Capítulo 74 “Una falta muy grande”Agapito se acerca a ellos.–Marco, su esposa es muy hermosa, si yo estuviese unos años menos ahora, se la lucharía. Es una gran mujer.–Agapito, estoy aquí –le refutó Florencia.–Sí, yo también estoy aquí –Agapito puso sus puntos y los dejó ahí, en el aire.Al salir del juzgado, Nahomy está atenta por la mujer que se acerca a Marco.–¿Señor Polioni?–Marco Polioni, buenos días –le dice Marco, respetuosamente.–Disculpe, soy periodista de la revista El Poder y la fama –le extendió una tarjeta de presentación a Marco, Chiaro la tomó–. Nos gustaría hacerle una entrevista. ¿Para cuándo nos puede atender?…–le dice la mujer.–Disculpe, no estoy interesado en dar entrevistas. Gracias –Marco se da la vuelta y sus guardaespaldas los cubren.–Pero, señor Polioni... –Chiaro se interpone con su cuerpo y ellla se queda parada viéndolos irse.–Vámonos, esto se ve sospechoso –En la camioneta, Nahomy ve el auto en el que anda.–Parece la mujer del paseo de los
Capítulo 75 “¡Por fin lo logramos!”Galia lloraba a sollozos, viendo el rostro serio y ensombrecido de Marco, quien con firmeza le dijo:–No, tía Galia. Yo a usted la amo, y la respeto, pero usted no me ha sabido respetar ni a mí, ni mi vida y menos aún, a mis decisiones. Ahora mismo Nahomy y mis hijos son lo más importante para mí. Son mi familia, la familia que yo he formado, y Nahomy, a todos en esta casa, los ha respetado y considerado desde que llegó aquí, ella merece lo mismo y en su estado, más todavía.–Marco yo sé que no debí hacer eso, pero entiende, yo estaba muy mal ese día –Galia trataba de justificar lo injustificable. –No tía, no se lo acepto, no se lo permito. Usted no me vuelve a humillar a nadie de mi familia.–Marco, yo estaba molesta, por favor figlio, ¡perdóname! Te lo ruego.–No tía, no puedo. Nahomy no es culpable de nada y si así fuera, no tenía porque aprovecharse de la situación para tratarla así. Nunca la creí capaz de algo parecido. Eso es lo más bajo que
Capítulo 76 “Hermana”Marco rodaba la silla con Nahomy, al entrar en la habitación, ella se levanta y con cara cuadrada se vuelve a Marco.—Señor Marco, ¿por qué utiliza a mis hijos para hacer sus trampas?Marco se ríe y de un tirón la levanta y la sostiene por la cintura.—¡¿Usted cree que es así? —la besa apretando su cabeza contra la de él. Ella aprieta los ojos y los labios, pero se mantiene en puntillas. El se ríe y sigue pegado a sus labios mordiéndoselos, muy fuerte. Después la suelta y la aprieta por la espalda esforzándose para subirla en sus brazos, sin soltarla.—Quiero, quiero más, hoy no la dejo dormir… —le susurra.—¡Ah! ¿Cree que tiene derecho? —y va quitándole su camisa. Marco cae sobre ella en la cama y Nahomy abre sus piernas y lo apresa entre ellas.—Me muero por esto —le dijo Marco, mientras le quita el vestido.—¿Trato especial… Hoy? —pregunta Nahomy. Marco la vuelve a besar apasionado. Su mano baja hasta su bikini y la manosea por encima de la tela. Sonriénd
Capítulo 77 “Luciano”Al salir del Juzgado Nahomy se sintió preocupada porque por experiencia propia sabe que esa mujer no amenaza solo por amenazar. Es una mala persona y tuvo cierto temor. Marco la tranquilizo.—No te preocupes Nahomy, todo va a estar bien. Los niños no están solos. Rafe y Chiaro están con ellos. Mi amor, yo quiero que vayamos a cenar a un buen restaurante, después a un bar o un pub. ¿quieres?—¿Y los niños? Van a dormirse sin que les dé un beso.—Yo quiero más besos que ellos —se sonrió—. Sólo tomaremos uno o dos horas después de las 6, eso no es nada.—Sólo una hora y nos regresamos a casa… ¿Sí?—Bueno, lo tomo ¡Vamos!Fueron a cenar a un lindo y acogedor restaurante. Nahomy fue consentida esa noche por su marido. Disfrutaron mucho la velada.Llegaron a casa un poco pasadas las 8 de la noche. Nahomy entró caminando a la casa. Galia la vio desde la ventana de la habitación de Mássimo y casi se desmaya. Verla tan bien y caminando perfecto con esos altos tacone
