Capítulo 29
EN CASA DE LOS CRAIG.
−Mi vida, tengo algo que hablar contigo. –Llegando Glenn llegando a su casa, quitándose el saco y desanudando la corbata.
−Dime cielo ¿Qué pasa? –Diana dejando su bebe en su porta bebe para ponerle la debida atención a su esposo.
−Mi hijo vendrá a vivir con nosotros el próximo mes, mi ex esposa me dijo que quiere que pase una temporada conmigo y no sé ¿Cómo te vas a sentir con esta situación? –Mirando a Diana para saber su opinión, acerca de tener un adolecente en su casa.
−Mi amor, cuando me casé contigo, sabía que tenías un pasado, que tenías un hijo el cual estaba lejos y eso te dolía. –Diana acercándose acercó para posar sus brazos en el cuello de su esposo−. Pero sé, que tu mayor ilusión es estar con él, reencontrarse, tú eres un excelente padre solo que la vida con él, no te dio esa oportunidad. Amor yo te apoyo en lo que tengas que enfrentar, para eso soy tu esposa, tu mujer, para apoyarte y estar conti
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Capítulo 30 OTRO DIA. −Vamos Jime, di ma-ma, mírame di ma- ma. −Jimena solo jugaba con su pequeño peluche−. Deja eso, anda di mama, ma-ma… Alonso venía llegando, te apuesto lo que quieras que su primera palabra será papá. –Yendo hasta donde estaba sentada su hija y cargándola para colocarla en su pecho, como siempre que la cargaba. −Yo soy quien la cuida, le da de comer, la baño, le cambio el pañal, ella dirá mamá, ya lo veras. –Quitándole a Jimena de los brazos, para sentarla de nuevo en la alfombra−. ¡Mírame! Eso dijeron en la clase de mamas primerizas, que tengamos contacto con los ojos y le hablemos, vamos Jimena, di ma-má… Así pasaron 3 días Sandy seguía enseñándole, como decir mamá y Jimena no hacía por decir nada, ya Sandy se estaba desesperando. –Vamos Jimena di mamá, no te cuesta nada solo una palabra, si cielo. −Deja eso amor, ella va hablar cuando tenga que hablar. –Acercándose para darle un beso en su cabecita, que era como
Capítulo 31 Casa de los Russell. Jimena. − Pa,Pa,Pa,Pa,Pa… Alonso llega a su casa y lo primero que ve es a su hija, que lo nombra con insistencia, la besa en la frente. −Te adoro mi niña −dijo cargándola, dándole un beso a Sandy−. Hola mi vida. −Hola amor ¿Cómo te fue en tu día? –Guardando los juguetes de Jimena que estaban por toda la sala. −¡Bien! Tendré que ir a Atlanta a cerrar un contrato con una compañía extranjera, como ahí están sus oficinas pues bueno. −Con un suspiro como queja, ya que no quería viajar. −¡Amor es trabajo! ¿Glenn no se puede hacer cargo? –pregunto tratando de buscar una manera de que no viajara. −¡No! –exclamo con una mueca−. La dueña no quiere intermediarios, realmente no quiero ir, sabes que no me gusta dejarte sola. –Sentándose en el sofá, cargando a su hija y está comiéndose la corbata de su papá. −Amor no te preocupes, Jimena no despierta en la madrugada, sé que te extraña, pero con ponert
Capítulo 32 REGRESANDO A LA SALA DE JUNTAS. −Bien señores, les parece si salimos a cenar, para después puedan ir a descansar, creo que la junta se hizo un poco pesada. –Sonriéndoles a todos, sin apartar la vista de Alonso. −No podemos negarnos –dijo Alonso, sonriendo igual−. Si vamos. Todos levantándose de sus asientos, buscando sus cosas para salir detrás de Carolina y su prima Mary. Todos fueron a un restaurante a cenar. −Sr. Russell, sé que mañana es su cumpleaños, me apena mucho tenerlo aquí lejos de su familia. –Mirándolo muy insistentemente. −Sí, así es esto, lo bueno que mi mujer es muy comprensiva y bueno mi hija aún es un bebe. –Tomando de su copa de vino, sonriéndole. −Ya veo, apenas se están estrenando como padre –comento, en lo que llevaba un bocado a su boca muy sensual. −Si, así es, ¿Usted tiene hijos? –pregunto en lo que recibía su postre por el mesero. −¡No! Soy
