golpear sus costillas, debilite la fuerza de su agarre y quité esa rama de mi cuello. Me dispuse a golpearlo con puño cerrado.Escanee la zona, Edwuard estaba cerca de mi acabando con varios a la vez. No sentí a alguien venir y esa persona se lanzó contra mí haciendo que cayeramos al suelo.-¡ugh!Sus manos se aferraron a mi garganta con mucha fuerza. Alguien más cayó sobre mi inmovilizando el resto de mi cuerpo, a duras penas solté
Ella estaba ahí sollozando de rodillas en el suelo soltando lágrimas gruesas y dando hipidos. Se veía tan lamentable.Tan ridícula.Me acerqué lentamente a ella y con la vara apunté bajo su quijada y la levanté para que me viese.Ella me miró llena de rabia, rencor y dolor. Solo pasaron unos minutos y sus ojos ya estaban hinchados.-deja de llorar, inútil Prince-- a no, espera, acabo de volverte reina ¿verdad? Me reí y puse mi mano en la cintura adoptando una postura confiada y relajada.-se dice G-R-A-C-I-A-S hay que ser educada, Majestad.Estaba aguantando las risas, su cara enserio reflejaba sus emociones y realmente le molestaba cada palabra que decía.Esta niña es divertida. Quizás no sea tan malo que mi destinado la vuelva prisionera de guerra... la pediré prestada vez en cuando para molestarla.Atrás de ella venía el lobo sarnoso de la niña, me miraba furioso. Levanto la mano con la espada y la lanzo en mi dirección.El arma venía muy rápido y apenas pude reaccionar retrocedi
Con Edwuard pisándome los talones caminé a pasos agigantados hasta el epicentro de la pelea.Sabia que esa mujer me seguía sin prisa alguna, pero venía tras mis pasos, burlándose.Agarre varias esferas de mi cinturón y las tiré en diferentes lugares, son especiales, ellas explotaran de la forma que yo necesite en el momento indicado. Espere a que ella apareciera en mi campo de visión sonriendo, viéndolo todo. Era lo suficientemente valiente para pasearse tranquilamente mientras las espadas y zarpazos iban de un lado a otro. Había varios de los suyos cuidando su espalda en puntos claves. Bostezó y se cruzó de brazos.-¿y bien? ¿no que me matarías, niña?Se rió y levantó la mano, los suyos retrocedieron luego de dar un golpe fuerte a nuestros soldados. Agarré a uno de ellos en el proceso y lo mantuve de pie.Con un asentimiento él muchacho regresó a su posición, atrás de nosotros. Cristal y su pareja se colocaron junto a Edwuard. -¿no tienes un modo de hacerlo, verdad? La vara está en
Los dragones me miraban fijamente desde su posición. Sus ojos no enfocaban nada más, sentí sudor frío recorrer mi frente. No tengo la más mínima fuerza, el domo durará un poco más de tiempo gracias a que Edwuard lo estuvo golpeando tanto, si recibe un solo golpe de cualquiera de esas cosas se romperá en mil pedazos y todos empezarán a ser cazados por estas bestias.No todos serán capaces de protegerse o escapar del fuego.Los tres dragones jamás apartaron sus ojos de mi. Eso me ponía aún más nerviosa.Es decir, no soy una Diosa, se necesitaron 20 personas con EXCELENTES habilidades mágicas para sellarlos, mi humilde persona es incapaz de hacer semejante hazaña.Una cosa es acabar tranquilamente con monstruos, etc... una muy distinta es acabar con TRES bestias LEGENDARIAS!Moví uno de mis brazos, quejándome el escozor en la piel, lo dejé caer sobre una de mis piernas y recite un conjuro de recuperación. Mi cabeza dolió debido al esfuerzo, más aún así seguí. Hice mo mismo con las demás
