PV MONTSERRAT
Las palabras de Camila quedaron muy grabadas en mi cabeza, ¿Por qué dijo que yo siempre le había quitado lo que más amaba?
"Pronto caeras y yo seré feliz de no verte levantar"
¿Por qué me dijo eso?, ¿Tanto odio me tiene? ¿Pero por qué?
No sé si hablar con Gabriel y contarle lo que me dijo su hermana, o callar. No, yo creo que lo mejor será decirle, puede que él sepa algo que yo no.
Después de dormir a los melliz, y dejar a Thiago y Vale viendo una película, decido ir hablar con Gabriel, cuando llego a su despacho, pienso tocar la puerta, pero escucho a Gabriel discutir con su padre, y sin poder evitarlo, escucho lo que creo que no debía.
—¿Por qué no me lo dijiste Gabriel?
—P
PV MONTSERRATGabriel ha llorado, por varios minutos, se que todo esto está llegando muy lejos, no sé cuánto pueda aguantar un ser humano, para que el cuerpo explote.—Ya te lo dije princesa, tú no tienes la culpa de nada, si mi hermana está metida en todo esto, juro que no tendré compasión de ella, y creo que será mejor enfrentarla de una vez por todas — Gabriel se separa de mí, para mirarme a los ojos. — Te amo, y eres lo mejor que me ha pasado en la vida, sin ti no tendría la hermosa familia que tengo, sin ti no hubiera cambiado, porque tú, con tu amor, me hiciste un hombre diferente, cuando creí que te había perdido sufrí tanto, que no creí posible que un ser humano pudiera aguantar tanto dolor, pero cuando volviste aparecer en mi vida volvió a latir mi corazón y juro por Dios que no dejaré que n
PV GABRIELSalgo de la casa con una angustia en el pecho, ¿Será que mi bella y pequeña Cami está metida en toda esta porquería? No, mi hermana no puede ser una persona tan cruel y rencorosa.Camila siempre fue la consentida de la casa, ya que era la menor, y la única mujer, pero a pesar de eso ella era una niña dulce, cariñosa, con tantas ganas de vivir, de explorar el mundo, de enamorarse, ¿Qué pasó con esa chica tan llena de sueños?De camino a casa de mis padres llamé para saber si Camila se encontraba en casa, Katia una de las muchachas de servicio me dijo que no, pero antes de cortar me dijo que alguien venía entrando y era ella, entonces le dije que no le dijera que yo había llamado preguntando por ella, además que al parecer la señorita llegó apurada, por lo que decido cortar
PV GABRIELCamila me ve y se pone con actitud desafiante.—¡Maldita!, ¡Maldita!, mil veces maldita — Camila empieza a gritar como loca, y a tirar todo lo que hay en la mesa del despacho. — Montserrat siempre Montserrat, por ella me has tratado mal, me has echado de tu casa, de tu vida, por ella todo el mundo me deja, esa maldita todo me lo quita, siempre me ha arrebatado lo que más he amado y te juro Gabriel que no descansaré hasta verla destruida. — Sus palabras me sorprenden, pero lo que más me sorprende es oírla hablar de esa manera, con tanto odio hacia Montserrat.—¿Porqué? Dime de una maldita vez ¿Por qué dices todas esas cosas?, cuando la única culpable de las cosas que te pasan eres tú.—No, eso no es así Gabriel, recuerdas aquella vez hace 15 a&ntil
Antes de terminar de alistarme, decido llamar a Gustavo para que me acompañara, no quería ir sola, además no estaba con ánimos de conducir.Al salir de casa, no puedo evitar sentirme extraña, tal vez debería decirle a Gabriel hacia dónde me dirijo, pero así como llega la idea la descartó, porque sé que él no me dejará ir, y yo tengo que averiguar quién quiere dañarnos.Gustavo me espera dentro del carro, cuando me ve llegar, se baja para abrirme la puerta.—¿Estás segura de esto? — me pregunta con cautela.—Pues segura al 100% pues no, pero tengo que ir, así que vamos. — Gustavo asiente, y arranca el auto.Al llegar a la prisión mis nervios aumentan, después de 10 minutos de estar esperando llega con dos policías
—¿Cómo has podido? — dice mamá con sus mejillas llenas de lágrimas.—Ósea, ¿Ni siquiera me van a preguntar si es cierto? — digo no sé ni por qué, ya que realmente soy una estúpida.Cuando Gabriel salió de la casa me llamó Gerardo, para decirme que me despidiera de mi hermano, eso me puso en alerta todos mis sentidos, y por más que le grité para que no se fuera, fue imposible, y ahora tengo un hermano a punto de morir y mi otro hermano me observa con decepción, sin verlo venir mi madre me pega una cachetada.—Eres una cínica y descarada, si fuera mentira hace rato te hubieras puesto a la defensiva, si fuera mentira como tu dices, yo no me sentiría tan decepcionada de la clase persona que eres pero yo no pienso esperar a que algo pase a mi hijo, ahora mismo te vamos a llevar a que te
Después de que Camila salió del hospital y yo quedara destrozada, mi celular empezó a sonar, quiero ignorarlo, pero sigue sonando, contesto sin ver quién es.—Diga — respondo sin ánimos.—Estás así por tu culpa, te quería lejos de ese imbécil, y no me hiciste caso.—Eres un desgraciado, te odio.—Pues yo te amo, y quiero que te levantes de dónde estás sentada y saldrás por la puerta de atrás del hospital, sino quieres que tu maridito no despierte nunca del coma y no vuelvas a ver a tus hijos, que por cierto están en el parque disfrutando de una linda tarde, ¡A puesto que no saben que su papá está en el hospital! ¿Cierto? — Abro los ojos como platos.—¿Cómo sabes esas cosas?&nb
Me despierto algo adolorida en una habitación blanca. Dónde sólo se escucha la máquina dónde me tienen conectada. ¿Qué hago aquí? ¿Cómo llegué aquí?En eso, los recuerdos de lo que pasó vienen a mí, empiezo a alterarme, y la máquina tonta empieza a sonar más seguido. La puerta se abre y entra la enfermera y un doctor, detrás de ellos vienen Gustavo, Susana, Diego, y Alberto.—Al fin despertaste cielo. — Susana tiene el rostro rojo de tanto llorar, en su mirada puedo ver una tristeza profunda.—Por favor señora, podría tranquilizarse, en su estado le hace mal. — dice el doctor, mientras yo abro mis ojos como platos al escucharlo.—¿En mi estado? — digo muy nerviosa.—Estás embarazada
EPÍLOGO PV NARRADOR Los cinco meses que Gabriel había puesto de fecha para el matrimonio por la Iglesia habían pasado muy rápido, estaban siendo tan felices que tenían miedo de que fuera un sueño, cinco meses tenía el pequeño Evans, los gemelos al principio estuvieron celosos, pero sus padres tenían tanto amor para todos sus hijos que nunca hicieron de lado alguno, y Montserrat se había encargado de poner en forma su cuerpo mejor que antes. Gabriel la amaba tanto que se sorprendía, nunca creyó poder amar a alguien de esa manera tan intensa, desesperado se movía de un lado a otro mientras esperaba a la novia. El traía puesto un traje negro con gris, el monto que tanto había deseado duró casi cuatro años y medio para que se hiciera realidad. —Hijo te ves guapísimo. —Gracias mamá, pero me lo has dicho tres veces, ¿Acaso estás más nerviosa que yo? —La ve