Camino por los pasillos de la casa principal, mientras muchos bajan su cabeza y Otros no saben cómo actuar para llamar mi atención, sobre todo las mujeres de la Familia, quienes suelen ser las únicas desesperadas por ser notadas, muy distinto a los hombres que merodean el lugar, quienes desean todo lo contrario, observo como si fuese la primera vez los colores neutros de las paredes, el suelo cubierto de una colorida alfombra con el logo familiar y los miles de candelabros de diamantes y oro blanco que decoran el cielo de la casa conforme voy avanzando a cada paso, doy un gran suspiro y llego a la conclusión que aquel lugar no me brinda aquel regocijo de familiaridad o apego que muy dentro de mi estoy buscando, todo aquí es helado, una cúspide de soledad que invade cada centímetro de mi alma, que solo alberga la esperanza de un poco de calor a cualquier costo, como odio el frio que reside en esta casa, lo más extraño de todo es que aquí no hace tanto frio, ya que a pesar de que Moscú se considera una ciudad helada, para mí, no lo es tanto como en mi antiguo lugar de residencia, del cual me había mudado ya hacía cinco años, al ser el nuevo líder la familia luego de la muerte de mi padre y mi logro familiar, pero creo que cuando hablo sobre lo helado y sombrío de mi residencia, hablo sobre mi gran fastidio hacia no sentirme como en casa.
--Boss ull… ya tenemos todo preparado…--me detengo al escucharlo, pues si este indica que están preparados, significa que ya atraparon al cerdo que había sacado información de nosotros a la policía y las familias enemigas, aquello me hacía sentir cierto placer y deleite, debido a que ahora me encargaría de cobrar y hacer sufrir, a aquel pobre miserable que al parecer no era muy listo que digamos
--¿Dónde está? —este me hace una seña con la manos para que le siga, cosa que hago sin dudar, sin espera a una palabra de más o una explicación de cómo lograron atraparlo, mi mano derecha sabe muy bien que odio tanta palabrería, cuando nada será provechoso para mí o mi familia, camino hacia la parte inferior de la casa y tomo rumbo hacia el viejo sótano que fue construido en época de guerra, el cual costaba de mazmorras y calabozos en los que se divertían mis antiguos familiares con sus enemigos, no ha cambiado mucho en todo este tiempo, ya que si soy sincero aun cumple con el mismo cometido de sus años anteriores, al entrar allí esta aquel miserable hombre, completamente golpeado y al parecer le falta unos cuantos dedos, mientras da pequeños jadeos de dolor y respira con dificultad al tener la nariz completamente destrozada
--Boss…--todos dicen aquello de manera sumisa y llena de admiración, mientras me acerco aquel cerdo y levanto su mirada para que se percate de mi gran repudio hacia él; quiero que me dé la cara mientras me encargo de terminar el trabajo de mis chicos, quiero que note mi gran fascinación por tenerlo allí tan lleno de dolor, por saber que morirá en mis manos
--¿Los trajeron a todos…? --los hombres asiente y buscan a todas mis víctimas, en lo que al momento en el que mis hombres llegan, se escucha un grito de una mujer, junto a un niño quien parece no poder creer lo está viendo en estos momentos, nada comparado a lo que le sucederá ya que esto es solo el inicio
--Por favor… ellos no…--sonrió sin gracias a sus palabras, él no mandara en esto, aquí el único que dictamina que se hará y que no, seré yo, pues no hay nada más doloroso para un hombre o mujer que infligir daño en tu familia o en aquello que amas con locura, lo mismo que él nos hizo a nosotros
--Por tu culpa… murieron niños y mujeres… tuvimos que resolver conflictos con la policía y además robaste mucho dinero…--aquel hombre había dado información de nosotros no solo a la policía, también había vendido información de algunos familiares que vivían fuera de la seguridad del condominio familiar, a nuestros enemigos, quienes habían ido en su búsqueda y asesinado a todos sin compasión, aquello me las cobraría, infundiéndole gran dolor.
