Fue una velada maravillosa, mis hijos se fueron a descansar, mis nietos no dejaban de darme cariño, este trío son muy unidos, mi hija los controla muy bien, Alessandro es muy acolitador y eso hace que Kiara se enoje a veces, al despedirse para regresar a su casa no querían soltarme, me tenían prisionero en el sofá, Alessandro los jalaba casi rogándoles que me soltaran y nada, sin embargo, mi hija se acercó sonriente y solo ordeno. —Vamos a casa ya, dejen a su abuelito ya, debe ir a dormir, despídanse de una vez Los tres se despidieron no sin dejarme besuqueado por todo mi rostro, me encantaba su amor, me hacía recordar cómo se comportaba mi hija cuando tenía su edad, hasta el final iban gritando alegres. —Hasta mañana abuelito Mi hija fue la última en abrazarme y decirme —Hasta mañana papá, te amo, soy tan feliz, sin tu guía, no sé qué hubiese hecho de mi vida, ah y mañana vamos a la casa de la playa, quiero dejar todo listo para celebrar la boda allá, ya convencí al sacerdote par
Llego el día de la boda de Danko con Nicolás, Kiara se llevó a Danko a su casa para vestirlo allá y llevarlo a la casa de la playa ya acondicionada para la ceremonia y la respectiva fiesta, por acá a Nicolás lo tenían aterrado las mujeres, lo bañaron y nosotros nos reíamos al escucharlo pedirles que quisiera bañarse solo, pero Alessa le decía que no, que era primordial que ellas lo hicieran. Nos sacaron de la habitación a Alexander y a mí, ya nosotros estábamos listos, Kiara me llamo por el celular pidiéndome que vaya a recoger al sacerdote, le conteste que iría de inmediato, pero le resople a mi esposo diciendo que nos iba a privar de ver el espectáculo de ver y oír a Nicolás que se quejaba como niño chiquito, pero como siempre mi esposo me empujo para irnos, en el camino le decía que me sentía tan feliz de que mi hijo volvería a casarse con el amor de su vida, que Dios y Nicolay le pusieron a su amor en el camino. Llegamos a la iglesia, ya el sacerdote estaba listo, al vernos nos s
Llego el amanecer y sentí que se movían a mi lado y abrí lentamente mis ojos, estaba abrazado de cucharita por Serena que era quien se estaba moviendo, Alexander dormido bocarriba en mi brazo y Alessa recostada en su brazo, me quede sin moverme tratando de sentir esa felicidad que tengo ahora, mis dos amores a mi lado, creo que La vida por fin me ha dado todo lo que merezco. Escuche unos pasos lentos que se acercaban y la voz de mi princesita —Papi, ¿estás despierto?, ¿puedo pasar? Antes de responder revisé a todos y estábamos cubiertos totalmente por el edredón y le dije que entrara, Kiara abrió la puerta ingreso hasta acercarse a la cama y con su bella sonrisita me acotó. —Se te ve lindo aquí en la cama, papi, rodeado de tus amores Le sonreí al escucharla, después me menciono que bajaría para ayudar a preparar el desayuno y que ya vaya levantándome y a los demás también, para poder desayunar todos, que ya había llamado a todos los demás, se agachó a darme un beso en mi mejilla y
Mi corazón me dolió al verlo allí tirado en la calle, Mijaíl y yo nos acercamos para verlo y ayudarlo, estaba con sus ojos abiertos, no se movía, no había sangre derramada, pero si una pequeña herida en su cabeza, quizá por el duro golpe que le dio el auto, solo escuché que llamaban a una ambulancia, Danko fijo su mirada en mí con lágrimas en sus ojos y otras mojando su mejilla, entonces le hable con dulzura. —Mi amor, ya viene la ambulancia, por favor, no trates de moverte Mijaíl también le pidió que no se moviera, le dijo que investigaríamos todo sobre ella, que no se ofusque, que debe de haber alguna explicación, que no piense en ella, que se tranquilice, lo mire y le dije que si me entendió, parpadeara dos veces y lo hizo, le di un pequeño beso en sus labios, entonces se escuchó la sirena de la ambulancia y sus colores intermitentes que se acercaban muy rápido a la escena del atropello. En cuanto bajaron los paramédicos con la camilla, me levante para que hicieran su trabajo y f
