–Déjame adivinar…la sultana tiene hambre…–Los deseos de Adalet deben ser cumplidos–Y veo que su majestad el sultán está dispuesto a cumplirlos todos, ni siquiera con Defne hiciste eso – recibiendo una mirada del sultán–Iré a ver a Adalet, antes de que la codorniz se enfríe–Buena noche alteza – haciendo una reverencia, mientras Zeheb se marcha – su alteza Aysa quiere cordero–Cómo ordene alteza, ahora mismo lo pondré a asar – haciendo una reverenciaZeheb llega al pabellón de los dioses y al entrar por la habitación que conecta, ve a Adalet de pie frente al enorme balcón, hay luna nueva, pero el hombre siente por el ambiente tranquilo y el momento apacible que su sultana está contenta y que seguramente el bebé también lo está.Así que entra y deja la bandeja en una mesa y con su voz le hace saber a Adalet que ha regresado.–Zeheb – dando una sonrisa–Ten, tu codorniz–Gracias Zeheb, estoy segura de que el bebé también está contento – abrazando al hombre–Lo mejor para mi sultana y
Las semanas van pasando, todos en el reino hace preparativos para la fiesta de cumpleaños del príncipe Ediz, y el niño es feliz con solo poder estar al lado de Adalet y ser quien cuide de la sultana y de su pequeño hermano que ya está dando señales, dado que cuando ve a la joven madre con su camisón, puede ver el pequeño bulto en el vientre de la joven, y cuando el pequeño no está con Adalet está con sus hermanos jugando, en sus lecciones o simplemente vigilando que no se metan en problemas, después de todo es el mayor.–¡Majestad! – dicen nueve niños que corren emocionados hacia los brazos de Adalet–Niños – dando a cada uno un beso en sus frentes – díganme ¿Cómo se han portado hoy?–Estuvimos en lecciones, Ediz fue al cuartel para entrenar con su elefante de guerra–Dime Ediz ¿Cómo van tus lecciones?–Anisa me obedeció logré que se levantara en sus patas traseras – diciendo aquello con un adorable brillo en sus ojitos–Me alegra tanto Ediz – dando una enorme sonrisa – bien el motivo
–Sucede algo Asya – enfundando su espada – no esperaba que vinieras al cuartel–Necesito hablar contigo de una cosa importante y no puede esperar–Bien, ve a mi estudio, y estaré allá en el menor tiempo posible–Bien – marchándose en medio de reverenciasAhmet llega al estudio y ve a su esposa sentada tomando un poco de té, así que se acerca y toma asiento en frente de la joven quien deja su taza y lleva su abanico hacia su rostro.–Dime Asya ¿Qué sucede?–Bien seré directa ¿desde cuándo estás enamorado de mí? – dejando perplejo al hombre–Bue…bueno…–Habla – mientras cierra de golpe su abanico–Desde que nos conocimos – viendo como la joven levanta la vista – recién regresaba de suprimir aquella rebelión en el norte y te vi al lado del emperador, recién recibías tu título de ministra–Tenía dieciocho años en ese entonces–Así es y resplandecías entre todos ese viejos ministros – Asya abre su abanico de golpe y cubre su sonrojo con este–Por eso…–Por eso intenté acercarme, pero tu es
–Dime Ediz ¿disfrutas de tu cumpleaños?–Ha sido el mejor, mi madre no me dejaba estar con mis hermanos – viendo como los niños disfrutan de los regalos que los magos de Sultanato del Sudeste, han hecho aparecer con sus trucos–Son tus hermanos, tienes el derecho de estar con ellos – acariciando la mejilla del pequeño–Gracias mad…majestad – sonrojándose de golpe–Si quieres llamarme madre puedes hacerlo– ¿De verdad? – diciendo esas palabras con aquellos lindos ojitos azules brillando de ilusión–Sí Ediz – dando una sonrisa a la vez que siente un abrazo….–Asya – mientras acaricia aquella espalda desnuda– ¿Qué?– ¿Aún sientes dolor?–Cállate Ahmet – escondiendo su sonrojo entre las almohadas–Espero que mañana Asya, no me quiera golpear…–Te golpearé si no te callas ahora mismo – siendo girada con cuidado – no estarás pensando…–Mi esposa aún no conoce mi lívido – dando un beso a una consternada joven – llevo deseando esto durante mucho tiempo– ¿No puedes ser menos pervertido? – s
