Capítulo ochenta y dos (Final) Me completas*Stella Di Lauro*Resoplo por enésima vez, sintiéndome como una estúpida aquí sentada en el sofá del salón principal de la casa, mientras mi padre y mi novio caminan toda el perímetro peleando. Donde uno quita algo, el otro la pone y hasta por un puñetero cenicero discuten. ¡Un cenicero! Lo peor de todo es que ninguno de los dos fuma. —Nos vas a abrir un jodido hueco en mi pared, Falconi —advierte el Magante de Acero. —O me dejas quitar tus horrendas pinturas, si es que así se les puede llamar —contraataca el otro—, o te lleno la casa de agujeros, Di Lauro. —¡Atrévete! El desafío parece incentivar más a mi chico, quien se apresura a encender el motor del taladro. —Me importa un rábano tu cara asesina —le señala—, voy a poner mis fotografías y las de mis padres quieras o no. —¡Búscate una casa en la que mandar, porque esta es mía! —mi progenitor explota rabioso. —¡Ya la tenía! —su yerno no se echa atrás—. Estaba muy tranquilo en mi á
Epílogo Primera ParteEl fin del mundo*Stella Di Lauro*Los días van pasando y cada vez estamos más aclimatados al nuevo entorno. Mamá tiene fecha de parto para dentro de tres días mientras que a mí todavía me falta un mes.Un mes... solo cuatro semanas para sostener a mi hija en brazos. Mi casa, esa que un día fue fría y vacía, hoy más que nunca se encuentra llena de vida y de nuevos integrantes por venir.Por eso mi madre, quien hace más de cinco semanas ha dejado la vida laboral dado su avanzado estado, ha decidido hacer un baby shower conjunto. La decoración le ha quedado de diez y el numeroso equipo de trabajo contratado se mueve con una eficiencia impresionante. Esta augura ser una fiesta perfecta..., siempre y cuando mi padre no se mosquee, puesto que no sabe nada. Cuando se entere de que mientras él está en la oficina, su mujer anda llenando la casa de globos de colores en los que identifican el sexo de ambos bebés, lo más seguro es que se cruce de brazos enfurruñado para
Epílogo Segunda ParteReina de Acero*Stella Di Lauro*¡Se han vuelto locos! Si nuestros padres se enteran se arma el Apocalipsis y uno del cual no quedará nadie vivo. Enrico me hace señas para hacer silencio y con la mayor ligereza posible, salir pitando de ahí. El susto no se me ha salido del cuerpo cuando veo a mi señor progenitor cruzar el jardín para llegar a la piscina exterior envalentonado. Aquí se va a armar una buena. —Si se entera... —Cállate —ordeno todavía procesando la noticia. —Al menos ahora sabemos por qué se lanzan tanto odio. —Y a dónde va Christina cuando desaparece —añado a la vez que hago ejercicios de respiración para calmar mi desaforado corazón—. Mejor vámonos, antes de que se me ocurra entrar ahí y arrancarle las orejas a los dos. Adriano Di Lauro hijo puede dar la moto por perdida, porque esta vez sí no se la devuelvo. Al regresar nos encontramos la fiesta de reclamos en pleno apogeo y me tomo el zumo de fresa que me ofrece un camarero del tiro has
Holaaa ¿Me echábais de menos? Sé que os he dejado un poco abandonadas, pero necesitaba un descanso y tomar aire para aclararme un poco las ideas. En recompensa, os traigo esta sorpresa. Los extras que prometí llegarán. Tendremos todo el mes de julio para leer los extras que queráis. Yo iré subiendo los que tengo en mente poco a poco (que son unos cuantos jeje). Así que si tenéis alguna petición especial este es el momento, porque el treinta y uno de julio cierro la novela. Sin más, espero de todo corazón que disfrutéis de estos pequeños momentos de la familia Di Lauro. De sobra está decir que en cada uno de ellos he dejado un pedacito de mi vida y mi alma. No olvidéis dejar reseña y comentar. Osea quiero un montón, espero que me quieran aunque sea un poco indisciplinada. Besos.