Capítulo 33 En lo que ella regresó a la cama, Alonso miró su reloj las DIEZ, tomó el teléfono e hizo una señal con su mano puso su dedo en su boca diciendo ssshhhh… −¿Cómo están las mujeres más importantes de mi vida? –pregunto guardando silencio. Del otro lado del teléfono- B I E N… −¡Hijo! Que te digo, bien todo tranquilo por acá, la niña ha estado tranquila, ya casi se duerme solo está esperando escuchar tu voz. –Jugando con Jimena, con sus juguetes en la cama. - No la pongas en altavoz todavía. –Besando el cuello de Sandy. −Supongo que ahí está Sandy contigo, ¿llego bien? –pregunto jugando con Jimena, con unas pelotitas. −Si tía, acá estoy con mi amor. –Abrazando a Alonso y besando su espalda desnuda−. Pero si pone la alta voz Jimena, oye mi voz se va inquietar, ¿Cómo le va con Martha todo bien? –pregunto un poco inquieta. −Muy bien hija, es maravillosa realmente un amor de niñera, excelente decisión. –Viendo a su n
Capítulo 34 -Me despido Sra. Russell.−Saliendo del lugar furiosa, realmente todo pasó por su mente, menos que la esposa llegara en ese momento. Carolina en su auto, no podía con sus pensamientos ‹‹ ¡Pero ¿Qué fue todo eso?! Realmente le dieron celos de como Alonso, atendió a su esposa y se desvivía por ella, desde la sonrisa que le dio de bienvenida, la manera en que la presentó, como le dio su lugar, aunado a eso él, se dedicó a su hija para que ella pudiera comer con tranquilidad. ¿Dónde se consigue un hombre así? ¡¿Dónde?! Que ella nunca había podido encontrar uno, aparte fiel, ya que nunca le dio pie de nada, ese hombre definitivamente tenía que ser de ella, aunque tuviera que hacer un pacto con el mismísimo diablo.›› El equipo de trabajo después de comer, se fue para tomar su vuelo de regreso a Chicago junto con Glenn, solo quedándose… −No te parece, que fuiste muy grosera con nuestra socia Alice, creo que te pasaste con el comentar
Capítulo 35 −Te deseo, quiero una aventura contigo. –Alonso al escuchar eso, le susurró al oído igual, si estuviera soltero no dudaría en aceptar tan buena propuesta, sobre todo de una mujer tan bella con usted, pero soy casado y amo a mi mujer, deberá comprender que eso pesa mucho para no aceptarla. Disculpe. −¡Alonso! No tiene por qué enterarse, podemos ser discretos. –Mirándolo a los ojos. −Lo siento. –Parando de bailar−. ¡No! Es mejor que regresemos con los demás socios. –Caminando con ella hasta donde estaban los demás. Sandy, no perdió detalle de todo, aun a la distancia se percató de todo lo sucedido, sabía que esa mujer era peligrosa, pero no pensó ¿Qué tanto? Realmente estaba furiosa por su proceder, en ese momento llego… Hamdan, saludando a las damas. −Hola buenas noches. –Haciendo reverencia ante las damas. −Príncipe Hamdan, que gusto verte ¿Cómo está tu padre? −pregunto Sandy. −Bien, te manda sus s
Capítulo 36 Carolina y Mary salían de la recepción, llegando a casa de Carolina. −¡¿Cómo se atrevieron a ofenderme de esa manera?! Primero las mujeres esas, después la vieja Russell amenazándome. −Haciendo una rabieta −. Pero ¿Que se creen? –Quitándose la ropa para comenzar a desmaquillarse en una forma dura, sin importar dañar su cara. −Para colmo ¡¡¡El me rechazo!!! –Pasando varias veces la toalla para quitar los residuos del maquillaje−. Me dijo ¡Que no quiere nada conmigo, que según ama mucho a su mujer! ¿Qué tiene ella que no tenga yo? Pero yo le voy a dar, ¡Donde más le duele! −¡Así que no pude vivir sin ellas! Pues bien, ¡Yo voy hacer que viva sin ellas! ¿Si es lo que quiere? Eso le daré. –Mirándose en el espejo. −Yo muero de vergüenza, todas esas mujeres riéndose de nosotras y ellas haciéndose las inocentes, te apoyo en lo que les quieras hacer prima, lo que sea para hacerlas sufrir. –Apretando los puños, del coraje que tenía. Ll
Capítulo 37 EN EL CORPORATIVO…. Alonso llegó muy pensativo a su oficina, no se podía ni concentrar en su trabajo, solo sacaba los documentos y los volvía a meter en sus carpetas, sin poder empezar a trabajar. Glenn que estaba con él trabajando lo observo y comento… −Alonso ¿Qué te pasa? Estás en otro mundo. –Viendo como hacía cachitos unos informes. −Si tienes razón, lo que pasa es que mi hija me pidió algo, que no le voy a poder cumplir. –Mirando la foto donde tenía a sus dos hijas junto con Sandy, sonriendo arriba de su velero. −Ahora ¿Qué quiere el diablillo de Jimena? –pregunto al ver a Alonso muy preocupado. −Ese es el problema que no es Jimena, la que pidió ahora fue Topacio y ella nunca me había pedido nada, con tanto interés. –Levantándose de su escritorio, para mirar por su ventanal en señal de frustración. −¡Topacio, te pidió algo! Eso sí es una novedad ¿Y qué quiere? –pregunto para saber si podía ayudar a conseguirlo