Kiara y Donatello abordaron el jet que lo llevaría a París, la cuidad del amor. No creía todo lo que estaba viviendo, después de ver y escuchar aquella revelación de parte de Genevieve y de Salvatore, creyó Olvera a caer en depresión.Donatello no podía estar más feliz descubrir que Kiara no solamente fue la madre de su hijo si no que también él fue su único amor en su vida ahora el la convertiría en su esposa, su mujer, en la madre de todos sus hijos.-¿Feliz, mi mujer? - Expresó Donatello con palabras melosa.- Mucho, muy feliz, me parece un sueño lo que estoy viviendo.- Ya no más pesadillas, ya no estarás sola como mujer, yo estaré contigo siempre mi bella Kiara.Unieron sus labios en un suave beso,Que se tornó apasionado, sentir esos cálidos labios era algo que deseaba tanto desde que volvió a encontrarse con él. Y ahora estando entre sus brazos lo confirmaba, nunca dejó de amar a ese hombre, era su gran amor.Donatello la cargo en brazos y la llevó a la habitación que estaba ll
Rómulo y Danielle caminaron tomados de la mano subieron las escaleras y la acompañó a la puerta de la habitación.— Hasta mañana mi primavera.— Hasta mañana mi otoño. — Dio una sonrisa y un roce en los labios y fue a la habitación.Caminó al ventanal miró al cielo y una sonrisa se dibujó en sus labios, fue al baño y preparo un baño relajante y se sumergió en el.Rómulo miró la puerta cerrarse sonrió mientras su corazón latió muy fuerte en su pecho." Una nueva oportunidad al amor, mis años de otoño tendrán la calidez de la primavera, mi hermosa primavera."Se entro al cuarto de baño y bajo la lluvia artificial cerró los ojos y deseo tanto que su primavera estuviera ahí.Rómulo era un hombre muy atractivo a pesar de los años de otoño se mantenía su rutina de gimnasio lo mantenía en forma. Sintiendo caer el agua sobre su cuerpo, sintió también unas tibias manos que se deslizaban por su espalda, se gira y se encuentra con esos oscuros ojos llenos de deseos. — ¡Daniel! Mi Daniel.—
Kiara y Donatello vivieron una luna de miel en su reencuentro, Donatello complació y cumplió cada petición que ella le hacia.- Mi amor, esta noche tengo algo para ti, es una sorpresa quiero que te pongas muy linda, más linda de lo que ya eres. - Expresó Donatello rodeando su cintura y pegando la a su cuerpo - ¿Y que será? - Susurró sobre los labios de Donatello.- Una sorpresa mi amor.Entre besos y caricias no fueron consientes de en qué momento sus ropas estaban el el suelo.Cada entrega era más intensa que la anterior, se amaban y se lo demostraban en cada una de ella.La hora de salir llegó se arregló abrió las cajas que le envió Donatello y vio su vestido negro abierto por las lados, leyó la nota adjunta.- Te espero mi vida.Kiara sonrió y la estrujó en su pecho, no creía que fuera una realidad tan hermosa la que vivía.Tomó su bolsa de mano y salió de la habitación, tomó el ascensor y bajó a la recepción del hotel.Se miraron y sonrieron, la vio tan hermosa y se acercó a ella
Genevieve cada día estaba peor y más con la presencia de Emir Aksoy, que había llegado a España, y verla con su vientre abultado, creció en él la duda de que ese bebé fuera suyo.— Tu no puedes hacerme esto Emir, soy una mujer comprometida y este hijo no es tuyo.— Está bien, cuando nazca el bebé le haré una prueba de ADN así te dejaré en paz.Caminó para subir las escaleras, Emir la agarra del brazo atrayendo la a él, el cuerpo de Genevieve se estremeció al sentir esa cercanía, no podía negar lo que Emir Aksoy le provocaba.— ¡Suelta Me! Expresó demostrando enojo y no lo que realmente sentía.Emir la tomó por la nuca y posó sus labios en los de ella, Genevieve trató de zafarse pero el agarre era fuerte y terminó cediendo al beso, este se tornó apasionado lleno de deseo y desenfreno, caminó con ella hasta llegar a la habitación y fue una entrega total dándole rienda suelta a la pasión.Mientras.Kiara y Donatello llegaban de su pequeña lunes de miel adelantada, llegaron a la mansión D
