—¿que, casarme yo? estas mal papa

—no, no estoy mal, te vas a casar, esto ayudara para que la prensa se tranquilice y dejes de atraer la atención por tus escándalos 

—por lo menos me debiste de dejar escoger con quien me casaría

—¿para que? conozco tus gustos traerías a cualquier furcia, a esta familia

—¿y quien es la chica?

—es un chico

—papa, sabes que me inclino mas por las mujeres

—¿pero has estado con hombres o no?

—claro

—entonces no hay problema, el chico es hermoso y amable sera el esposo perfecto no te dará problemas y quiero que lo trates bien

—de acuerdo padre tu ganas, me casare pero no creas que dejare mi vida como la llebo hasta ahora, no soy hombre de una sola mujer o de un solo hombre, nos vemos tengo cosas que hacer

—eso ya lo veremos, dijo Robert en un susurro

Ese dia era el dia en el que Robert, iría por James, para llevarlo a su mansión, iban en el auto y James se mantenía en silencio

—James, no me odies debes comprender que esto es necesario, se que tu eres la mejor opción para ser el esposo de mi hijo, por eso le perdone a tu padre la deuda millonaria que tenia conmigo

—no te odio tío solo que no es fácil para mi hacer esto

—lo se, solo quiero que sepas que yo te protegeré, cualquier cosa mala que pase debes decírmelo y lo solucionare

—¿su hijo esta de acuerdo en casarse conmigo?

—no exactamente, pero no le queda de otra que aceptar

al llegar a casa todos los miembros de la familia que ya estaban enterados de la próxima boda esperaban en la sala, menos Alexander que aun no bajaba

—!llegaron! dijo Bonnie que era la mas entusiasmada por conocer a James

—familia les presento a James Parker

—hola soy Mark Jones, el es mi esposo, Noah

—hola yo soy Bonnie Jones, eres muy lindo James

—g..gracias tu también eres muy linda

—¿en donde esta Alexander, por que no esta aquí para resivir a su prometido?

—no lo se papa, ya lo conoces

—alguien me llama, dijo Alexander detrás de ellos, James giro su rostro para encontrarse con el de Alexander, se quedaron mirando por varios segundos, James había visto a Alexander en televisión pero no le había puesto demasiada atención, era un hombre alto como de 1,80 algo musculoso cabello negro largo que convinaba a la perfeccion con lo oscuro de sus ojos, sus facciones eran muy masculinas, era un hombre atractivo, Alexander se quedo observando a James, definitivamente su padre tenia razón era un chico muy hermoso, no media mas de 1,70 tenia un cuerpo delgado pero con una linda figura, sus facciones eran delicadas y finas, tenia una cabellera rubia unos labios gruesos y rosados, pero lo que mas llamo su atención eran sus ojos azul profundo era un color de ojos que no era nada usual ver, a Alexander siempre le gusto mas estar con mujeres, había estado con hombres y aunque el sexo era bueno, le gustaba la delicadeza y la fragilidad del cuerpo femenino, pero al observar a James tenia tanta delicadeza como una mujer pero sin llegar a ser afeminado, era una mezcla de ambos, debía aceptar que el chico era hermoso y lo mejor de todo es que seria solo para el

—Alexander, el es James Parker, tu futuro esposo

—hola, bienvenido James, tomo su mano y dejo un beso en ella

—g..gracias, respondió con timidez

—ponte cómodo, yo tengo cosas que hacer, dijo retirándose de la sala

—!Alexander! le grito su padre pero no le hizo caso

—ven James te acompañare a la que sera tu habitación

—gracias bonnie

—esta sera tu habitación temporal, después de la boda compartirás habitación con mi hermano obviamente

—te dejo para que te instales, cualquier cosa que necesites puedes pedirla, en un rato sera hora de la cena

—muchas gracias, ella le sonrio

James acomodo sus cosas, se recostó en la cama y no pudo evitar comenzar a llorar, todos habían sido amables incluso Alexander aunque algo frió, al menos no fue grosero, pero no dejaba de tener miedo, tendría que compartir su habitación, tendría que cumplir como esposo, se guardo tanto tiempo esperando el momento indicado para entregarle su virginidad a Liam al hombre que amaba y ahora tendría que entregársela a un desconocido, al día siguiente Alexander tuvo que salir de viaje por algunos negocios, el compromiso fue anunciado y todo mundo estaba vuelto loco, Alexander regreso hasta el día que seria la boda y aunque seria solo una ceremonia sencilla había gente muy importante y por supuesto la prensa, ahí estaba también la familia de James, estaba feliz de verlos, fue lo único que lo hizo sonreír ese día, al finalizar la cermonia Alexander y James estaban parados uno delante del otro, Alexander tomo las manos de James, y todos estaban expectantes al momento en que sellaran la unión con el tradicional beso, Alexander miro a James a los ojos por unos instantes, sintió como las manos de James temblaban, acerco su rostro lentamente al del rubio y unio sus labios con los de James, el beso solo duro unos segundos pero fue dulce y delicado

no hubo una fiesta ni nada por el estilo, el padre de Alexander le exigió irse unos días de luna de miel con James era lo que todo mundo esperaba, así que terminando la ceremonia recogieron algunas cosas y se retiraron

ambos se mantuvieron en silencio todo el camino al aeropuerto, se bajaron para subir al avión privado de los Jones y despegar

—¿tienes hambre?

—u..un poco

—luke, puedes traernos algo de cenar por favor y un vino

—para mi solo agua esta bien

—¿no bebes?

—no

—hoy me acompañaras con una copa, James no dijo nada

—¿que edad tienes James?

—hace un par de semanas cumplí 20

—eres mas joven de lo que pensé

—¿y tu?

—29

—!oh!

—¿oh?

—lo siento, sabia que eras mayor pero no tanto, Alexander veía como James mordía su labio inferior de los nervios

—deja de hacer eso, te lastimaras

se dispusieron a cenar, James tomo un poco de vino y después hizo una cara de asco que le causo gracia a Alexander

—esto sabe horrible

—ya te acostumbraras

—lo dudo, después de un rato James comenzó a bostezar

—deberías ir a dormir, aun quedan unas horas para llegar, James asintió y se fue a dormir se sentía algo cansado, durmió un rato pues hubo un poco de turbulencia y se levanto asustado, aunque paso rápido

—¿esta todo bien?

—si, no fue nada, después de otro rato mas por fin aterrizaron

—Alexander, hay demasiada prensa así que caminaremos rápido