Abordé el jet con los nervios de punta… Logré viajar sola, pero no puedo cantar victoria, así que debo encontrarme con él lo más pronto posible, porque estoy casi segura de que alguno de mis hermanos irá a acompañarme en pocos días. Mi padre no es tonto y me dijo que sabía que algo estaba sucediendo conmigo, no sé cómo lo descubrió, pero según él mi mirada tenía un brillo que nunca había visto. También dejó una clara advertencia diciéndome que aun cuando me amaba no le temblaría el pulso para hacerme pagar las consecuencias de mis actos, pero que esperaba que yo lo hiciera mejor que mis hermanos. Eso me hizo estremecer, pero decidí guardar silencio, cómo podría contradecir las palabras de mi padre si él me conoce perfectamente.

No pude traer el teléfono porque sería detectado inmediatamente por los chicos, así que lo dejé guardado en mi gaveta, sigo manteniendo la esperanza de que el desconocido cumpla su palabra y me vea en España, realmente no estoy preparada para una decepción. Par