Han pasado seis meses desde que entré a trabajar con Gabriel, al principio fue algo duro, me costó un poco adaptarme a todas las cosas que se hacen en un banco.
Lucía ha sido de gran ayuda, ya que ella me ayudado tanto, fue gracias a ella que aprendí tan rápido, por otro lado está Andrés, pues él es muy amable conmigo y es demasiado atento diría yo, la manera en que me ve delata que le gusto y es algo que Gabriel ya lo noto y ha estado súper celoso, ya no sé en qué forma hacerle entender que yo lo amo sólo a él.
Con Gabriel estos seis meses han sido increíbles, él es demasiado cariñoso, atento, detallista, cada día me enamoro más de él.
Como jefe pues es bastante estricto ¡gracias a Dios no es mi jefe directo!, porque la verdad compadezco a quien sí lo es, lo he escuchado gritar que hasta da miedo.
—¡Dime que eres mía y siempre lo serás! — le digo mientras la penetro.—Siii... ahh .. Soy tuya mi amor soy tuya.La tengo con las manos recostadas en la cama y los pies en el suelo y su delicioso trasero queda a mi disposición.—Me encanta oírte gemir, sentirte temblar debajo de mi, te amo MI MONTSERRAT..—Y yo... aahh.. ti.. — Comienzo a penetrarla más fuertemente, desde que llegué esta es la cuarta vez que lo hacemos, me encanta hacerla mía, me encanta estar dentro de ella es algo que va más allá del placer, con ella me siento completo.—Te amo... Montse... ah... eres.. única.. y toda mía... ahh — digo entre jadeos.Salgo de ella por un momento y veo que me hace mala cara, yo me rio al verla tan insaciable mi pequeña hermosa.—No me mires así que quiero verte a los ojos y
Nos dirigimos hacia mi casa y yo estaba sumamente feliz y no dejaba de ver mi anillo, la verdad Gabriel me ha hecho la mujer más feliz de este mundo. Nunca pensé que llegaría a casarme después de todo lo que había vivido con Antonio, él fue mi primer amor, la persona con la que soñé una familia, una boda y el vivieron felices para siempre, pero no fue así. Aunque no todo estuvo tan mal ya que de ahí nació mi hija, y ella es lo más importante que tenía, hasta que llegó Gabriel, con él he descubierto amar de verdad porque me he dado cuenta que con Antonio nunca sentí ni la mitad de lo que siento por Gabriel y se ha vuelto indispensable en mi vida y una de las personas más importantes que tengo. —¿Te gusta tu anillo? —me pregunta Gabriel sacándome de mis pensamientos y de inmediato dejo de mirar el hermoso anillo. —Me encanta, es simplemente perfecto. —Cómo tú— él es
Estoy con la sangre hervida, me da tanta rabia ver como ese maldito maltrataba a Montserrat, No voy a permitir que haga lo que le dé la gana, ni que se vuelva acercar a mi mujer.Cuando le empecé a pegar me cegue, tenía tanta rabia acumulada con ese maldito, si no hubiera sido por los sollozos de Vale no hubiera parado, por ella me detuve se que es difícil ver cómo le pegan a su papá, ahora me encuentro en su habitación, ella me mira como si fuera un extraño y la verdad me duele ya que amo a esta niña como si fuera mía. Tengo que tranquilizarme y poder hablar con ella.—¡Perdóname princesa, no debí pegarle a tu papito!Ella me mira a los ojos y se le salen las lágrimas y baja su hermosa cabecita—No llores mi amor, perdóname por favor, no quiero que estés enojada conmigo.
