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El vagabundo estaba descansando tranquilamente en la cama de la señora Laura.

Pasaron unas cuantas horas y el joven vagabundo por fin desperto de su sueño, cuando desperto salió del cuarto donde estaba.

- ¡Abuela!, ya desperto, ven rapido.

Marcella apenas vió al joven despierto y de pie, llamo inmediatamente a su abuela.

Laura que estaba arreglando unas cosas en los anaqueles de la tienda, se apresuro a ir a donde estaba Marcella y el joven.

- ¿Estas bien?, ¿no te duele mucho?.

Preguntó Laura con un tono de preocupación.

- Si, ya me siento mucho mejor, muchas gracias por ayudarme a tratar mis heridas, lamento haberles causado tantos problemas.

- Me alegro ver que ya te encuentres mejor, no te preocupes, no fue ningun problema para nosotras, fue un placer poder ayudarte, pero ¿podrías explicarnos que fue lo que te paso?, recuerdo que ayer estabas muy emocionado porque le ibas a dar un regalo a la chica que te gusta, ¿qué fue lo que paso?.

El joven vagabundo tenía bastante pena y verguenza contar lo que paso, agacho la cabeza y dijo.

-Esta bien, les contare todo lo que me paso.

Marcella y Laura se sentaron en una silla para poder escuchar atentamente lo que tenía que decir el joven.

- Pues verán, apenas amaneció, agarré la caja con el collar que había comprado y me dirigía hasta la casa de la joven que me gusta, pero en el caminó fui atacado por cuatros hermanos, me golpearon y me quitaron todo lo que tenía, se llevaron el collar que tanto esfuerzo me costo conseguir y me dejaron tirado en la calle, todo golpeado y malherido me las arregle para llegar hasta aquí, pero no me atreví a entrar a la tienda por verguenza.

Marcella y Laura se quedaron atónitos al escuchar la historia del joven vagabundo, no podían creer todo lo que había pasado su amigo.

Se acercaron a donde estaba el vagabundo y ambas lo abrazaron para consolarlo.

El joven comenzó a llorar, no esperaba que ellas fueran tan buenas personas, el sentimiento que sentía se sentia muy familiar, se parecía al mismo sentimiento que tenía cuando su madre lo abrazaba y le daba cariño cuando este era niño.

Era un sentimiento muy familiar.

Alessia y su familia estaban terminando de arreglar todos los detalles para la fiesta de esa noche.

Sus empleadas estaban casi terminando de acabar todos los preparativos mientras Alessia terminaba de prepararse, se estaba poniendo muy hermosa para esta noche, pero la principal razón de ponerse tan hermosa era para impresionar a Emilio esta noche apenas llegué.

Quería estar tan bella solo para el, para impresionar a su querido Emilio, para lograr que se interese aun mas en ella.

Emilio tambien se estaba alistando para esa noche, salio de la mansión Marino para ir a la joyería Gioielleria Brunelli, para comprar un muy buen regalo para Alessia.

Apenas llego, fue recibido de una forma muy educada.

- Bienvenido señor, por favor pase.

Expreso el guardia.

Era de esperarse que fuera respetuoso con Emilio, ya que la familia Marino era la familia mas rica y poderosa de la ciudad de Padua, casi todos en la ciudad habían oido hablar de la familia Marino.

Emilio entro a la Joyeria y comenzó a buscar un buen regalo para regalarle a Alessia esta noche.

Buscaba y buscaba, hasta que algo se robo su atención.

Giro y una hermosa joya brillaba desde la vitrina, era un hermoso collar de diamantes de Christie, uno de los collares mas caros y lujosos del mundo.

El colgante del diamante de Christie es muy grande, cuenta con un diamante redondo instalado en el.

La apariencia general de esta tiene una cadena simple que está hecha de oro blanco puro. Ha sido muy famoso por el tamaño de la pera que tiene, el peso total es de 47,49 quilates.

Tiene un aspecto muy rico y luce muy lujoso.

Se quedo admirando por un momento el bello y maravilloso collar, despues de varios minutos admirando el collar, llamo a una vendedora para preguntarle sobre el collar.

- ¡Señorita!, ¿puedo venir un momento?.

- ¡Si señor!, ¿en que le puedo ayudar?.

- ¿Podría decirme el precio de este collar?.

Emilio señalo con su mano a la vitrina donde exponían el collar de diamantes.

La señorita se sorprendio al ver el collar que el joven estaba señalando.

- Esto.....señor, ese collar es sumamente caro, es el mas costoso y lujoso que disponemos, es una joya unica en el mundo y su precio es de 5 millones de euros.