Escuchaba gritos, rugidos y llanto.Esos sonidos que iban y venían por ratos me hicieron abrir los ojos. Cuando lo hice solo vi una luz blanca cegadora.Luego todo comenzó a dar vueltas y me sentí mareada, entonces algo apareció frente a mi. Era un huevo, uno bastante grande. Un huevo de dragón.Esa imagen cambió, y ahora veía a una pareja de elfos correr en el bosque tratando de cubrirse de la lluvia que caía. La mujer cargaba una canasta y el hombre varias flechas en la espalda junto a su arco.El escenario cambió nuevamente mostrando como ambos entrando a una cueva. La pareja se abrazó tratando de darse calor mutuamente. Luego se los ve adentrarse un poco más en la cueva.Ellos encontraron el huevo en el trayecto.Pensando en qué les serviría de alimento decidieron cocinarlo. La mujer tenía los materiales para hacer fuego dentro de su canasta. Su pareja comenzó a cocinarlo.Sin embargo, en lugar de cocinarse el huevo, eclosionó, la cáscara comenzó a cuartearse y una ala diminuta sa
No podía creerlo, mi cabello regresó que color natural. Es el mismo color del cabello de papá. Siempre sentí que era lo que nos mantenía conectados y me dolía haberlo perdido, aún cuando mi color de cabello cambió mucho antes de muerte, cuando el se fue, sentí que ya nada nos conectaba además de la sangre que corría por mis venas. Para una niña pequeña que sufrió de un hechizo a edad temprana y luego la perdida de su padre, era lógico que su pequeña mente creyera eso.No tuve mucho tiempo de pensar en lo lindo que se sentía tener mi cabello blanco nuevamente.-¡señora!Volteando pude ver a la causante de todo ser arrastrada en el piso.-esta mal herida, ha perdido sangre y parece que es incapaz de curarse.Asentí.-ella no puede curarse ni curar a nadie. Por eso hacen pactos con el diablo para asegurar mayor tiempo de vida cuando pasan estupideces como esta.Me puse de cuclillas y levanté su quijada para que me mire.Tenia los ojos un poco perdidos pero aún así trato de enfocarme.-es
-¡¿Dónde rayos está ese maldito cetro de porquería?!Cristal gritaba hurgando por todos lados en buscar de un cetro blanco que debería haber estado en la mano de Courthney hace más de una hora.-tranquila, si buscas las cosas así, jamás las encontrarán, estarán frente a tus narices y no las verás.Ella se cruzó brazos sobre su vestido azul marino con piedras brillantes incrustadas en el top.-oh, entonces BÚSCALO tú.Edison miraba burlonamente a su novia, y señaló un lugar del que ella había pasado.En ese estante estaba colgado en la esquina superior el centro blanco.Rápidamente lo agarró y salió corriendo del vestíbulo a la habitación de Courthney. -¡aquí está!Dejo el cetro en la mano de una de las chicas que estaban ayudando a Courthney a arreglarse.-El cetro mi señora.La nombrada suspiró cansada.-Diosa linda, aún no he sido coronada chicas por favor. No quiero formalidades aun...Courthney vestía un lindo vestido blanco con tela que al taco era muy suave, el conjunto iba con
Extra #1.Dentro de la celda de plata un hombre de cabello rojo respiraba dolorosamente, el material de su prisión le afectaba cada vez más. El hombre que apenas se le veía entrado en edad, sudaba y jadeaba de dolor. Con los ojos cerrados le rezaba a su Diosa que al igual que la memoria de su esposa e hijos lo mantuvo cuerdo y con esperanza todos estos años.Hace días que había escuchado a los guardias hablar de un ataque sorpresa a la manada de hijo. Confiaba en que se había convertido en un hombre capaz de proteger a todos, esperaba que su pequeña hija hubiera encontrado a su hermano y que juntos defendieran su hogar.Nadie a aparecido en tres días a entregarle un supresor para el dolor ni sus míseros alimentos carentes de nutrientes necesarios.La desaparición de esas sabandijas le confirmaban que absolutamente todos habían abandonado el lugar para pelear, sin embargo aunque trató de escapar no pudo, el dolor y las quemaduras en su cuerpo cada vez eran peor. Al final se desplomó e