Allison.

—Como te atreves, —siento el dolor de la bofetada que Allek me da, no omito ningún sonido, si algo le gusta es verme sufrir y no me voy a dar ese gusto. —Sabes muy bien que todo tú alrededor es parte de mí, lo que hagas o no siempre lo voy a saber Alli. ¿¡Dámelo!? —exige con la mano estirada en mi dirección, —si Demian o Barto se enteran te van a comer viva y lo sabes muy bien.

Suspiro, bueno al menos traté de ocultarlo lo mejor que pude.

Saco de entre mis pechos el anillo que le perteneció en su momento a Máximo, el padre de los hombres imponentes que son dueños de este mundo.

—¿Te volviste loca acaso? —aprieta la mandíbula molesto, —Pasar tanto tiempo con esa mocosa te ha dañado el cerebro.

Esta vez es él quien gira la cara y siente el dolor por la bofetada que le propino. Si expresión cambia de una molesta a sorprendida, con una mano lleva al lugar que debe a su mandíbula de nuevo. Quizás me excedí un poquito con la fuerza que empleé pero me enojó demasiado que fuera capaz