Capítulo extra: La boda de mis sueños*Stella Di Lauro*Deslizo mis dedos por el corsé de mi vestido blanco y siento que estoy en medio de un sueño.Contemplo mi reflejo en el espejo y me resulta casi imposible creer que soy yo. Sin embargo el aura de felicidad es inefable y sublime. Soy muy feliz.Llegó el gran día y... ¡Joder! Estoy más nerviosa que cuando di a luz. —Estás preciosa, mi amor —mamá se me acerca por detrás apoyando la barbilla sobre mi hombro—. Enrico volverá a enamorarse de ti en cuanto te vea. —No lo dudo —salta mi tía—, pero los que se van a morir nada más que salgas son tu padre y tus hermanos. Debemos salir con ella, Cassie, no vaya a ser que ese grupo de trogloditas la vaya a secuestrar.—Leah... —la reprende mi tía Wendy. —¿Qué? —se encoge de hombros como si nada, colocando la manilla de zafiros que me regaló Federico el día del parto—. Algo azul, aunque con los ojazos esos que tienes es más que suficiente. Tu hermano tiene buen gusto. —Lo sé —sonrío sacudie
*Adriano Di Lauro*Paseo el brazo por la cama buscando el cuerpo de diosa de mi mujer, pero en su lugar encuentro un bulto pequeñito. Abro los ojos solo para encontrar a la bebé más hermosa del universo prendida de su chupete y dormida. «¿Y ahora a dónde ha ido?»Desde hace una semana estoy lidiando con una esposa rebelde en máxima potencia. Rodeo la cama con los almohadones, compruebo el pañal de Alexa una última vez y la beso en la frente antes de dejar la habitación. Paso por el cuarto de los chicos y solo veo a Pietro durmiendo tan tranquilo como siempre mientras que Gibson mira un partido de boxeo en la televisión. —Media hora y te vas a la cama —advierto desde la puerta con los brazos cruzados. —Mañana es sábado. —Media hora y te acuestas o vengo a darte la medicina que tanto te gusta, Gibson Di Lauro —dejo claro para luego seguir mi camino rumbo a las escaleras. Los mayores no han llegado, al parecer la fiesta de la boda no les fue suficiente. No sé cuál es la alegría ni
CONTEXTO: (Día del entrenamiento con Vittorio Veneto. Ella está hospitalizada y ya notificaron a la familia de su embarazo) *Federico Di Lauro*Me siento en el solitario banco con la ansiedad y la impotencia crispando en mi pecho. ¡Joder! Vivo pegado a mi hermana como su eterno guardián. ¿Cómo no fui capaz de darme cuenta de su estado? Embarazada... Ahora la vida de su bebé y hasta la suya propia pende de un hilo. He visto su rostro ceniciento, he palpado su piel fría... No se parecía a la Ella Di Lauro que conozco en absoluto. Soy un imbécil. Me tocaba a mí protegerla. Cassandra Reid llegó a mi vida para convertirse en mi verdadera madre, pero la verdad es que yo ya tenía una antes de conocerla. Ella siempre ha estado ahí para mí, como mi perro guardián más fiel desde niños. Pese a que yo era el mayor y ella una tonta renacuaja, me defendía, me cuidaba y me consolaba cuando yo estaba enfocado en odiar al resto del mundo. Y desde que adquirí madurez suficiente como para transf
Extra: Luna de Miel*Enrico Falconi*Mi esposa... Por fin, Ella es oficialmente mía y no puedo ser más feliz. Soy un hijo de put@ con suerte.Después de una cena en el punto más alto de la Torre Eiffel, dormir a la bebé y tomar un baño relajante de espumas —con sexo ligado por supuesto— en ese orden, caigo rendido en la cama al lado de mi princesa.Los últimos días han sido una locura entre los preparativos de la boda y los pendientes en la oficina para poder tomarme estos días libres. El tan esperado día fue ayer, anoche llegamos a París y Ellia ha sido la única que ha podido dormir. Su madre y yo hemos preferido contemplar el amanecer de la Ciudad del Amor desde la terraza del ático, cubiertos únicamente por una fina sábana y muestra piel. De repente, siento un tirón a mi lado y me incorporo con la misma rapidez. Observo a mi alrededor a través de la tenue iluminación buscándola, pero solo consigo oír su voz: —Cierra los ojos.Las luces se apagan de un momento a otro, dejándome en