Era el sexto día después de la Guerra, Gala se encontraba recorriendo algunas cabañas conversando con las Lobas al igual que las Vampiresas qué solo se dejaban ver cuando cae la noche, en cambio, las Brujas trabajan arduamente para convertir aquel territorio en un Reino, el Reino sobrenatural. El bosque en donde se encontraban era inmenso y con la ayuda de la Magia se logró enaltece su belleza y su capacidad de albergar todo un Reino, las criaturas sobrenaturales encontraron nuevamente un lugar en donde sentirse seguros.

— Estás a punto de explotar — expresa Frida entregando un enorme pan a Gala, de hecho la loba tenía muchos antojos de comer pan y los lobos tenían un buen apetito.

— Lo sé, también tengo ojos — Responde Gala con una sonrisa mientras avanzaba con su mejor amiga.

— ¿Por qué no te quedas en aquel Palacio? — Pregunta Frida mientras se adentran en una de las cabañas, Gala y Hendry no querían vivir en el Palacio, ellos querían que su cachorra sintieran el calor de un hogar.