Una semana después…–¿Ese es?–Así es majestad el sultanato del norte – mirando un poco – los reportes no mienten…– ¿Eh? – detallando que las murallas que rodean la capital están a cualquier momento de caer – Ismail…–Debe estar por acá en alguna parte, el ejército que ha enviado mi señor debió dispersarlos–Tenemos que ayudar al sultán del norte–Mi señor no le negará ayuda – dando una sonrisa mientras observa a su pequeña dormir – él hará todo por alejar a ese hombre de usted majestad y de los niños– ¿Eh?–En caso de que Ismail logre irrumpir en la capital de nuestro sultanato, a las niñas las hará esclavas a los niños los arrojará al mar – dejando pasmada a Adalet– ¡¿Cómo puede hacer algo como eso?!–Ese sultán desde que fue coronado ha ambicionado el territorio de mi señor – dando un suspiro – pero mi señor es fuerte siempre que lo ha enfrentado siempre ha ganado…–Pero ¿ de dónde saco esa obsesión?–De la emperatriz de la región de Delhi–Espera esa joven es la hermana del emp
–Pero nada, aunque fueras con Ismail por voluntad propia nada asegura que deje al sultanato en paz, es más creo que de todos modos hará todo por matar al sultán solo para hacerte a ti daño…ese hombre solo quiere hacer daño–Alteza tengo miedo, que Ismail regrese…las murallas apenas han resistido–Mi señor ha enviado desde el sultanato del sur a los mejores constructores y a sus mejores soldados, así que no desesperes, el sultanato no caerá – sonriendo–Ha sido horrible desde que Ismail llegó a la región…–El sultán y mi señor sabrán que hacer–Su majestad es tan buena, que los dioses le concedan la dicha de tener pronto un hijo– ¿Cuántos hijos tienes?–Cinco, y un pequeño que estoy esperando – acomodando su vestido para dejar ver su linda pancita– ¡Qué lindo! – dando una enorme sonrisa – y aun así pensaste en irte con Ismail…–Sultana estoy desesperada, no soporto ver la destrucción de la ciudad, de ver a mi pueblo sufriendo de hambre y enfermedades, no sé cómo no ha habido saqueos
El mensajero se marcha de la capital del norte, y toma rumbo hacia el campamento donde Ismail espera por poder ver a la sultana de los mares del sur, su cuerpo fue bañado, perfumado y sus mejores trajes son colocados, su cabello ha quedado libre y su corona se erige de forma esplendorosa sobre su cabeza, pero al ver que quien llega es su mensajero en lugar de Adalet, la sonrisa que tenía en su rostro cambia automáticamente por una expresión de molestia.–¿Qué pasó?–Majestad, la sultana del sur se ha negado a venir a verlo– ¡¿Qué?! ¡¿Qué demonios estás diciendo?!–Majestad, la sultana de los mares del sur ha dejado en claro que solo el sultán puede ver a su sultana sin velo alguno, y también…y también…– ¡Habla!–Dijo que usted quien ha traído la miseria y el hambre a la región, no merece verla– ¡Ninguna mujer se va a negar a mí por más sultana que sea! – arrojando por los aires aquella mesa en la cual todo tipo de manjares esperaban por alguien que nunca iba a llegar – envíen un me
–Quisiera ir con Zeheb–Mi señora, esta reunión es exclusiva del sultán, y los ministros, conoce nuestras reglas–Lo sé, pero me es duro no estar a su lado – dando un suspiro, pero en el acto se lleva una de sus manos a la boca y sale corriendo hacia un matorral–Adalet...Aysa se acerca y observa que la joven está vaciando su estómago, una doncella y al lado de esta Ayaz se acercan con un vaso con agua y una toalla para que la sultana limpie su boca.–¿Estás bien?–Sí…lo estoy, pero es la segunda vez que siento estas náuseas–Mi señora, perdón que intervenga en su conversación–Adelante Ayaz – dando una sonrisa–Majestad si me permite, su mirada tiene el brillo inconfundible de la maternidad – haciendo sonrojar a Adalet–Adalet…–Eso…eso significa…–Majestad, debe ir con la partera para que ella confirme si usted alteza espera a nuestro heredero– ¡Entonces vamos! ¡quiero saberlo! ¡quiero que me digan que tendré un bebé de Zeheb! – dejando que las lágrimas bajen de sus ojitos–Iremos
