El hombre había dormido plácidamente, después de haberse despedido de la mujer, la de la cual se sentía atraído, ella también se había ido nuevamente a la cama, trató de dormir aunque un poco más angustiada, por lo menos lo había podido hacer, había logrado controlar el miedo, que le producía el lugar.Mientras dormía, los Garcías, se habían quedado celebrando toda la noche, con aquella botella de champagne y un poco de pizza, no tenían para más, se habían acostado en la madrugada, disfrutando de la dicha que sentía saber que sus planes funcionarían, recuperarían todo.Eso era lo que se decía en la mañana, el hombre se despertó, se ducho y llama a su secretaria, para pedirle que organizará sus citas, del día para atenderlas virtual, había decidido ira a ver a la mujer, estaba preocupado por ella y quería verla el mismo se decía lo increíble que le parecía que estuviera actuando de ese modo.Se preguntaba en qué momento había cambiado, el punto de no poder estar sin saber de aquella mu
Ese día mientras el regresaba a casa, no había podido ir a visitar a su esposa que seguía en aquella casa de campo, ella había querido mantenerse al margen de todo, dejo que sus padres se encargaran de todo el asunto de la venganza, ella estaría al tanto, pero quería estar lejos.Estaría solo cuando fuera necesario, sus padres se mantenían en constante comunicación, informándoles del proceso, el abogado les había dado una fecha, era un viernes y ellos decidieron que visitarían el lunes Jacob Collins, con la noticia de que lo dejarían en la calle.El inocente de todo lo que se le venía, disfrutaba de la mujer, había comprado algunas cosas para ella, le llevaba detalles todos los días, ella con el embarazo lo único que hacía era sentir más rabia con él. Ella asumía que todo lo que estaba haciendo él era parte de su venganza.Que tenía una estrategia de trasfondo, detrás de todo lo bonito que la estaba tratando y haciendo sentir, no le había dicho nada del embarazo. Martín se lo estaba c
—Señores Garcías, debo decirles que ustedes están muy equivocados. Aunque este documento ha sido editado de la mejor manera posible, es un documento falso y aún cuando esté fuera verdadero no hay nada que quitarle al señor Jacob —revelo Martín—. Cómo ustedes no lo sabían, les diré, no tiene ninguna posesión, que pueda quitarle y si tienen duda de eso puedo mostrarle todos los documentos, él cedió todas sus posesiones a otra persona, por lo que ustedes no tienen nada de que hacerse propietarios.—No, no, no me van a engañar —vocifero Bernardo.—Con este documento, podrían ir a prisión por falsificación, reconozco este documento fue una copia con muchos errores, que fue enviado al Señor, para corrección. Sí fue de ese modo que la obtuvieron déjeme decirles que están en problemas legales —advirtio Martín—. Por falsificación y uso de documentos privados, por difamación y otros, no sé qué tipo de abogado es el que contrataron. Pero él debió explicarles, veo que no leyeron la letra pequeña
El hombre había llegado, ella se asomó y lo vio bajarse de el avión, el golpeó todo cuando encontró a su pasó, le pidió al piloto marcharse, ella supo entonces que la molestia del hombre era más de lo que ella imaginaba, se sintió desesperada y sin salida.Se sentó y espero a que el hombre entrará, él entró y se paró enfrente de ella. Ella no era capaz de levantar de la mirada, el saco el arma y se la puso en la cabeza, ella abrió los ojos como platos ante su sorpresa, empezó a suplicarle que no le hiciera daño.—Dame un solo motivo para que no acabe con tu vida Maldita, me engañaste una vez, trate de olvidar, pero volviste hacer lo justo cuando estaba a punto de perdonarte, sin destruir todas las evidencias que tenía por que deseaba volver a creer en ti—dijo el hombre con gran molestia—. Caí nuevamente como un estúpido, estaba confesando mis sentimientos porque creí que tú lo sentías lo mismo, solo jugabas conmigo, todo este tiempo, fingiste, quería olvidar, quería darte una oport