De manera casi primitiva Tome al niño quien lloraba por ayuda a su padre, mientras la mujer me rogaba indicando que ellos no habían hecho nada, que por favor los soltara, era una lástima que los demás asesinados también eran inocentes, eran personas que habían decido vivir fuera del condominio para tener una vida sin las responsabilidades de la familia ledebev, aquel imbécil simplemente le había parecido divertido jugar con nosotros, intento hacernos daño y lo consiguió: pero estaba muy equivocado si creía que no habría represarías, le doy un disparo a la mujer, haciendo que el hombre grite al igual que el niño, pero entonces apunto hacia el pequeño que lloraba desconsoladamente, mientras que el hombre me suplicaba perdón hacia su hijo una y otra vez, algo que no tendré
--se lo suplico, juro que no tenía idea que los Volkov harían algo tan horripilante, máteme a mí, pero no a mi hijo…--observo al niño, quien acaba se orinar en sus pantalones al ver que lo miraba directamente a los ojos, es muy común que los pequeños niños hagan aquello, el temor que hay hacia mí es bastante halagador y hasta un poco agobiante
--te mostrare lo que se le hace, a los que se atreven a causarle daños a mis familia…--el niño llora mientras lo tiro al suelo y le apunto con el arma, mientras escucho gritos del hombre y del chiquillo quien parece que esta punto de desmayarse del miedo—llévense al chiquillo con Lena, ella sabrá qué hacer con él—los hombres asienten con la cabeza, mientras toman al pequeño rubio y se lo llevan dando gritos, mientras observo aquel bastardo que se atrevió a traicionarnos—mátenlo lentamente…--salgo de la habitación, mientras escucho gritos de parte de aquel, en lo que noto que mi ropa está completamente sucia de sangre, demonios tenía un cena importante, ahora no soportare su maldito reproche.
Me dirijo hacia mi habitación y allí decido darme un baño y luego cambiarme, ya que no puedo llegar como estaba hace un momento, porque estoy seguro que ella haría un completo escándalo demostrando cuanto odia que yo llegue tarde o la deje plantada, la verdad es que Nina Morozov, suele ser una mujer bastante exasperarte, esa mujer sabe cómo hacer que mi humor se arruine en un solo segundo y aquellas tremendas ganas de darle un tiro en la cabeza me alberguen de manera simultánea, pero como bien dicen; los opuestos se atraen, o al menos aquello fueron las palabras de mi tío el día que la presento ante mí con la intención de que esta fuese mi prometida, ya que como es costumbre, el líder familiar debe tener una esposa para que esta dé a luz a los herederos, una gran tontería a mi parecer soy sincero, ya que no veo aquello de tener hijos como una meta, no deseo que mis hijos pasen por lo mismo que yo lo pase, no deseo que la vida que yo tuve se repita en ellos
Doy un gran suspiro al ver la persona que me esperaba en la salida de la casa, justamente recostado en aquel auto que se encuentra a mi espera, quien me muestra aquella sonrisa llena de regocijo, Edmon lleva como de costumbre aquel traje estirado de moño con su respectiva flor roja ala derecha de chaleco, mientras fumaba un habano, muy a lo “el padrino” no lo juzgo suele ser muy excéntrico desde que tengo memoria, sobre todo cuando se muy bien que toda su vestimenta y actuación se basa en una antigua película america que este mimo solía de que amaba, la cual jamás quiso decime su nombre, pero ¿cómo se sobre aquella película? fácil hace muchos años una radiante chica, decía que aquella película era una de sus favoritas, debido a que su padre y madre eran amantes del actor, dejo de lado aquello recuerdos y me acerco a mi tío sin mostrar el más mínimo rastro de expresión, la verdad es que se me considera alguien inexpresivo desde hace mucho tiempo
--Boss ull, vas tarde sabias…--levanto una ceja de forma de pregunta, no tenía idea de que este supiese de mi cena con Nina, a lo que este solo se encoje de hombros al parecer restándole importancia—solo escuche a Akim, quien estaba intentando tranquilizar un poco a la señorita Morozov, ya que la parecer estaba un poco alterada con tu manos derecha—doy un gran suspiro al escucharlo, me imagino las palabras que usaba tan despectivas hacia el chico que adopte como mi mano derecha
--entonces me iré…--este asiente a mi palabras, pero antes de siquiera subirme al auto este indica algunas palabras que no logro comprender, pero por cualquier termino que la tome, no me agrado en lo más mínimo
--sabes deberías ser más amable con la señorita Morozov, después de todo es tu prometida, y si tu mano derecha no es capaz de explicarse ante una mujer algo tan sencillo como tu llegada tarde, no están bueno como te lo imaginas…--frunzo el ceño al escucharlo, pero decido ignorarlo y solo cierro la puerta del auto en su cara, sin mencionar o hacer algún gesto en negativa o afirmativa