–Entonces Aiyla dejó de ser tu favorita – dando una enorme sonrisa–Nuestro hijo y Aiyla serán mis favoritos – tomando el rostro de la joven – mi hermosa esposa, mi sultana, mi amor…gracias – dando un largo beso a Adalet….–Su alteza, gracias…muchas gracias – abrazando a la joven–Acemi, estoy tan feliz, te voy a dar un hijo – tomando las manos del hombre y las lleva a su vientre – tendremos un bebé–Un hermoso bebé, que tendrá los ojos de su alteza–Prefiero que tenga tus ojos Acemi – acariciando la mejilla del hombre–Entonces si tiene mis ojos, entonces que tenga el hermoso corazón de su alteza – acariciando la mejilla de Aysa – el dios del mar estará complacido, no solo la esposa del gran visir está esperando–Así es Acemi, Adalet también tendrá un bebé–Mi hermano debe estar contento–Claro que debe estarlo, Adalet es el amor de su vida…–Así es, al igual que su alteza me dará un hermoso hijo – ofreciendo su mano–Vamos Acemi, tenemos que dar la noticia–Vamos su alteza – hacien
La velada termina y todos retoman hacia sus hogares, los niños son conducidos hacia el harén y Zeheb lleva en sus brazos a la joven madre hacia la habitación de su sultana, al llegar Adalet entra y ve todos los regalos que hay para ella, desde vestidos más anchos, juguetes para el futuro bebé, hilos, sedas y telas finas para hacer sus ropas y por sobre todo la bella cuna adornada con un dragón marino con sus alas extendidas y un bello velo azul cubriendo el interior, las mantas ya están acomodadas y la futura madre no puede sino sentirse la más afortunada de todas.–¿Eh?...–Cuando los siervos se enteraron, Ayaz y la comadrona ordenaron traer todo esto para ti y nuestro hijo – acariciando con cariño el vientre de la joven–Todos están felices, Zeheb…todos están felices por mi bebé – dando una sonrisa – pero todo parece que fuera para un niño ¿y si es niña?–Será la más amada de mi sultanato – tomando el rostro de la joven madre – ¿Cómo quieres que se llame?–De ser niña, quiero que se
Las doncellas y eunucos al servicio de los sultanes se acercan y dejan frente a los dioses las ofrendas de los monarcas, luego Berat y Aysa se acercan hacen una reverencia y se disponen a entregar los regalos a los dioses.–Dios del mar, entrego las mejores frutas, vino y joyas para agradecer el que mi amada esposa…su alteza Aysa me vaya a dar a mi primogénito–Diosa del viento, en nombre de Sultanato del Sudeste, te entrego las mejores especias, el mejor vino de cereza y las más finas sedas…para agradecerte el haberme bendecido con la maternidad, por permitirme esperar un hijo de mi amado esposoLas ofrendas son entregadas y el sacerdote a cargo del templo, bendice los embarazos de ambas jóvenes; al salir del templo ven a varios ciudadanos quienes se hincan y dejan en el suelo regalos para la sultana, desde juguetes para el bebé, hasta piezas de joyería fina y frutas para los jóvenes.–Tomen todo eso, que lo inspeccionen bien los degustadores reales y si son seguros denlos a Adalet y
Al regresar al harén Adalet en el acto es rodeada por todos los niños quienes tienen en sus manos ramos de flores y varios juguetes para obsequiarle, ya Aysa recibió sus regalos y está más que encantada con ellos.–Veo que a su alteza ya la han mimado–Los mimos y atenciones mayores son para ti Adalet tú estás esperando al heredero – viendo la enorme sonrisa de Adalet–Ya le he escrito a Asya, se pondrá feliz de saber que será tía – acariciando su pancita–Estoy seguro de que a la ministra Asya le dará alegría saber de tu embarazo–Majestad, excelencia – acercándose y dando una reverencia– ¿Qué pasa Ayaz…?–Su majestad el príncipe Ediz ha traído esto para ustedesUnas doncellas se acercan con bandejas con huevos de codorniz y un poco de pan, los huevos tienen un aderezo que hace que los ojos de las dos jóvenes brillen de regocijo, complaciendo al pequeño niño que está en medio de las doncellas–Padre me dijo que hiciera esto, y recordé que su excelencia espera también un bebé – con u