—¿Por qué no la escuchaste? Antes de decirle que se fuera, seguramente ella hubiera explicado mejor lo que pasó, no debes de echarte la culpa de esto —dijo Martín—. Tú quisiste hacer las cosas bien, tampoco puedes dejarte llevar nuevamente por tu espíritu de venganza.—No puedes pedirme eso, sé perfectamente que ella es culpable, ella planeó todo, junto a sus padres, no puede ser, si quiera negar todo la culpa, ella envío ese documento, ella lo tomo desde mi teléfono. Ahora entiendo para que me pidió prestado dinero—. Ahora todo tiene sentido, tal vez tú no puedas aceptarlo, porque eres demasiado bueno, ahora entiendo todo quizás se embarazo de mí con la intención de quedarse con todo, lo hizo por si su plan no funcionaba, tal vez sus padres fueron demasiado apresurados.—Estas molesto, Jacob tu molestia no te permite ver qué tal vez ella es inocente.—No, sabes tal vez ellos decidieron poner en marcha el plan antes de lo que ella imagínaba, que todo les haya salido mal, jamás volveré
Cada vez que podía husmeaba en las redes del hombre, tratando de ver su información y saber que él estuviera bien y que hubiera superado lo que ella había provocado, por el contrario, él de vez en cuando se preguntaba por ella, por su hijo, pero había decidido no buscarlos, no quería incurrir de nuevo en venganzas, dejar a un inocente en medio.Los padres quiénes habían ido a Italia pensando que su hermano. Los recibiría así sin más, estaban pasandola bastante mal, el hermano los había puesto a trabajar a la señora como empleada de servicio y al hombre como chofer. Se sentían humillados.Pero era mejor eso que volver al lugar en donde seguramente, el hambre los casaría hasta acabar con ellos, no pensaban en su hija, la consideraban culpable de todo lo que estaba pasando, aún cuando ella trato de advertirles, ellos no quisieron escuchar, Jacob aunque no lo aceptará había cumplido parte de su venganza, había dejado a los Garcías sin nada y a su esposa y víctima en la calle.A él no le ge
Martín había logrado convencer al hombre de escuchar a su suegra, quizás tenía algo importante que el debiera saber, él estuvo de acuerdo y le pidió buscarla. Martín fue hasta la antigua casa a ver si la encontraba, pero no la había encontrado allí.Pregunto a algunos vecinos y dijeron que no sabía dónde, estaban, suspiro, no sabía dónde más buscarla, no sabía que la mujer tenía mas familiares o algo parecido, había quemado tada la investigación, no recordaba nada, además, habían pasado 8 meses que no sabían nada de elllos.A él le interesa mucho saber que había sido de la vida de Sally Garcíaz pues el sabía lo del embarazo y quería saber cómo estaba ella y si había tenido al bebé, aunque calculo el tiempo y se dio cuenta que aún no era hora. Pasaron unos días, no había logrado localizarla.Pero tenía fe en que lo haría todos los días seguía buscando, el había contratado por su cuenta un investigador privado, sabía que si se lo pedía a Jacob, él no iba a aceptar, mientras ellos buscaba
—Qué clase de padres son, como fueron capaces de dejar a su hija, así haya cometido los errores que haya cometido, no debieron de anteponer primero su ambición, ante su hija, es una decepción que existan personas como ustedes —dijo Jacob.—No seas hipócrita muchacho, tu fuiste quién provocó en parte esto, no debiste ser tan duro con ella, te demostró su cambio, su amor y decidíste irte por el camino de la venganza —dijo Elizabeth.—¿Que se suponía que debía hacer al descubrir que les facilitó esos documentos para destruirme? —reclamo Jacob.—Escucharla, si actuó tuvo sus motivos, tan culpable como nosotros, pero no es el asunto, quiero encontrarla, mi pobre hija la debe estar pasando muy mal, ahora viviendo quién sabe dónde. Estoy muy preocupada y arrepentida, por eso he venido aquí.La mujer le pidió al hombre que cuando llegara a saber de su hija le informará y salió de aquella oficina, el hombre llamó a su investigador y le dio toda la información para que la pudieran encontrar, el