SIGUE NARRANDO ALEXANDERCuando la puerta se abrió, Danko ingreso primero y detrás yo que cerré la puerta, allí estaba ella sentada junto a un hombre rubio que al sentir que entrabamos miraron hacia la entrada, yo salude, pero, en cambio, mi esposo solo la observaba a ella. Dalila se levantó al igual que ese hombre rubio, sin embargo, solo ella se acercó lentamente a Danko para hablar.—¡Danko! YoLa reacción de Danko fue abrazarla, apretarla contra su cuerpo y llorar, su cabeza encima del cabello de la mujer que también lo abrazaba y los dos sollozaban, en el silencio de ese despacho se escuchaban sus gimoteos, el rubio volvió a sentarse sin decir palabra alguna, solo los observaba y note que de sus ojos salían también sendas lágrimas y yo no me quedé atrás escucharlo llorar duele.Muchos minutos tardaron en calmarse, la primera en separarse fue Dalila que alzo su cabeza para mirarlo y decir—Sigues siendo el mismo hombre guapo que conocíEsas palabras hicieron esbozar una leve sonris
NARRA DANKOEstaba observando la felicidad de Dalila tocando sus antiguas cosas, recordándolo todo, encontró su violín Stradivarius, aquel que Kiara usaba en sus clases de violín, ella lo adoraba porque sabía que era el favorito de su madre, el otro que le había comprado rara vez lo usaba, estaba tan ensimismado escuchándola entonarlo que no me percate de la presencia de mi hija hasta que la escuché indagar lo que pasaba y de quién era la persona que estaba tocando su instrumento musical favorito.Sabía que no la recordaba, pues apenas tenía 5 años cuando supimos de la muerte de Dalila, supero su dolor al igual que yo, sin embargo, esto yo quería que sucediera poco a poco, deseaba decírselo, yo primeramente, irla preparando, pero a veces las cosas no salen como uno las planea y aquí estoy, mirando a mi hija parada al lado de Alexander y a Dalila con sus ojos cerrados inspirada en el sonido de su melodía que estaba tocando.Kiara se acercó a mí sin dejar de mirarla, sus ojos se clavaron
Me levanté un momento para informar a los visitantes que bajarían el resto de la familia, feliz dije que tengo nietos, que Alexander tiene nuevos hijos y nietos, voces se escuchaban provenientes de la escalera, cuando asomaron primero mi hijo Danko con Nicolás riéndose y a su lado mis nietos, llegaron hasta nosotros, los niños de inmediato me abrazaron y besaron, los presente.—Ellos son mis nietos, son hijos de Danko y Nicolay, aunque ahora está casado con NicolásLos niños reclamaron con sus manitos en la cintura—Ahora tenemos a mi papá Nicolás, abuelitoDanko saludo primero—Hola, papá, buenas soy Danko y aquí mi esposo NicolásDalila reaccionó preguntando—Danko, no me dijiste que tenía otro hijo, sabía solo de KiaraLa miré sonriente para decir—Danko no es tu hijo Dalila, es hijo de Anastassia, una chica que me amo siempre, aunque yo solo la llegue a querer, pero eso no viene al caso, fue antes de conocerte y hay otra cosa sobre lo que dijeron los niños, mi hijo estuvo casado co
Llegó la hora de ir a festejar a la casa de la playa, mi hija me informo que había invitado a los socios y empleados de la empresa, que esto iba a ser en grande. Nos vestimos en forma holgada, pues eso nos advirtió Kiara, además nos pidió que lleváramos trajes de baño para ir al mar, que en las invitaciones había especificado eso, todo casual, el barullo era grande en casa, nosotros ya estábamos listos, pero todavía no salíamos. Alessandro nos dijo que dejemos que todos se vayan, que nosotros iríamos más tarde, con uno de los guardias que manejaría el auto de mi esposo.Escuchamos las voces de Danko, Nicolás y los niños que cruzaron frente a nuestra puerta, después a Dalila con su esposo e hijos. Alexander nos hizo señas desde el balcón, Serena y yo fuimos a acompañarlo, al mirar hacia abajo, era un enorme gentío, pues casi todos durmieron en mi casa, auto tras auto desaparecía en el horizonte transportando a los invitados hasta la casa en la playa.Todo quedo solitario, yo solamente e