Capitulo 4

— No tenemos nada porqué hablar — Santiago intenta irse, ver a Cecilia le duele no puede creer que su traición le costará tanto en procesar es como si aquella mujer se hubiera burlado de todo lo que él sentía.

Cecilia se acerca con toda la ternura de su mirada y lo toma de las manos, quiere que el le de una oportunidad de explicar lo que paso, todo lo que sucedió en su cabeza para hacer lo que hizo, algo que iba en contra de todos sus principios pero en especial del cariño que tenía su padre por ella : — Se que soy la peor mujer para ti, pero necesito que me dejes explicar lo que sucedió, es más que justo que me escuches — ella quiere interceder en el corazón de su ex, recuperar su estabilidad es su prioridad en este momento de completo desconcierto.

El accede, no puede decirle que no cuando la ama como un loco: — ¿Que quieres decirme?— pregunta mientras mira de lado a lado pero sus temores se hacen presentes cuando ve que Tatiana ve la escena a lo lejos y sale corriendo directo a su habitación, ella está dolida el acaba de rechazarla algo que es una terrible humillación para una mujer enamorada pero además está hablando con su hermana de manera amigable.

Los dos caminan por el jardín, Cecilia le explica que la relación con Carlos empezo hace poco tiempo : — Me sentía sola y con muchas presiones en mi cabeza, fui débil y cai ante la ilusión del romance, tenemos que ser sinceros el uno con el otro, entre los dos nunca existió el romanticismo, siempre me sentiste segura y jamás tenías detalles conmigo mientras el me dedicaba todo de su tiempo y cai — Cecilia agacha la mirada y empieza a llorar, se siente como una estúpida por caer en la red de ese hombre que a la final lo único que hizo fue burlarse de ella y de sus sentimientos pero no quiere que Santiago se entere de esta parte de la historia.

— Se que no fui el mejor novio y si quizás soy muy frío con mis sentimientos, sabes mas que nadie que no tuve a alguien que me enseñará a amar — Santiago jamás recibió afecto, la manera en la que su familia le demostraba que lo quería era con cosas y cumpliendo sus caprichos por lo que confesar está parte de su vida le duele pero le reafirma que Cecilia es la mujer que quiere para su vida.

— Quiero que te pongas la mano en el corazón, que no en respondas como el típico hombre machista, dime la verdad — Cecilia toma sus manos y les da un beso, un gesto que deja sin escudos a Santiago —¿Me has sido infiel?— pregunta Cecilia mientras lo mira fijamente, quiere que el le de una respuesta ante su pregunta que tiene mucho sentido en este momento de confianza.

Santiago quiere responder con lo típico " Yo soy hombre y puedo hacerlo " pero ella le quitó ya esa arma de las manos, ella le dejo muy claro que esa respuesta machista no te tenía cabida en su conversación, lo único que hace es agachar la mirada y responder con un seco: — Si—.

— Se que por ser mujer se me prohíbe equivocarme, sentir o decidir, pero los dos hemos cometido fallas en esta relación y quiero que lo intentemos de nuevo, Carlos está borrado de mi vida al igual que yo hoy borro esas mujeres que tuviste un día, porque se fueron muchas ¿Que piensas— Cecilia se esta jugando el todo por el todo, si Santiago acepta va a seguir con los planes que un día fueron la cruz de su vida, si él se niega asumirá las consecuencias de sus errores incluyendo perder el amor de su padre.

Santiago se queda en silencio quiere pensar, no es fácil para el bajarse de su pedestal para escuchar y perdonar, las palabras de Cecilia le tocaron fibras en su corazón, se da cuenta que el ha cometido errores pero todos sus sentimientos están a flor de piel por lo que paso con Tatiana, se siente un ser ruin y por primera vez en su vida entiende que se excedió.

— ¿Te acostaste con el?— pregunta Santiago bastante seco, para el la virtud de Cecilia es un tema con el que no quiere jugar, si su primo la toco es una ofensa que el no puede perdonar y es que para ser honesto ahora que sabe la pureza de Tatiana se siente aún mas obsesionado con saber que Cecilia va a ser suya desde el inicio.