Ese día termina con unos artistas conformes con sus bocetos, niños sonrientes jugueteando por el jardín, el gran visir y su esposa demostrando su afecto y los dos sultanes demostrando ante todos lo que es el amor en una pareja de hombre y mujer profundamente enamorados…Las semanas van pasando, todo en el sultanato es tranquilo, Zeheb sigue dirigiendo con mano dura y con gran sabiduría, Berat sigue con sus labores de visir y sobre todo consintiendo a Aysa que ya ha cumplido seis meses de embarazo al igual que Adalet quien muestra una adorable pancita es cuidada desmedidamente por sus doncellas, eunucos que se encargan de vigilarla y sobre todo por su hijo Ediz quien cuida con cariño de la sultana y su hijo, así que Zeheb no se preocupa mucho por la seguridad de su sultana y su hijo no nato.Durante aquel día Zeheb recibe la no grata visita de Ismail, y dado que es un monarca a Zeheb no le queda de otra sino recibirlo, ha ordenado a los guardias que vigilen al invitado indeseado y sobr
–Gracias por venderme este pequeño retrato – dando una sonrisa–Señorita, ya verá con este retrato de la sultana en su hogar se colmará de las bendiciones de la diosa del viento–Eso es lo que quiero – sonriendo – ¿Cuánto cuesta?–Diez monedas de plata–Bien – sacando un saco de monedas, lo abre, cuenta las monedas y las entrega al vendedor – deme por favor un rollo de papel una pluma y tinta–Muy bien, por eso sería otras diez monedas–No hay problema – pagando nuevamenteEsa noche Ceren toma el papel y pluma, escribe una corta y sencilla carta a Ismail, diciéndole que ese presente que ella le envía es para que tome en cuenta en declarar la guerra si Zeheb se rehúsa a darle a Adalet, y que en el campo de batalla puede convencerlo de uno darle a la sultana y dos decirle que la nombre a ella como sultana, así que enrolla el retrato que ha sacado del marco, cierra la carta y guarda eso para mañana volver a escapar del palacio para enviar aquella carta utilizando a un espía con el cual e
–Madre, no esté triste…padre siempre vuelve…–Ediz – abrazando al pequeño – aun así tengo miedo…ese hombre puede intentar algo para hacerle daño–Padre, no caerá en los embustes de ese infeliz – abrazando con fuerza a Adalet…–Mi dulce Ediz – dando una sonrisa – y bien mientras Zeheb no esté ¿Quién cuidará de la sultana y del bebé?–Yo cuidaré de mi madre y de mi hermano… ¿podré cargarlo cuando nazca?–Claro que sí – dando una enorme sonrisa….La semana pasó todos los comerciantes fueron llegando y siempre decían al sultán la misma historia, quienes compraban en gran cantidad los retratos de la sultana eran mujeres que querían ser bendecidas por la diosa del viento, ya que Adalet es la representación de esta diosa ante todos en el sultanato, Zeheb decide dejar espías por la ciudad para averiguar más y empieza a preparar a todo su enorme ejército para partir a la guerra, los galeones son preparados para llevar a la mayoría de las tropas, mientras que los jinetes con más experiencia y
–Madre mire, mis hermanos quieren darle regalos…–Tus hermanos me están consintiendo demasiado – extendiendo sus manos hacia los pequeños – vamos niños denme sus regalosLos niños entregan entre ramos de flores, tiernos peluches y juguetes hasta algunas ropas para el pequeño príncipe.–Majestad – haciendo una reverencia al llegar– ¿Qué pasa Ayaz?–Las pinturas de sus majestades han llegado…–Conduce a los artistas al jardín imperial…enseguida voy – colocándose de pie con mucho cuidado y dejando ver su enorme pancita que hace sonreír a los pequeños – vamos niños, vamos a ver los cuadros– ¡Sí alteza! – dando enorme sonrisas–Vamos Defne, también debieron haber traído tu pintura…–Vamos majestad – tomando de los brazos de la nodriza a su hija – vamos AiylaAl llegar al jardín imperial los artistas siendo ayudados por eunucos del palacio, muestran a la sultana y príncipes los retratos, los niños quedan encantados por ver sus pinturas, Defne se siente complacida al ver su cuadro y al ver