Los ojos de Emilio casi saltan de su rostro, no esperaba que fuera tan caro.

Era demasiado caro, pero pensándolo bien, era un precio justo para impresionar y ganarse el amor de Alessia.

Tenía que gastar todos los ahorros que tenía, ya que si gastaba tal cantidad de dinero sin consultarle a sus padres, estos podrían enojarse.

- No importa señorita, ¡lo voy a comprar!.

La señorita se sorprendió al escuchar que el iba a comprar el collar.

"¿Esté joven tendra todo ese dinero?, ¿qué tan rico puede ser?".

La joven se puso nerviosa y trato de manera mas coqueta a Emilio.

Agarro el collar que estaba en la vitrina y lo llevo a la caja para poder hacer efectivo el pago.

- Acompañeme señor, por favor.

Emilio siguió a la joven vendedora sin decir ni una sola palabra.

- ¿Cómo piensa pagar?, ¿efectivo o tarjeta?.

Pregunto la vendedora.

"¡Tarjeta por favor!.

Emilio expreso, saco su billetera y de ella saco su tarjeta de crédito y se lo entrego a la joven.

La chica paso la tarjeta por el datáfono y hubo un sonido de dolor para Emilio, ya que todo sus ahorros se habían ido en un solo collar.

El pago se realizó correctamente.

La chica le devolvió la tarjeta a Emilio y agarro el collar y lo iba a llevar a empacar.

- Señor, espereme un momento, voy a empacar al collar como usted se lo merece.

Emilio asintió con satisfacción al escuchar las palabras de la joven.

Después de varios minutos, la chica salio con una caja muy elegante y muy bien decorada, la colocó con mucho cuidado en una funda muy especial de la tienda y se la entrego a Emilio con delicadeza.

Emilio agarró la bolsa y salió de la tienda y entro en su auto, un Maserati Alfieri.

Se puso en marcha a su mansión.

Marcella y Laura habían estado hablando sobre como poder ayudar a su amigo, pensaron por un largo tiempo, hasta que al fin se decidieron en ayudar al vagabundo.

Se acercaron a donde estaba el vagabundo y le dijeron.

- Hemos estado hablando entre mi nieta y yo y hemos decidido ayudarte.

El joven estaba confundido, no sabía a que se referían ellas.

- ¿A qué se refieren con ayudarme?.

Laura miro a su nieta y dijo.

- Te vamos a dar prestado un poco de dinero, no es suficiente como para volver a comprar ese collar de nuevo, pero al menos servirá para que compres un ramo de rosas.

El joven vagabundo se emocionó, pero luego se desilusiono.

- Lo siento señora, agradezco su buena bondad, pero mo puedo aceptar su dinero, lo siento mucho.

- ¿Por qué no puedes aceptar nuestra ayuda?.

- Porque es un dinero que no lo eh ganado con mi trabajo.

- Si es por eso no te preocupes, puedes pagarme gon trabajo despues.

Una sonrisa se formó en el rostro del joven vagabundo.

No todo estaba perdido, aun podía agradecerle a la joven.

- ¡Muchas gracias señora Laura!, le prometo que me esforzare lo suficiente para poder pagarle con mucho trabajo.

La señora Laura sonrió de satisfacción y le entrego 25 euros en las manos del joven.

- ¡Ve!, sorprende a esa chica.

Marcella le dio una palmada en la espalda y le dio ánimos para que se esfuerce en conquistar a esa chica.

Las palabras de aliento de Marcella dieron sus frutos, ya que el joven vagabundo salió en apresurada carrera del lugar en caminó a la casa de Alessia, pero no sin antes pasar por una floreria y comprar un ramo de rosas muy bonitas para darle de regalo.

Ya era la hora de la fiesta y la familia Rossetti, ya estaba lista y esperando a que lleguen sus invitados.

Poco a poco comenzaron a llegar los invitados, las primeras personas en llegar fueron los amigos y amigas de la universidad.

Cada uno trajo un regalo que costaban alrededor de 10.000 a 50.000 euros cada uno.

Los regalos emocionaron bastante a Alessia y a sus padres.

Los 5 amigos de Alessia entraron con sus padres y felicitaron a Alessia por su cumpleaños.

- ¡Muchas felicidades señorita Alessia, y gracias por invitarnos a su fiesta!.

- Muchas gracias por venir, espero que se diviertan en mi fiesta, ¡por favor entren!.

Todos entraron a la mansión Rossetti acompañados de los padres de Alessia, pero ella no los acompaño adentro de la casa, porque estaba esperando muy pacientemente a que llegara Emilio.

Esta muy ilusionada por volver a ver a Emilio, su presencia iba a cambiar el estado de animo de Alessia.

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