Ella manda saliva, no puede decirle la verdad o todo se vendrá abajo, sabe que se entregó a Carlos en cuerpo, mente y alma, que le entrego todo el deseo de su corazón y que le pertenece de una manera que jamás podrá pertenecerle a Santiago : — Aún soy virgen si es lo que te preocupa — responde con cierto cinismo fingiendo seguridad algo que perdió hace mucho.

Santiago suspira siente un gran alivio al saber que no la toco, que ella sigue siendo la mujer pura que quiere llevar al altar :

— ¿Porque cambiaste de opinión?— pregunta el sin entender el cambio de actitud de la mujer — Hace unas horas me odiaba y querías casarte con Carlos ¿Que sucedió?—.

Cecilia abre los ojos, no puede decirle que su primo se burlo de ella que después de entregarse el solo se rió de sus sentimientos confesando que lo sucedido solo era producto de una venganza, quiere pensar que Carlos no será capaz de decirle a Santiago lo que paso entre los dos, ella lo llamo en la mañana y le hizo prometer que jamás diría nada, que esa noche quedaría como un secreto, Carlos lo prometió para el la satisfacción de saber que su primo es el tonto de la historia era suficiente, así que Cecilia se cree en una zona de confort — Sencillamente me di cuenta lo importante que eres para mí y mi familia, lo que hiciste ayer por papá fue suficiente para darme cuenta que eres un buen hombre —.

Ella lo toma de las manos de nuevo y coloca esas manos en su rostro para que Santiago sienta la suavidad de el, es inevitable para el comparar el rostro de las dos hermanas, si bien debe aceptar que Tatiana es una mujer bella aquella cicatriz no solo le robó su belleza si no la delicadeza de su rostro, mientras con ella sentía que estaba acariciando una esponja con Cecilia siente que acaricia pétalos de flores, la textura, la forma de su rostro todo la hace verse perfecta y deseada mientras que Tatiana solo provoca lastima y algo de asco, una sensación difícil de explicar sin sentirse un canalla, pero hay algo que la diferencia cuando ve los ojos de Cecilia no ve nada más allá de su belleza mientras que los ojos de Tatiana reflejaban un amor puro como si el fuese casi un dios para ella.

— Lo voy a olvidar, retomemos los planes de la boda pero si me entero que ese idiota y tú se ven no solo termino con el matrimonio si no que hago un comunicado público dónde explicaré los motivos ¿Entendido?— sus palabras sin directamente amenazantes algo que molesta a Cecilia que solo debe fingir que está de acuerdo con una sonrisa.

El la besa tomándola del mentón, el beso es intenso y apasionado quiere quitarse el sabor amargo que le dejo el beso con Tatiana, toca la pierna de Cecilia subiendo cada vez más su mano y casi acostandola a la fuerza sobre la banca del jardín, ella intenta separarse de él — Espera — le pide mientras el recupera la cordura, tiene que aceptar que lo vivido con Tatiana lo dejo caliente, el deseo parece apoderarse de él.

— Lo mejor es que hablemos con papá, después tendremos tiempo para los dos — sonrie Cecilia que toma su mano y decide ir de inmediato a la habitación de su padre para darle la buena noticia y poder recuperarlo, la idea que el la odie le causa una gran tristeza y desesperación.

Al entrar a la habitación, Tatiana le lee a su padre todos los correos electrónicos de la oficina, ella le insistió en no preocuparse por los asuntos de la oficina pero para el no es fácil asimilar que ya no puede hacerlo, un hombre que se dedicó a los negocios toda su vida no puede aceptar que le pidan conservar la calma.

—¿Que quieres Cecilia? No eres bienvenida en esta habitación, además creo que lo mejor es que te vayas de casa con ese imbécil - la rabia que siente Peter por la traición de su hija lo sacan de sus casillas.

 — Papá venimos a hablar contigo — ella entra a Santiago que esperaba afuera, el hombre al ver a Tatiana se siente muy mal, es la primera vez que una decisión lo hacen sentirse una escoria.

—¿Que sucede?— Pregunta Tatiana que sabe la respuesta y siente como las lágrimas salen de sus ojos sin poder contenerlas, busca en los ojos de Santiago una explicación pero este solo mira a su padre.

— Cecilia y yo hablamos, aclaramos la situación, nos vamos a casar — dice Santiago que mira de reojo a Tatiana, la mujer cae arrodillada al lado de los pies de su padre, de nuevo sus ilusiones han sido rotas.