Capítulo 78 “Chupetes y zapatitos”Luciano sale corriendo trayendo consigo a su maestra, quien apenas puede alcanzarlo.—Maestra, mire que esa es mi mamá.—¡Ángela! —le llama Luciano.—¿Para dónde llevan a mi mamá?—Luciano, ella va al médico —Ángela se dirige ahora a la maestra—. Le agradezco, Maestra, que al niño sólo lo deje llevar conmigo o con su papá.—Está bien. Yo me encargo —respondió la maestra.Al llegar a la clínica Marco también llega en carrera hasta la ambulancia donde traen a Nahomy, quien está despertando.—Marco, mis hijos, Marco. Por favor busca a mis hijos.—¡Tranquilícese Nahomy, tranquilícese. Usted, primero póngase bien. Yo me encargo. Ya los muchachos van tras el auto que lleva a las niñas, Luciano esta en el colegio.—Marco no vi a nadie, apenas divise a un hombre alto y fuerte. No sé quién es.—Ya la van a atender, y la policía ya está aquí. Deje que la traten. Por favor Nahomy. Ya todo va a estar bien.—Marco los aeropuertos, los puertos, todas las sali
Capítulo 79 “Recuerdo todo”Cuando llegaron al barrio, ya estaba llegando el atardecer. Se encontraron con todo el grupo de seguridad.—Y ¿Cómo vinieron a dar aquí? —les pregunta Nahomy.—Los dispositivos estuvieron en contacto con nosotros hasta aquí. Después de este punto se perdieron.—Lástima que ellas no llevaban, en el coche, ningún juguete porque los juguetes están todos conectados a mi celular.—¿Por qué no me dijiste nada? —le dice Nahomy—. De haberlo sabido antes, siempre procuraría meterles esos juguetes en el coche.—Porque esas cosas no se pueden estar diciendo. Nosotros siempre estamos rodeados de gente y la verdad yo últimamente sospecho de todo el mundo.—Son mis hijos Marco —Apenas le terminaron de salir las palabras a Nahomy cuando sus ojos volvieron a vaciarse de nuevo y de sus mejillas a caer lágrimas.—Vamos Nahomy, hay que ser fuerte y usted lo es y valiente, muy valiente. Vamos a dar con las niñas. Ya verá —.Vamos a buscar a Luciano, que ya se hace tarde.
Capítulo 80 “La mujer de los cuhillos”Después de recorrer varios sitios de comida rápida y un sitio de palomitas de maíz, Luciano les hizo tomar un camino empedrado por donde no habían pasado nunca. Pasaron por una casona, custodiada por muchos hombres armados, cuando pasaban frente a los vigilantes, Luciano se tiró al piso del auto.—Mämma que no me vean, porque Franco Conte me los mostró a toda esa gente ahí adentro, diciéndoles que todo eso era mío, que soy su nieto, yo no soy el nieto de ese hombre malo. ¡Bueno, no sé mämma! ¡Eso lo sabes tú y Päpa!A pesar de la situación que estaban viviendo en esos momentos Nahomy no pudo evitar esbozar una sonrisa que mostró sus hoyuelos, Marco suspiró al verla, sintió que al menos Nahomy tenía un poco de sosiego en medio de tanta desesperación.—Luciano, mantente agachado allí. Tú päpa y yo estamos alerta.Marco recorrió muchos kilómetros alrededor de la casona, como había más autos, ellos se verían como conductores normales del día a d
Capítulo 81 “El verdadero Superhéroe” Nahomy llegó corriendo hasta el auto, abrió la puerta para sacar a sus hijas, pero en ese momento la chica de los cuchillos la tomó de espalda y le puso el brazo rodeándola por el cuello dejándole el cuchillo rozándole la yugular, Nahomy trató de zafarse, pero sus movimientos aún son limitados y sólo logró que el cuchillo la rozara y le cortara un poco, se quedó inmóvil. Marco bajó del auto y en cuestión de segundos llegó hasta la mujer que tenía a Nahomy, le jaló el brazo que tenía el cuchillo y al mismo tiempo le dobló con fuerzas el brazo que colocó a su espalda, como les había dicho Luciano. Logró desarmarla e imposibilitarla de moverse, con la misma velocidad se dio la vuelta y sin darle tiempo a pensar siquiera, se impulsó y la pateó en el pecho mandándola al piso. —¿Está bien, Nahomy? —Le pregunta Marco, mientras los hombres atrapan a la mujer que con el brazo arrastras trataba de escapar. Ella sólo pudo responder: —¡Marco! —Sus