Cada día que pasa me convenzo más y más que esta unión está destinada al fracaso, que solo me lleva a la desgracia y algún lugar desconocido que no se manejar, mi familia es lo más importante para mí, ¿pero cómo logro hacerlos sentir más dichosos conmigo? si no sé cómo llevar una relación, en lo único con lo que puedo decir y afirmar es que la chica es excelente en el sexo, pero al parecer aquello no basta, y eso lo sé muy bien, solo una vez logre sentirme realmente satisfecho y justo aquel día que me propuse en decirle toda mi verdad y pedirle que se quedara siempre a mi lado, ella jamás llego a mi encuentro, aun puedo sentir aquel maldito día helado en donde me entere que ella había partido un día antes a estados unidos y me había abonado sin siquiera avisarme, aquello jamás se lo perdonare, jamás lograre olvidar la humillación por la que pase al ir a su casa de paso y enterarme que me había abandonado, desde ese día prometí que jamás me iba a volver a enamorar y que si algún día lograba verla de nuevo frente a mí, la mataría, la mataría por haberme hecho llorar por primera y última vez en mi vida
Observo el restaurante y me dirijo hacia mi mesa, en la que una rubia de ojos azules y piernas largas, con un pequeño vestido de color vino me espera con coquetería y hasta parecería dulzura, Nina Morozov es todo lo que un hombre sueña, por lo menos lo aparenta delante del que quiere atrapar, pero sé muy bien que aquella en cuanto le das la espalada es grosera, mimada y berrinchuda, cuanto odio a la mujeres de aquella manera, Nina sonríe con dulzura al tenerme cerca de ella, en lo que se levanta y contonea sus caderas de manera sensual mientras abre sus brazos seguramente a tirarse hacia mis brazos, los cuales obviamente no tengo la intención de abrir hacia ella, ya que es más que notorio que todo lo haces con afán que la atrape, es jodidamente ridícula si soy sincero
--moya iyubov…--si claro amor mío, tan patética y ridícula como siempre —no sabes cuánto he esperado por ti, creía que me dejarías plantada—hace un puchero al decir aquello y estoy seguro que se encuentra a la esperaba que le dijese palabras dulces o que me suavizara con ella al escucharla, pero sé muy bien aquella escena que debió hacer y el único perjudicado fue Akim
--siéntate y comamos…--no digo y hago más que apartarla y sentarme en el comedor sin decirle la más mínima palabra, mientras esta me observaba lo que parecía ser sorprendida por ello, pero no me importa, solo quiero que haga lo que digo y es que en los dos años que estamos juntos no ha conseguido obtener mi atención; y no lo lograra al parecer.
--claro… moya iyubov…--que frase más tonta si soy sincero, hago iodos sordos y solo la ignoro y me concentro en el menú, el cual al parecer está más interesante que lo que ella tenga que decirme, pero entonces mi teléfono suena, a lo que esta da un quejido al escucharlo, pero como siempre solo la ignoro y observo la pantalla, lo cual hay un numero el cual jamás he visto, por lo que solo ignoro la llamada y de nuevo le una ojeada la carta de vinos, pero allí está de nuevo, lo cual me molesta demasiado y decido contestar ya cansado con ello
--más vale que sea importante…--hay un completo silencio al otro lado, en lo que noto que hay una tenue reparación, aquello hace que mi ceño se frunza y me moleste aún más—si es una broma juro que…
--¿ull ledebev…? ¿Usted es, ull ledebev…? --aquella voz, es ella, ella ha llamado y aquello sí que me sorprende
--¿Hola? ¿Hay alguien en la línea?—no puede ser, no escucho absolutamente nada ¿es posible que Spencer pudiese equivocarse número? sabía que no debía confiar en los tontos y descerebrados amigos de mi hermano, que completo desastre, pero como me contactó con aquel hombre, ya llevo dos semanas intentado localizarlo e intentado encontrar la manera de que le diesen el mensaje de mis llamadas a su empresa pero no hay la más mínima señal, aquel parece un fantasma o el mismísimo presidente de Rusia al no poder ser contactado fácilmente, lo peor de todo es que cuando por fin estaba completamente convencida que uno de los inútiles amigos de mi hermano me había contactado dándose afanes de haber logrado jaquear la red, debido a sus numerosos contactos, todo parece ser más que un
--Akim…--el hombre de cabello castaño, queda sorprendido al verme, seguramente estaba completamente convencido que llegaría a dormir aquella noche a la villa del clan, pero la verdad es que en cuanto recibí la llamada de Gabriela White, sin importarme lo más mínimo cualquier cosa o persona, salí del restaurante de inmediato y me dirigí hacia mi villa, ya que no deseaba tener aquella conversación con la única mujer que he amado en aquel lugar y frente de una cualquiera como lo era mi prometida, por lo que colgué de manera arbitraria, y decidí hacer reiniciar nuestra conversación en la comodidad de mi oficina. Si puedo llegar a ser sincero escucharla fue todo una gran suceso, una gran sorpresa y juro que no sabía que hacer o decir al comienzo y más al escuchar que elle necesitaba de mi ayuda, juro que deseaba colgar la llamada y olvidarme de todo, pero algo muy dentro de mí.
