—Yo estaba en el hospital donde hago mis prácticas—contesta Jazmín.
—Yo estaba en mi departamento, en Caracas—habla Aurora.
—Yo soy del ejército, también estudio así que estaba en reclutado—Ben mete las manos en sus bolsillos.
—¿Usted? —me pregunta el señor.
—Yo resido en los estados unidos, estaba en la residencia de la universidad. —digo no muy segura. La verdad no recuerdo que estaba haciendo el viernes.
—¿Segura? —pregunta el más joven.
—Sí —confirmo.
—¿Quién nos puede dar credibilidad de eso? —arrugo mis cejas. ¿Me están implicando en algo?
—Pues mi situación migratoria, mi asistencia a la universidad, mi sello en el pasaporte o mis amigos. —comento a la defensiva.
—Disculpe detective ¿
Alan.Su olor es embriagador.Estoy consciente de tener a Bella a mí lado, pero sigo con los ojos cerrados. Cada vez que despierto me gusta quedarme disfrutando de la comodidad que ella me produce, esa es la razón por la cual siempre la descubro observándome, normalmente me despierto primero que ella.Siento como se mueve a mí lado, por un par de segundos se queda tranquila y luego se sienta en su cama. ¿Que estará haciendo?Escucho mi celular sonar, suspiro y lo tomo perezoso.—Bueno. —contesto con voz ronca y me siento en la cama.—Alan, deberías de estar entrenando ya. —Es Rodolfo y está bastante enojado. Lo entiendo, hace unos días debería de estar entrenando fuertemente. Paso mi mano por el rostro.—Sí, yo lo sé.—Escucha bien, Alan Coox, si de verdad quieres llegar lejos en esto tienes q
Alan.En el trascurso del día acompañamos a la familia a cremar el cuerpo del señor William. Por un momento siento el dolor de Bella y su familia.Cuando papá nos dejó por mucho tiempo sentí dolor y me metía en peleas pensando que con eso drenaría mi enojo y decepción por él, así fue por un tiempo hasta que se transformó en un problema. El primer año de universidad me metí en una pelea por Cristina y un chico que para ese entonces estaba en último año me ofreció ganar dinero. Podía desahogarme y ganar dinero al mismo tiempo, para mí eso fue perfecto.Pero en el caso de esta familia es diferente, ellos lo perdieron para siempre, sin oportunidad de volverlo a ver o abrazar.Y siendo un hombre de familia intachable.Observar a Bella tratando de ser fuerte, sin llorar sin mostrar nada mientras sus hermanos
Bella.El pecho duele, a garganta arde y en el corazón siento un vacío horrible.La última vez que tuve una crisis como esta fue justo antes de marcharme a Chapel Hill, estaba desbordada de ansiedad y sentía que no podía salir de todo el infierno que estaba viviendo.Pero pensé que ya lo había superado, creí que estaba bien. Me doy cuenta que no soy lo suficientemente fuerte. Aunque tener a Alan a mi lado tratando de calmarme acepto que ayudó muchísimo, por una parte, me sentí avergonzada.Luego de algunos minutos hablando con la doctora Baker, la cual llamo Jazmín diciendo que ella sabría qué hacer, la verdad sí me siento un poco más tranquila.Sin embargo, mi agotamiento físico y psicológico a llegado a su límite.Analizo mi entorno, siento como si me hubiese tomado una
—Bella. —me habla Elena—¿Alan no te ha dicho nada de Las Vegas?—dice con cautela.Una sensación de tristeza llega a mi pecho con rapidez. No me siento decepcionada y mucho menos enojada, siento tristeza porque algo tan importante para él y aún yo no lo sabía.—Sí. —fuerzo una sonrisa. —Claro que me ha dicho.—miento.—¿Dónde está Tay? Lo extraño.—En la cochera. —asiento con lentitud.—Voy para allá.—¿Te acompaño?—No—me apresuro a decir. —puedo ir sola.Paso la cocina y salgo de la casa al patio trasero. Hay demasiado frío, pero no me importa necesito aire. Camino hasta una pequeña mesa con una silla que hay, sacudo la nieve que cubre la silla y me siento dejando mi bolso en la mesita.La música de adentro se escuc
—Bella—se acerca el chico a mí—¿Qué haces aquí? —pregunta parándose en frente.Debido al frío y su ropa abrigada el rostro lo tiene casi tapado.—Lo he sacado a pasear. —señalo a Tay en mis brazos.—¿A las diez de la noche? —mierda, no sabía qué hora eran—¿Y con este frío infernal? —se queda un momento observándome y se sienta a mi lado.—¿Que te sucede?—¿Cómo?—Hace tiempo te dije que no eres fácil de leer, pero aun así yo logro hacerlo—alzo mi vista para verlo.Tenía mucho tiempo que no sabía de él, de hecho, pensé que nuestra breve amistad había terminado.—Harry...—Siento mucho lo de tu papá, me he enterado hace poco, fui a Nueva York y apenas llegue hace
Siento una presión en el pecho y las lágrimas caen cual cascada. Alan me ha dicho que me quiere y yo lo único que hago es llorar.Han pasado algunos minutos desde que Alan ha dejado de hablar y yo no he podido salir.Mi cabeza da vueltas y para ser sincera yo tampoco quiero terminar con esto, o por lo menos por ahora. Siempre supe que Chapel Hill sería solo temporal, que no me quedaría.Tal vez esto termine peor, o quizás sea una forma de cerrar ciclos, pero quiero hacer esto. Es un tanto difícil, pero lo hare. Más adelante me daré cuenta si fue un error o no.Me levanto del piso, mis piernas están entumecidas y mis manos temblando, pero no me detengo, tomo la manilla por un momento hasta que reúno el valor suficiente para abrir.Alan por su parte está sentado en el pasillo con sus piernas estiradas y la cabeza recostada en la pared alado de mi puerta. Apen
Siempre he considerado que la familia es el pilar de tu mi vida. Mis padres a pesar de sus trabajos exigentes fueron muy atentos y cariñosos.Con mis hermanas no nos llevamos muchos años, así que las considero mis mejores amigas en el mundo. Mientras que Ben es mi alma gemela, mi otra mitad, el segundo hombre al cual yo más amo en mi vida.Y tenerlos juntos a mí en una ocasión tan importante es lo mejor del mundo.Mi paso por la universidad estuvo repleto de altas y bajas, de traumas, noches sin dormir, profesores que odie y materias que hasta hoy nunca entiendo. Me trasferí mi último año y fue demasiado difícil, pero lo he logrado y eso me llena de orgullo.—¿Cómo te sientes respecto a la graduación? —me pregunta Harry del otro lado de la línea mientras yo busco en mi armario el vestido para mañana. —Si te soy sincero ando nervioso.<
Bella.—Felicidades, hija—me abraza fuerte mi madre.—Gracias, mami—adoro los abrazos de mamá.De un tiempo para acá se siente un poco mejor, estar concentrada en el negocio familiar le ha ayudado a componer un poco su vida.—¡Abrazo grupal! —exclama Aurora y mis hermanos se lanzan sobre mí.Hace bastante que no teníamos un abrazo grupal y es reconfortante. Aunque todos sepamos quien falta aquí.—Felicidades, princesa—escucho su voz a mis espaldas. Cuando volteo, veo a Alan con un ramo de rosas y una resplandeciente sonrisa.—Gracias, Bestia—recibo el ramo y él besa mis labios para acto seguido abrazarme.—Foto. —nos dice Jazmín.Los dos posamos para una foto completa con el ramo. Alan me toma de la cintura y sonríe a la cámara como solo él sabe hacerlo