De haber estado disfrutando del día a estar en el hospital con el riesgo inminente de perder al bebé, era una gran tragedia, el mafioso ruso Logan, pasaba los minutos y horas como si fueran eternidades

— El imponente mafioso griego, caminaba por los pasillos del hospital, vestido en su costoso traje y un saco sobrepuesto sobre sus hombros, el frío en Rusia era implacable, Logan, guiaba a su suegro hasta donde se encontraba, Evelyn

— El sonido de las máquinas a las que Evelyn estaba conectada para saber la situación exacta del bebé, llenaban el silencio que había en el cuarto privado

— Alessandro, apenas vió a Evelyn, sintió que su corazón de padre se oprimía, la joven mafiosa era su única hija, la amaba y la protegía, pero ahora estaba aquí, sedada y a punto de perder a su bebé

— Princesa, he venido para estar contigo, papá, está aquí, no voy a dejar que nada te pase, todo va a salir bien — el gran capo tomaba una de las manos de su hija, le dejaba un beso en la frente, no se movería