--¿entonces te llamas ull…? wow como el dios del combate cuerpo a cuerpo en la mitología nórdica… eso genial, jamás en mi vida había conocido a alguien con un nombre como ese, vaya que eres una persona interesante…—la hermosa chica de ojos oscuros como la noche, me regala una mirada llena de admiración a lo que solo asentí con cabeza, un poco cohibido y hasta un poco tímido, ya que no pude evitar que mis sentimientos se entrelazaran entre nerviosismo y cariño al escuchar sus palabras y ver su rostro tan iluminado con solo saber mi nombre, la verdad era que no sabía cómo había llegado a decirle mi nombre, pero luego de seis días de haber obtenido aquel tal increíble encuentro, no habíamos dejado de vernos, ya que desde ese entonces no dejaba de pensar en aquella singular chica que corría tras
Muerdo mi dedo anular una y otra vez, mientras observo fijamente a mi hijos quienes están profundamente dormidos, debido a que el medicamento solo les causa un poco más de sueño, pero no he logrado pegar los ojos después de aquella llamada. Por María, Jesús y José, lo arruine, no debí llamarlo, eres una gran idiota Gabriela, si eso eres, estabas tan desesperada que no tuviste en cuenta lo que harías, hay Dios me odio a mí misma por mi gran y fuerte ridiculez, me odio, me odio, demonios que voy hacer ¿huyo? No, no puedo hacerlo ese psicópata puede hacerle algoa mi familia, y sé que mamá esta tan loca como una cabra, que no dejara que ningún hombre quiera intimidarme, esa mujer es cosa seria cuando se meten con su familia, y si se trata de papá este sí que rompe los esquemas de sobreprotector, en lo que estoy segura, que incluso querrá convertirse en Term
¿Cómo debería empezar una conversación con aquella mujer? juro que mis únicos planes eran asesinarla por haberme abandonado hace tantos años, pero ahora está frente a mí, con lo que parece ser un pijama y una pantuflas de lo que parece ser un unicornio, lo cual en vez de molestarme me pareció lo más jodidamente hermoso que jamás haya visto en mi vida, pues era hermosa, era perfecta de aquella manera tan descuidada y dulce en al que se encontraba, esta pequeña y curiosa chica me ha logrado prender, más de lo que ha hecho Nina con sus sexis vestidos o ropa interior, lo cual es divertido para mi mente, pues a comparación de Nina y sus vestuarios, Gabriela white se consideraría el ser más sencillo sobre la faz de la tierra y aun así mi prometida no le llega ni a los tobillos a aquella mujer que se encuentra con una coleta completamente despeinada y con una notable
En este preciso momento podría conseguir una cámara y grabar aquella expresión que detona el rostro de Gabriela. La cual se mescla entre colérica, impresionada e incluso frustrada, es un lio completo de sentimientos que solo demuestra en cada expresión de su rosto y cada mueca de disgusto que expresa en cada segundo que pasa. No hay duda que se encuentra tan enojada que juraría que podría atacarme en cualquier momento, cosa que hace, pues se levanta de manera inmediata y me da un golpe en la mejilla derecha, que hace eco en todo el lugar, haciendo que todos se queden sorprendidos y en cierta forma terriblemente temerosos por lo que hare, ya que he asesinado hombres por cosas aún más minúsculas, pero yo solo logro observarla de manera en la que demuestro que encuentro más que sorprendido. mientras ella tiene la respiración completamente alterada y me observa como si de su peor enemigo me tratara, puedo jurar que no veía venir aquel golpe, digo, sabía que reaccionaria de manera agresiHora de actuar como padre
Me despierto un poco somnolienta y noto como me encuentro en la habitación de lo que parece ser un hotel lo cual entre mi gran desorientación y la somnolencia de haber dormido más de lo que estaba acostumbrada, los recuerdos me llegan como relámpago, en lo que me levanto de un salto de la cama logrando que me mareara un poco, pero luego de lo que parece unos minutos en los que logro estabilizarme y observar bien al alrededor, escucho caricaturas en idioma ruso en lo que parece ser detrás de una de las puertas, lo cual sin dudarlo me acerco de manera apresurada hacia el lugar, y allí los veo a los tres, Ull esta complemente dormido, junto con mis hijos, los cuales al parecer estaba viendo caricaturas en compañía de aquel enorme hombre, doy una risita al ver tal escena, ya que podría jurar que jamás imagine ver aquel ser que destella hombría y fuerza de aquella forma, pero no niego que algo en ella logro conm