¡Mierda!, en serio no puedo creer que mi hermana haya traído a Victoria a esta casa y más a la cena que he organizado para mi compromiso con Montse.En la sala todos están en silencio, y a mí me está hirviendo la sangre, de ver cómo este tipo mira a mi mujer, Montse se remueve incómoda y así poder soltarse de mí, pero no se lo permito.—¿Se conocen? — pregunta mi hermana rompiendo en silencio.—Si — dicen Montse y el idiota al mismo tiempo, cosa que a los les causa risa menos a mí.—Montse y yo trabajamos juntos hace como 7 años. — dice el muy idiota.—Sí, es cierto—¡Umm ya!, pues la verdad no me interesa saber nada de eso. Espero que no les moleste que mi novio y mi amiga estén aquí.
Al abrir la puerta y ver a ese tipo tan cerca de Mi Montse hacen que me entren una semana ganas de asesinarlo, ella es mía y de nadie más.Montse al verme sonríe, pero al ver mi mirada su hermosa sonrisa desaparece, tengo tantos celos y tanta rabia por todo que no se como calmarme.—¿Podemos irnos ya? — pregunta Montse.—Venía ya por ustedes, si crees que no estás muy ocupada podemos irnos. — le digo en un tono muy sarcástico, ella levanta una ceja y se que se está enojado.—Perdón amigo, yo solo vine a saludar y a preguntar como le estaba yendo en la vida ella es muy especial para mí. — dice el muy desgraciado, al decir eso también se ganó una mirada de Montse.—Si pues esta bien que la hayas querido saludar y preguntarle como le hab&iac
PV VICTORIANo puede ser maldita sea, no debí esperar a que pasaran tantos años, debí actuar cuando supe que estaba embarazada, pero no lo hice soy una estúpida, ahora tuviera muchísimo más de lo que tengo en este momento.Cuando deje a Gabriel creí que no me importaba, según yo no lo quería, pero el irme con Jonathan me hizo darme cuenta de que sí estaba enamorada de Gabriel, ya que con el paso del tiempo me empezaron hacer falta sus caricias, sus besos, la manera en que me hacía el amor, como me complacía en cada capricho y me maldije por no haber descubierto eso antes, no lo hubiera dejado nunca y en estos momentos sería la señora de Valencia.Jonathan siguió hasta hace 5 años conmigo pero no fue él mismo mientras estuvimos juntos, se que tienes sus mujeres cosa que a mi no me importa ya en lo m
—Amor, ¿te puedo hacer una pregunta? — me dice Gabriel mientras acaricia mi espalda desnuda.Después que llegamos de la casa de sus padres hemos hecho el amor tres veces, han pasado tantas cosas que esto parece irreal.Cuando Gabriel me contó lo de su hijo quedé en shock, ¿cómo es posible que él tenga un hijo y no supiera? ¿porque hasta ahora aparece esa mujer después de diez años? La respuesta a esa preguntas están más que claras, no le quieren conmigo, no lo quieren feliz, pero haré lo posible porque lo sea.—¡Si, claro mi amor, dime!.—¿Porque Gerado dijo que tu ex te trataba mal y te pagaba, si tu me dijiste que nunca te había hecho golpeado?.Me pongo rígida al escuchar la pregunta de Gabriel, me siento en la cama, todavía envuelta en las sábanas.—Yo nunca dije que no me pagar
Después de dejar a Montse en el banco decidí ir al hospital, ahí tengo un amigo y sé que puedo confiar en él para hacer la prueba de ADN.—Gabriel, hombre tanto tiempo. — dice al verme.—Hector amigo, ¿Cómo estás?—Bien, muy bien, y tú qué me cuentas ¿qué te trae por aquí?—Quiero pedirte un gran favor.—¡Claro!, dime ¿para qué soy bueno?.—Quiero que te encargues de hacer un ADN a un niño que se supone que es mi hijo.—¿En serio? Wao amigo eso es nuevo para mí.—Sí, y para mí también, yo todavía estoy en shock por la noticia de un hijo, pero quiero saber si en verdad es mío y no quiero que me jueguen sucio tu entiendes ¿verdad?—Claro amigo, y por supuesto puedes confiar e