Donatello llegó a la mansión de la rosa y se encontró con la noticia de que todos habían salido de viaje sin decir la dirección exacta ¿A dónde se habían marchado? ¿Nuevamente la había perdido?.Sintió un vacío en su pecho la misma sensación de hace tantos años atrás ¿Acaso nuevamente perdió el amor de su vida?A subir a su auto y manejó por largo rato, dio vueltas y vueltas en un pensamiento surgió en su cabeza fue el rumbo a la empresa Álvaro tendría que saber dónde estaba.Bajó casi corriendo de su auto como si cientos de demonios lo persiguieran tomó el ascensor y fue directo al piso de presidencia llegó y sin avisar fue directo a la oficina de Kiara.— ¡Álvaro! Tu tienes que saber dónde está Kiara, tiene que haberte dicho a dónde se fue, necesito saber dónde está necesito encontrarla.Álvaro no sabía que responder pues no tenía la autorización para decir dónde estaban, y no quería estar en los zapatos de Donatello.— Lo siento mucho Donatello, pero no sé dónde está, la informació
El teléfono de Salvatore sonó vió que reflejaba el nombre de Donatello ignoró la llamadaDonatello insistió hasta que contestó— Estoy en horas de clase no puedo hablar.Respondió con voz gélida.— Hola hijo, está bien te llamaré luego.Salvatore sin responder simple mente colgó la llamada.Donatello sintió su corazón estrujar se, sabía que tenía un largo camino por recorrer en busca del perdón de su hijo, no será fácil borrar toda aquella triste historia de la memoria de su hijo.Salvatore simple mente se internó en sus estudios para un día regresar y enfrentar lo que le toca en su vida.Saludó a su madre en una llamada de despedida pues necesitaba tiempo para sanar y aceptar lo que la vida le daba ahora, un padre, a Donatello Rinaldi.Por otro lado.Genevieve era un mar de furia, saber que Donatello estaba con Kiara no era cosa que le agradaría mucho, pues lo que pensó para atrapar a ese hombre del cual estaba encaprichado era algo, que no le resultó pues estaba atrapada en un embar
Kiara vivía sus meses de embarazo consentida por su amor, por su padre y su mejor amiga. Salvatore estaba feliz por ella cada día la llamaba para saber de ellos, saber que tendría hermanos era algo que en su corazón sentía mucha felicidad.- Hijo, ¿cuando vendrás? Necesito verte. - Pronto estaré de vacaciones y volveré madre, es un promesa. Estaré con ustedes. Los amo, dale saludos a mi abuelo de mi parte .Donatello veía como su mujer era feliz hablando con su hijo, parado en el umbral de la puerta con las manos en los bolsillos caminó en su dirección, se sentó a su lado acarició su rostro y un mechón de cabello lo enredó entre sus dedos.- ¿Está feliz mi mujer? -Kiara vivía sus meses de embarazo consentida por su amor, por su padre y su mejor amiga. Salvatore estaba feliz por ella, cada día la llamaba para saber de ellos, saber que tendría hermanos era algo que en su corazón sentía mucha felicidad, y era algo que siempre deseó.— Hijo ¿cuando vendrás? Necesito verte — Pronto estaré
Kiara en sus meses avanzados se sentía muy pesada esos pequeños eran muy activos ahí dentro .Sentir y escuchar la voz de su padre era una revolución completa en el vientre de su madre.Al igual que Danielle, en sus meses avanzados era una tremenda emoción cada ves que sus pequeñas se movían dentro de ella, Rómulo a su edad jamás se imaginó que el combo de la felicidad le vendría completo, estaba más que feliz, tendría una familia grande con hijos y nietos.— Padre, se te ve muy feliz, desde que decidiste darte una oportunidad con Danielle, me gusta verte feliz y sonriente.— Lo soy hija mia, saberte feliz me permitió sentirme feliz también, no sabes lo contento que estoy de saber y verte realizada como mujer, como madre, tú te mereces todo lo bueno que te pasa.— Si padre, pero.. — Su padre le interrumpió.— Ese pero déjamelo a mi, yo hablaré con él y sabrá perdonar, no olvidar por que eso será imposible, pero él debe entender y aceptar que los adultos cometemos errores.— ¿Donde e